2

226 Words
La inseguridad se va. Y poco a poco, suelto a Adrián cuando veo el edificio dónde me estoy quedando. De reojo, lo veo calmado, cómo si nada hubiera pasado. Hasta puedo ver cómo esboza una pequeña sonrisa que me hace erizar los vellos. ¿Por qué sonreía luego de un maratón aterrorizante? —¿Por qué sonríes? —la pregunta se me escapa, pero no protesto ni nada. Me quedo callada, subiendo los escalones para llegar a mi puerta que está en el segundo piso. El silencio nos reina, y empiezo a sentirme un poco incómoda. Hasta puedo creer que Adrián puede estar sonriendo más en éste momento. No sé porqué me siento segura a su lado si él es muy raro. Tiene costumbre muy raras, quiero decir. Habla idiomas extraños por las noches cuando duerme, —sí, he notado eso ya que él duerme conmigo—. Y para aclarar, no de la mala manera. Sino que él dice que se siente más seguro durmiendo a mi lado. Supongo que debe ser la traumática niñez que tuvo él, que no se siente ni seguro de dormir sólo. A ver, ahora qué lo pienso, ¿dónde se quedaba a dormir él? Uhm, estoy haciendo memoria, y sólo recuerdo escucharlo decir que comparte habitación con una muchacha de la Universidad. Seh, eso es lo único que recuerdo.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD