1

306 Words
—¡Khloe! La voz de Adrián llamándome me frena de una manera abrupta. Lo miro con desgana, aunque él sepa de lo único que quiero hacer ahora, es sonreír por ver a mi mejor amigo. Se posa delante de mí, sonriendo de oreja a oreja, mostrando sus dos hoyuelos tiernos en sus mejillas. Mi amigo era muy guapo, pero amigo es amigo. Lo veía como un hermano mayor para mí. Le tenía un aprecio muy grande por todo lo que ha hecho por mí. —¿Qué pasó, Adriaen? —le pregunto, retomando mi camino a casa. Adriaen, al quién yo le digo Adrián porque me gusta más, camina a mi lado con sus manos en los bolsillos delantero. Su mirada luce atenta, mirando a los lados con cuidado. Entorno mis ojos hacía él, analizándolo por completo. Algo le pasaba, podía sentirlo y lo intuía. Sin embargo, no me dijo nada, se limitó a encoger sus hombros, levantando una de sus comisuras del labio a un lado. —Nada, sólo que, me quedaré en tu apartamento unas semanas—me dijo, y yo asentí lentamente con la cabeza. No tenía problema con que se quedara en mi apartamento. Vivo sola, y de vez en cuando necesitaba de alguna compañía, y Adrián era el acompañante perfecto—. ¿Podríamos caminar más rápido? No me siento muy seguro aquí. Mi vista, se dirige a mis espaldas. Paro en seco cuando noto una leve sombra ocultándose en un pilar para no ser observada. Pero yo la vi, y ahora en éste momento tomo rápidamente a Adrián de la mano, halándolo para caminar más deprisa. Mi corazón aumenta en latidos, y la opresión de inseguridad aumenta en éste mismo momento. Pienso, en, que si pudiera hacer algo para alejarnos de aquella persona que nos seguía, haría cualquier cosa.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD