El sábado, a las nueve de la mañana, estaban en el aeropuerto de Austin. Ya había facturado sus maletas y le quedaba media hora para entrar a la sala de embarque de su vuelo, así que se tomaron otro café mientras esperaban. Habían desayunado en la cafetería que había cerca del apartamento de Scarlett, donde ella iba siempre. Trevor, la miraba fijamente y le cogía la mano, la abrazaba y la besaba a cada momento. —Pequeña, ¡No sé qué voy a hacer sin ti! Llevamos muchos meses juntos. —Desde julio, para ser exactos. —Cinco meses y ya nos vamos a separar. —Por poco tiempo. Ya verás. Yo estaré enfrascada en mi trabajo y tú en el tuyo y al menos tendrás a tu familia para Navidad. —Sí, eso sí, pero te estaré llamando. —Cuando quieras. Ya sabes que trabajo en casa y estaré siempre para

