Los días en el trabajo fueron pasando muy rápido y cada vez Natalie aprendía mucho más, de hecho, buscó información y libros en la biblioteca de la ciudad quería conocer términos y estar lo mejor preparada para ayudar a Alex además había descubierto que le gustaba mucho su trabajo. Becky también estaba muy contenta con ella ahora que Natalie trabajaba ahí todo era mucho más fácil de hecho podía por fin pedir una cita al médico que había postergado ya que alguien estaría ahí para cubrirla.
Natalie siempre fue muy ordenada con sus finanzas, aunque todo lo que ganaba era para pagar trataba de no endeudarse y por eso tenía un buen historial de crédito esa era la razón por la que había tenido dos trabajos así que esta vez decidió cambiar su viejo carro por uno nuevo, aunque no fuera como el de Alex pero quería sentir que estaría preparada para el invierno con algo mejor. Alex notaba que Natalie era muy trabajadora y que lograba cosas por sí misma no tenía una familia ni un apellido que le diera las cosas fáciles y de pronto se dio cuenta lo mucho que también la admiraba por eso, prácticamente no había un día que no pasaran juntos por las tardes después del trabajo de lunes a viernes por cuatro meses siempre fue así pero el sábado y el domingo Natalie sabía que eran de Tiffany y ella lo entendía bien.
Una tarde después de comer se pusieron a ver la televisión juntos y vieron un comercial de Disney on Ice en el Webster Bank Arena de Bridgeport Alex le dijo —Me gustaría llevar a Tiffany sé que le va a encantar.
—Es una linda idea claro que si estoy segura de que le gustará mucho —respondió Natalie que de corazón quería darle ese impulso a Alex para que disfrutara con su hija.
—Pero quisiera que fueras con nosotros ella te quiere conocer.
—¿Me quiere conocer?, ¿eso quiere decir que le has hablado de mí?
—Claro que sí, le dije que tenía una novia muy linda y dulce que trabajaba mucho.
—¿Y qué te dijo?
—Que te quiere conocer para saber si puedes ser como su mamá.
Los ojos de Natalie se llenaron de lágrimas —Claro que sí, yo también quiero conocerla.
—No se diga más entonces, déjame revisar y compramos ahora mismo los boletos para este fin de semana.
Y sin darle mucho tiempo a Natalie para que lo pensara dos veces revisó en su teléfono y compró los tres mejores boletos que pudo encontrar.
—¿Alguna vez viste ese show? —preguntó Alex.
—No, eso estaba fuera de nuestro alcance sólo lo vi en televisión alguna vez y es muy lindo.
—Tampoco he podido llevar antes a Tiffany, ella estaba muy chiquita pero ahora le encantará ver a sus princesas.
—¿Le gustan las princesas?
—Si y mucho por eso creo que también le gustarás tú.
—Me da miedo ¿Y si no le caigo bien?
—Tiffany es la dulzura hecha niña, yo le hablé a su abuela de ti y ella también estuvo de acuerdo en que era hora de que se conozcan.
—Has estado hablando de mí.
—Si claro eres mi novia además como tal deberás acompañarme a un evento mañana viernes por la noche yo había olvidado por completo hablarte de eso.
—Un evento… ¿Qué tan formal el evento? —preguntó Natalie un tanto asustada.
—Es una gala.
—Pero yo no tengo ropa para algo así.
—¿Me puedes esperar un momento? —dijo Alex mientras se levantaba del sofá para salir del departamento.
—¿Dónde vas? —preguntó Natalie sorprendida.
—Voy a mi carro, tengo algo para ti ya vengo.
Alex volvió con una caja muy elegante de Newman Marcus.
—¿Qué es esto?
—Por favor acéptalo es un regalo, no te enojes conmigo, pero sé que no me dejarías comprarte algo si vamos de compras así que es algo que compré yo para ti.
—Pero esto debe ser muy caro de solo ver la caja —dijo Natalie viendo la enorme caja que incluso traía un lazo de seda blanco.
