Todo en Nueva York es nuevo para ella. Cuando tomó confianza el autor con ella, le dio un par de bromas y congeniaran estupendamente. Era muy agradable. Pero ella, ya le dijo que tenía que irse a trabajar para él y él le quiso dar un abrazo en la puerta, ella lo esquivo con cortesía extendiéndole la mano y dándoles las gracias. Es una mujer que sabe defenderse sola, aunque ahora tiene que tener clase, es algo que se ha propuesto poseer. —Gracias a ti Santi, si no fuera por ti, no estaría en Nueva York, ni conocería esta estupenda ciudad. —Te llamo y no admitiré un no por respuesta para invitarte a ver la gran manzana. —Ya veremos. Adiós, Santi. —Adiós Scarlett. Hasta pronto. Cuando iba hacia su apartamento llevaba una buena sensación. Conocer a gente, le encantaba y hacía tiempo que n

