La madre de Bruno decidido quedarse una semana más para conocer más a su nuera, que de entrada le encanta, ya que no era como las mujeres que rodean siempre a su hijo, pechugonas y con enormes traseros. Por fin conocía una verdadera mujer, aunque la ve pálida y muy delgada.
—Hijo, ¿Por qué tu esposa se ve maltratada?
—Ella ha estado al cuidado de su madre.
—Es una buena hija, eso también me gusta.
—¡Mamá! No te involucres en mi vida privada.
—Estoy aquí por órdenes de tu padre, quien está asombrado con esta noticia.
—¡Mama! Le contaste a él. ¡Increíble!
—Hijo malagradecido, deberías estar contento que tus padres se preocupan por tu bienestar. Iré a ver a tu esposa.
—Déjala descansar, ella estuvo en vigilia en la clínica.
—Iré a verla, quiero hablar con ella.
—Haz lo que quieras