—Por favor dime que lo usarás quiero ir con mi novia, yo no quiero ir solo aunque te advierto que Luciano y su padre podrían estar ahí pero tú vas conmigo Hugo y Becky estarán con nosotros en nuestra mesa.
—Amor que Luciano y toda su familia estén ahí no me interesa… sólo una pregunta ¿Hugo y Becky ya saben de nosotros?
—Claro que sí, pero fue porque Becky se dio cuenta de mi cambio.
—¿Qué pensarán de mí? que estoy contigo por interés te prometo que no es así.
—Lo sé, Becky me dijo que eres lo mejor que me ha pasado y Hugo opina lo mismo así que tranquila por favor usa este vestido te verás hermosa.
—¿Y si no me queda bien?
—¿Por qué no te lo pruebas?
—Está bien lo haré —dijo Natalie tomando la hermosa caja para ir a su habitación.
Natalie llevó la caja a su pieza y vio un vestido muy lindo azul largo entallado en la cintura con un corte en la pierna además tenía una especie de capa en seda, unos zapatos y un pequeño bolso Chanel, Natalie se vistió y salió de la habitación estaba casi en shock al verse con todo eso que jamás imaginó poder vestir, Alex al verla se puso de pie sin siquiera poder cerrar la boca y sólo pudo decir —Acabo de ver no a una princesa sino a una reina llegar a mí, mi vida te vez hermosa.
—Siento mucha pena contigo que gastaras todo ese dinero esto debió costar demasiado.
—No pasa nada nunca me dejas comprarte nada.
—Si, pero con una sola compra gastaste como por tres años de novia.
—Claro que no —respondió Alex riendo.
—No sé cómo pagar todo esto.
—Yo si sé… y no me mires así… es acompañándome a esa cena, Natalie yo te dije que no haría nada que no quisieras.
—Es que ese es el problema cada vez me cuesta mas no querer, tus caricias tus besos yo no quiero que pienses mal de mí, antes de este regalo pensé en no dejarte ir esta noche y ahora vas a creer que estoy pagándote por todo esto.
—¿Qué dijiste? Pensabas en dejarme pasar la noche contigo.
—Si… pero ahora —respondió Natalie bajando la cabeza.
—Olvida lo del vestido, eso es lo de menos yo puedo comprar veinte vestidos de esos mañana estoy pensando en lo que me dijiste —Alex se levanta del sofá mira a Natalie la comienza a besar y de pronto ella dejó caer la chaqueta de seda Alex llegó al cierre del vestido y dijo —Si me dices que no quieres este es el momento, si bajo ese cierre yo podré parar.
Natalie sin decir una palabra comenzó a desabrochar los botones de su camisa Alex lentamente bajó el cierre del vestido, al fin ella estaba frente a él con su pequeña ropa íntima como siempre soñó verla la tomó en sus brazos y caminó con ella hasta su cuarto, lentamente le quitó todo dejándola totalmente desnuda frente a él, si antes estaba enamorado ahora estaba completamente perdido, pero aun pensaba «¿Qué pasará en mi mente y mi corazón después de tenerla»
Mientras tanto Natalie pensaba «¿Qué pasará mañana cuando me mire y diga ya fue mía?»
Esa noche fue eterna y al mismo tiempo tan corta sentir sus cuerpos convertirse en uno era simplemente maravilloso Alex la miró y le dijo —Te amo como nunca imaginé amar a nadie, primero me gustó estar contigo, después comencé a admirarte y si le hablé a Tiffany de ti era porque dentro de mí sabía que estaba enamorado.
—¿De verdad sientes todo eso por mí?
—Claro princesa, aunque desde hoy eres mi reina.
—Y tú eres mi rey, yo también te amo y aunque tengo miedo de esto que acabamos de vivir ya no sabía cómo poder detener la ganas de estar entre tus brazos.
—Mira que me has hecho tomar duchas frías son cuatro meses y cinco días.
—Si llevas bien la cuenta espero que haya valido la pena toda esa espera.
