Capítulo 1 - Trabajo

2261 Words
- Mi amor, llegaste. - dije dirigiéndome hasta la sala de estar donde él estaba dejando su maletín y chaqueta de trabajo. - Eso parece.- dice ignorando mis ganas de darle un beso. No le preste atención seguro estaba cansado como está llegando últimamente. - ¿Tienes hambre? Ya está lista la comida, ven siéntate.- le dije y lo tome de la mano para guiarlo hasta el comedor. - Si, obvio que tengo hambre, paso todo el día trabajando.- respondió soltándose de mi mano y sentándose a comer. - Y ¿Cómo te fue en el trabajo? - Dije mientras me sentaba a su lado también para cenar también, quería que viera que me interesa lo que a él le pasaba. - Bien.- fue lo que respondió, no está muy hablador, bueno en realidad tiene tiempo así, pensé, debe ser por tanto trabajo que tiene. Terminamos de comer en silencio, yo lo miraba de vez en cuando esperando que el dijera algo, pero fue imposible, meramente era como si yo no existiera, cuando termino de comer simplemente se levantó dejando el plato sobre la mesa y diciendo que se iba a dar un baño, tome los utensilios y los deje en el lavaplatos ya mañana los lavaría, luego me dirigí a la habitación y allí lo espere para atenderlo. - Ven amor te daré un masaje. - dije una vez salió del baño.  - No, gracias, tengo mucho sueño.- dijo mientras se acostaba y se arropada dándome la espalda. No dije nada, y también me acosté. Mañana será otro día y tal vez este de mejor ánimo.  Otro día más y la misma rutina, me levanto hago el desayuno y él se va al trabajo y yo me quedo aquí limpiando y ordenando la casa. Como extraño mi vida antes de casarme, todo era tan diferente, trabajaba, salía con mis amigos, me sentía alguien importante y valiosa. Bueno en realidad es que con Manuel, no es que me vaya mal, de hecho estos dos primero años me ha tratado como una princesa, y mis amigos lo sigo tratando, no como antes ya que soy ahora una mujer casada, pero si los sigo viendo, pero es que.... de un tiempo para acá, exactamente dos meses, él ha cambiado, esta distante, casi no habla conmigo y en dos meses no me ha hecho el amor, y casi todo los viernes está llegando tarde y los sábado siempre tiene algo que hacer en la oficina, pero yo lo entiendo, él trabaja mucho y no es fácil llevar una casa el solo sin ayuda... si tan solo me dejara trabajar. - Amor la cena esta lista. - dije una vez tuve toda la mesa preparada, comimos como siempre, solamente hablaba yo y el me respondía con monosílabos.  - Karen... me llamo Manuel, cuando salió del baño.  - ¿Si? Dije y me voltee hacia él ya que me encontraba terminado de tender la cama. - Quiero que busques un trabajo. –mencionó y lo mire asombrada. ¿Él en serio dijo que buscará un trabajo?  - ¿Qué? Respondí con una pregunta, estaba en shock no podía creer lo que había escuchado.  - Quiero que busques un empleo.- repitió esta vez más lento como si así mi mente lo procesara mejor. -¿En serio? Pregunte todavía dudosa. - Si, Karen- afirmo rodando los ojos.- tú has estudiado mucho, tienes estudios en secretariado general, administración y sin contar que sabes otro idioma, como para que estés aquí encerrada... Además necesitas valerte por ti misma... esto último lo dijo casi en un susurro, que no preste atención, ya que lo que me importaba es que me había dicho que empezará a buscar empleo y solo con eso me valía.  - Gracias… gracias Manuel, no sabes cuánto te lo agradezco, verás como ahora no tendrás que trabajar tanto, ya que con lo que yo gane estaremos mejor, ya lo verás.- dije toda ilusionada lanzándome a sus brazos para besarlo, ya que por fin tendría un empleo, después de tanto tiempo. - Si, si como sea, ahora déjame dormir ¿sí? - mencionó apartándose de mí y se acostó dándome la espalda otra vez como tantas noches. No le preste atención, estaba realmente feliz y nada perturbaría mi felicidad en ese momento, y con una sonrisa en mi rostro esa noche dormiría con una nueva esperanza de que todo estará mejor.   - Mónica... te tengo una noticia.- dije cuando mi amiga contesto la llamada apenas mi esposo se fue al trabajo tome el teléfono y le llame. - Debe ser buena porque te noto emocionada.- dijo y se podía notar en su voz que sonreía.  - Manuel, me dio permiso de buscar un empleo.- dije casi gritando por la emoción. La escuche bufa y decir unas cosas que no logre entender. - Karen, eres mi amiga, casi mi hermana, y te quiero, así que me veo en el derecho de decirte que.  ¡NO SEAS ESTÚPIDA! ese idiota no tiene por qué darte permiso para nada, tú puedes hacer lo que quieras, eres libre. - Estoy casada. - le respondí, Mónica nunca le ha caído bien Manuel y ¿no entiendo por qué? - Está casada cariño pero no eres su esclava, él no es tu dueño, además el…. Intento argumentar pero no la dejé, siempre es lo mismo.   - Ya, dejemos esto hasta aquí ¿Si? La cuestión está en que me tienes que ayudar a conseguir trabajo, tal vez en la empresa donde tú trabajas, o con algún conocido, ¡qué sé yo! – le pedí - Esta bien cariño, veré que puedo hacer por ti, y de verdad me alegra que al fin puedas trabajar y no quedarte encerrada entre cuatro paredes y hay que avisar a los demás, hay que festejar. - No, no, mejor lo hacemos cuando tenga el empleo, y yo misma me encargo de avisarle a Robert a Cris… y a Karol.  - ¿Tenemos que invitar a Karol? - Pregunto Mónica. Pues ellas no se llevaban muy bien. - Es nuestra amiga. - dije - Es tu amiga, yo solo le trato y es por ti.- aclaró con un tono de molestia en la voz  - Bueno como sea, es un día importante y quiero que estén todos. - Si bueno, te aviso si encuentro algo para ti, Chao, tengo que seguir trabajando. - ya voy, señor Martínez.- la escuche que dijo antes de colgar.    Ya era lunes y Mónica aún no me llamaba, así que decidí comprar la prensa y ver las ofertas de trabajo. Empecé a ojear y marque varios a los cuales iría a llevar mi currículo una vez Manuel se fuera a trabajar, tenía que  empezar yo con la  búsqueda no podía tampoco esperar a que Mónica me consiguiera el empleo porque ¿Qué pasaba si se tardaba? y ¿si Manuel se arrepentía y no me dejaba trabajar? No, no, tenía que hacerlo yo misma cuanto antes. Fui a varias empresas y tan sólo recibían mi currículo y me despedían con "cualquier cosa la llamaremos" y eso sonaba más a un "no vuelva por aquí"  Resignada decidí entra a un local y tomar un café, sentándome en una silla al fondo del local, para volver a ojear el periódico y seguir buscando opciones.   Narra Andrés Era media mañana estaba agotado, hacer entrevistas tan temprano para conseguir una secretaria no era nada placentero y todo por querer escogerla yo mismo de acuerdo a mis necesidades y que no me pasara lo mismo que con la anterior, que no tenía conocimiento de nada y solo quería ligar conmigo, pensando que se arreglaría su vida si me conquistaba. Tengo una hora libre antes de mi próxima entrevista así que salgo de la empresa monto en mi auto y me dirijo a local donde vendan café y no esté cerca de la empresa, necesito alejarme de esto antes de que me vuelva loco. ¡Carajo! es que todas las que llegan son tontas.  Entro al local y me dirijo a una mesa, una chica llega a anotar mi pedido. Y se retira por él, entonces cuando levanto la vista es cuando la veo, la mujer más bella que alguna vez haya visto. Blanca pelo liso, castaña, nariz perfilada y unos labios perfecto que invitan a que los bese y esos ojos, esos ojos color gris son mi perdición.  Ella mira el periódico como buscando algo y no se percata que yo la observo como tonto. La veo buscar algo en su cartera y saca el celular y contesta una llamada. - Sí, ¿enserio? No lo puedo creer.- dice y creo que escucho a los ángeles cantar cuando oigo su voz.  - Ya voy para allá, te debo una.- dice y empieza a buscar en su cartera hasta que saca un billete, mientras que escucha lo que la otra persona dice al otro lado del teléfono.  - Si, ok, chao, te quiero. - dice y cuelga y claro debe ser el su novio con quien hablaba, no creo que una mujer tan bella este soltera. Maldigo en mi interior y por primera vez en mi vida siento envidia de alguien. Me quedo viéndola hasta que la pierdo de vista, imaginándome como seria verme reflejado aunque sea una sola vez en esos hermosos ojos. Salgo de trance y al percatarme ya tengo mi café en la mesa... ¿Pero en qué momento llego esto? ni siquiera me di cuenta cuando lo dejaron, lo bebo lentamente mientras sigo pensando en ese hermosa mujer, creo que me costará sacarla de mi mente, me fijo en mi reloj después de un rato y me doy cuenta que ya es hora de volver a la empresa debo continuar con la tortura… digo entrevistas.  Llego a la oficina, y atiendo a una muchacha que no tiene ningún tipo de conocimiento en nada, son de esas que piensan que por vestirse con lo que ellas creen que es sexy van a conseguir lo que quieren... pero que va, yo no busco apariencia, busco conocimiento, lo vuelvo a decir, son… tontas La atiendo por ser cortes pero desde un principio que entró supe que no era lo que buscaba. Después de unos minutos, la despido diciéndole que "cualquier cosa se le llamara" Pero ni que este tan desesperado la llamo, y así de entrevista en entrevista duro hasta que atiendo a dos o tres más, y a todas las despido con la misma frase, creo que ya no encontraré a adecuada para el puesto. Y es ahí cuando me estoy empezando a resignar y a la vez a frustrar que la puerta se abre y entra ella, la chica del café.  La veo entrar un poco nerviosa y mirando a todos lados hasta que se topa conmigo, y ya puedo morir en paz, ya sus ojos me miraron. - Buenas.- digo sonriendo y esperando que no sea como las demás. Una cabeza hueca.   Narra Karen Me encontraba tomando mi café cuando escucho mi teléfono soñar, así que lo saco de mi bolso. Era Mónica.  - Tienes una entrevista a las 11 en la empresa de tecnología del señor Andrés Lara- dice apenas contesto la llamada. - Sí, ¿enserio? No lo puedo creer.- digo emocionada. - Si y no me quedes mal, me costó mucho conseguir que colocaran tu nombre en la lista para las entrevistas y por tu culpa hora debo un favor, así que tú me deberás uno a mí también. - dice y empieza a reír. - ya voy para allá te debo una.- digo y empiezo a buscar en mi cartera hasta que saco un billete y lo dejo encima de la mesa para pagar mi café. - Claro que me la debes y me la vas a pagar no creas que esto te saldrá gratis, quiero tu cuerpo.- dice y sigo riendo, sé que está jugando conmigo en lo de que quiere mi cuerpo, pero no sé qué va a querer por el favor... pero ahorita no tengo tiempo para eso, estoy algo retirada de esa empresa y si voy a tomar el bus tengo que ir ahora.  - Si, ok, chao, te quiero.- digo para cortar la llamar y salir directo a la entrevista. Llego justo a la hora, una chica estaba saliendo cuando me nombran a mí, la chica me dice que entre a la oficina que allí me hará la entrevista el jefe.  Entro y estoy un poco nerviosa y miro a todos lados observando lo grande y lujosa que es la oficina pero de pronto me topo con él. Un hombre que no aparenta un poco más que mi edad, es blanco cabello n***o un poco largo tiene unos rulos que me hacen querer pasar mi dedos por ellos, tiene un barba junto con unos bigotes que le hace lucir sexy, lo que me hace preguntarme ¿si pícara en el contacto con mi piel? y para concluir tiene unos preciosos ojos azules que deslumbran a cualquiera, sacudo mi cabeza sacando esos pensamiento de mi mente, no puedo pensar así, estoy casada ¡por Dios!. - Buenas... dice sonriendo...y vaya que es un sonrisa bonita, se le forman unos hoyos cuando lo hace, solo espero que no sea como esos hombres que se creen que porque son, hermosos tienen derecho a cortejar a cualquier mujer que se les atraviesa y llevársela a la cama, porque conmigo eso no va a funcionar, estoy casada y a pesar de todo quiero a mi esposo.
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