La Misión De Connor La mano de Connor tembló con anticipación al comenzar a liberar las cintas del vestido besando con desesperación su cuello y el valle de sus senos. A medida que la desnudaba, la vista sumada al entorno se volvió casi irreal. La deseaba tanto que la polla le dolía, pero quería venerarla como si el ser brusco podría hacerla desaparecer. Tal vez la intensidad de la conversación y el vino hicieron mella en Connor. El joven observó la vista poco realista con los ojos turbios de deseo y lujuria. No podía haber estado borracho con lo que había bebido, pero se sentía más borracho que nunca. Con un gesto de despeje, se pasó la mano por la cara y miró a su alrededor. El lánguido sol de la tarde, la exuberante vegetación y las deslumbrantes flores primaverales pasaron una tras