—Te volvería a esperar si al final del camino estás ahí para mí como ahora.
—Así ¿Cómo?
—Así… totalmente desnuda entre mis brazos —dijo Alex mientras sus manos recorrían lentamente la espalda de Natalie.
—Por favor no lo digas así me da pena.
—En cambio a mí me encanta decirlo —mientras repetía en el oído de Natalie —estás totalmente desnuda para mí —comenzaba a acariciar sus pechos diciendo —tenemos que ponernos al día por todo este tiempo que me has tenido con duchas frías yo no sé cómo no estoy con una neumonía estuviste a punto de matarme.
—Pongámonos al día entonces —dijo Natalie mientras comenzaba suavemente a acariciar la espalda de Alex. Ella jamás pensó sentirse así, ni es su mejor momento cuando se entregó a su novio sintió todo eso, de pronto se dejaba llevar por ese hombre que se notaba sabía muy bien que hacer para hacerla tocar el cielo, los miedos y las vergüenzas quedaron atrás y aunque estaban juntos en esa pequeña cama encontraron las formas perfectas para disfrutarse como nunca imaginaron.
Cuando ambos acabaron Alex no dejaba de acariciar a Natalie y ella le dice —Tú no paras con tus manos.
—No puedo es más fuerte que yo, no quiero irme de tu lado pero necesitamos una cama más grande.
—Una cama, ¿cómo…?
—Una cama como la mía que quiero sea la nuestra.
—¿Quieres que pase las noches en tu casa?
—Quiero que pases las noches y los días conmigo por el resto de tu vida.
—¿A qué te refieres con eso?
—A que debemos ponerle fecha y hora a esto, ya tengo más de treinta años y no voy a estar jugando al novio yo quiero todo quiero que nos casemos ya.
—¿Quieres casarte conmigo? —dijo Natalie con la expresión de asombro que no podían ocultar sus ojos.
—Claro que quiero —le dijo Alex dándole un tierno beso en los labios.
—Yo me enamoré de ti con todo mi corazón, pero venimos de dos mundos distintos y eso me da mucho miedo.
—Te soy honesto, sé que hay cosas que no serán fáciles como mi madre, pero te garantizo que con mi papá ya la hicimos y estoy seguro de que Tiffany te va a querer mucho, ella ya quiere conocerte te propongo que nos casemos en una ceremonia simple los dos y después vemos a mi familia así ya mi madre no podrá hacer nada.
—Con lo que me dices tengo una suegra un poco complicada.
—Ella siempre ha estado buscándome novias entre sus amigas del club y créeme eso de verdad me aburrió tanto que fue una de las razones por las que decidí dejar la ciudad, mi padre por el contrario nunca se involucró en eso y me decía que siguiera mi corazón, mi hermana por seguir los caprichos de mi madre se casó con un hijo de familia que no servía para nada fue una boda increíble en la catedral de San Patricio con un matrimonio en el Ritz-Carlton y en menos de un año se estaban tirando las cosas por la ventana, el consumía drogas y ella siguió sus pasos, al final mi hermana murió de una sobredosis después de que ellos se separaron.
—Dios mío, lo siento mucho debió ser muy fuerte para tus padres.
—Mi padre siempre se sintió muy mal ya que le dieron todo a Julie y nunca supo lo que era luchar por sus cosas es por eso que admiraba tanto cuando me daba cuenta como salías adelante sola, podías haberme pedido un carro y yo no lo hubiese pensado para dártelo pero tu querías lograr tus cosas por ti misma, buscas libros y programas en la biblioteca, has estudiado y me estás ayudando como jamás lo imaginé, aparte eres la dulzura era mujer y estas curvas que mis manos han recorrido esta noche son simplemente perfectas para mí.
Cuando escuchó esto último Natalie no pudo evitar sonrojarse y Alex le dijo —Por Dios no lo puedo creer que aún después de conocerte y tenerte así ahora entre mis brazos vea como tus mejillas se ruborizan cuando te digo esas cosas.
—Por favor no sigas —dijo Natalie que aun tenia los colores en sus mejillas.
—Pero no me has dicho si te casas conmigo.
—Pero me lo vas a pedir así en la cama sin nada romántico sin algo especial —respondió ella esta vez con un tono interesante.
—Tienes toda la razón princesa, aunque ahora ya eres mi reina, tú mereces algo especial para pedirte eso por lo pronto debo ir a mi casa a cambiarme de ropa y nos vemos en la oficina.
Mientras decía eso se vestía frente a Natalie que simplemente lo miraba completamente derretida, como podía ser que había pasado la noche con ese hombre en su pequeña cama, en esos meses Natalie nunca quiso visitar la casa de Alex por miedo a no poder decir que no y ahora si entraba a ese lugar sabía exactamente qué pasaría.
—Amor por favor quédate conmigo esta noche en mi casa y lo más importante en mi o mejor dicho nuestra cama y mañana ya vemos el resto.
—¿Y qué pasa con Tommy?
—No te preocupes yo le compro de todo a mi cuñado para que se sienta cómodo y lo llevamos.
—Y conociendo a Tommy de seguro se muda para siempre.
—Esa es la idea —dijo Alex mientras se agachaba para darle un tierno beso en los labios a Natalie —Nos vemos en la oficina y no olvides que esta noche es la gala, me costará verte con ese vestido y no recordar lo que pasó anoche, pero me emociona pensar que volverá a pasar, Te Amo mi reina.
—Yo también Te Amo —dijo Natalie incluso con un suspiro.
Después de que Alex se fue, Natalie se quedó pensando y dijo —Ahora ya pasó, perdóname abuela no pude resistir más.
—Lo sé, pero yo tampoco hubiese resistido tanto.
—Abuela, Alex quiere que conozca a su hija, que lo acompañe a un evento como su novia donde podría incluso ver a ya sabes quién y además quiere casarse conmigo y ¿Qué tal si Tiffany no me quiere ni sus padres o que hago el ridículo en la fiesta?
—Nena vamos por parte, no harás el ridículo porque irás con un hombre que te va a proteger por, sobre todo, pero te aviso que deberás ser fuerte e inteligente esta noche, se tú no cambies eso es lo que enamoró a Alex. Tiffany es una chica muy dulce nada como su madre y tu suegra que se friegue, aunque tu suegro es un amor de hombre así que dale muchacha recoge ese vestido que dejaste tirado en la sala anoche y prepárate que esta es tu noche aún más que la de anoche y esa si fue noche.
Y mientras tanto Natalie se preparaba esa mañana pensaba al mismo tiempo en todos los cambios que venían para ella ¿Será que estaba haciendo lo correcto? pero ya era muy tarde para decirle que no a su corazón cuando ya no veía su vida sin él.
Dejó todo listo para la tarde y se fue a la oficina sin siquiera tomar un café, cada cosa que veía le recordaba cuando estaban haciendo el amor, antes de irse le dio de comer a Tommy y le dijo —Hey chico, que crees ¿Te gustaría conocer la casa de Alex? y esta vez Tommy simplemente se tiró al suelo y le mostró la panza.
—Tú sabes que te vendiste con Alex muy rápido ahora dijo que tendría de todo para que te sientas bien allá, me quiere con gato incluido bueno es verdad sin ti yo no voy a ningún lado si Alex quiere esta reina a su lado tiene que llevarse a su león con ella.
Y después de hacerle cariño a Tommy salió de la casa diciendo —Nos vemos más tarde Tommy.
Cuando llegó a la oficina vio que en su escritorio había un arreglo con un enorme ramo de rosas rojas y una nota que decía "Por hacerme el hombre más feliz del mundo Te amo mi reina, con amor Alex"
Becky que estaba en la oficina y que había recibido el ramo de flores la miró diciendo —La verdad ¿Tú creías que no nos habíamos dado cuenta?
—¿De verdad era tan obvio?
—Linda el amor entre ustedes se ve hasta cuando se miran, Alex se ve feliz desde que estás aquí, tú le has hecho mucho bien a su vida y si Hugo y yo podemos trabajar siendo pareja ustedes también podrán de hecho ya lo hacen y muy bien.
—Gracias Becky tenía miedo de que fueran a pensar de mí, te prometo que yo de verdad me enamoré de Alex no de su dinero… Dios sabe que en estos meses yo he tratado de trabajar duro y mis cosas las compro yo además he estudiado lo más que puedo.
—No tienes que decirme, yo lo veo día a día y nadie mejor que tú para Alex, además no tienes una idea lo feliz que nos hace verlo así somos amigos de años y le tenemos un cariño muy grande, para Hugo es como un hermano así que para mí serás como mi cuñada y por lo de la diferencia social no te preocupes yo pasé por eso también y después de un tiempo mi suegra me quiso como a una hija, tranquila con eso y nosotros conocemos a Tiffany esa nena es un amor verás que te va a querer mucho ella sueña con tener a alguien como una mamá su abuelita ya está grande y aunque la quiere mucho ella nunca la ha visto así necesita una figura un poco más joven.
—No sabes lo que me tranquilizan tus palabras ahora sólo queda esta noche Alex me regaló un vestido hermoso, pero creo debo arreglarme un poco.
—Te parece si vamos juntas a un salón que conozco, no es caro pero las chicas son muy buenas nos pueden arreglar el pelo el maquillaje y las uñas déjame y pido hora para las dos.
—Por favor que estaba muy nerviosa con eso.
En esos momentos Alex entra a la oficina y besa a Natalie —¿Cómo estas reina? te extrañé mucho.
—Pero si estuvimos… —después de decir eso recordó que no estaban solos.
Becky sonrió y dijo —Si la cara de felicidad se nota que durmieron bastante anoche.
—Becky yo me quiero casar con esa hermosa mujer y queremos algo simple para que tú y Hugo sean nuestros testigos —dijo Alex mientras abrazada a Natalie.
Y al escuchar esa palabras su expresión de alegría se hizo aun mayor y dijo —¡¡Felicidades!! mientras los abrazaba ¡¡Claro que sí!!, te mato si no estamos ahí con ustedes y recuerda que hoy nos vamos un poco más temprano y aquí tu reina y yo iremos al salón a arreglarnos.
—Me parece una excelente idea, de hecho, estaba pensando hacer algo al medio día ya llevé de todo para mi cuñado a la casa.
—¿Tú cuñado? —dijo Becky, que sonaba un tanto sorprendida —No sabía que tenías un hermano.
—Ese es Tommy mi gato —respondió Natalie mientras reía.
—¡Ah! Tommy claro —y mirando a Alex Becky dijo —así que ya te convenciste al cuñado.
—Lo convenció desde el primer día, ese gato fresco me cambió por unas galletas —respondió Natalie muy seria.
—Aclaremos, él me aceptó antes de saber que le llevaba galletas, estoy seguro de que él sabía que podríamos tener una buena relación familiar además mi cena contigo dependía de él —dijo Alex mientras la abrazaba aun mas fuerte.
Y después de decir eso le dio otro dulce beso a Natalie y paso a su oficina. Becky y Natalie estuvieron trabajando toda la mañana buscando información que tanto Hugo como Alex necesitarían para la siguiente semana y a eso del medio día Alex salió de la oficina diciendo —Amor ¿Estás lista? Quiero mostrarte algo.
—¡Uy! —dijo Becky, riendo y moviendo las cejas.
—No seas mal pensada —le respondió Natalie que se había sonrojado.
—¿Quién te dijo que estoy pensando mal? Recuerden la cita en el salón es a la cinco podemos iremos juntas —dijo Becky mientras le cerraba un ojo.
—Si claro estaremos aquí antes de eso —dijo Natalie mientras salía de la mano de Alex a la calle esta vez sin miedo y sin problemas porque sabía que algo distinto había pasado, esta vez se sentía segura de caminar junto a ese hombre que la hacía sentir como nunca imaginó.