Capítulo 2 - Andrés Lara

2095 Words
 - Buen día señor Lara. - digo tragando el nudo que se formó en mi garganta causado por los nervios. - Siéntese  señorita.- dice y deja la frase sin terminar  esperando que yo la concluya con mi nombre. - señora Karen de Torres. - dije, y me senté donde me indicaba, tenía que dejar en claro que estaba casada pues no me molestaba y donde iba tenía que decirlo,  me sentía orgullosa de ser la esposa de Manuel. Lo vi arrugar la frente, para después asentir, con lo nerviosa que estaba me quede observando un poco más la oficina tratando de aligerar un poco el revoltijo que tenía en el estómago, detalle la oficina más a profundidad  era lujosa, tres de las 4 paredes eran de concreto pintadas de un color azul claro y decorada con cuadros y unos que otros diplomas y reconocimientos,  la otra era un ventanal de vidrio enorme que iba desde el techo hasta el piso, había un estante lleno de modelos de computadoras y teléfonos en miniatura y otro estantes con libros y archiveros.   - Bien, señora torres, dígame ¿por qué quiere el trabajo?, y ¿qué estudios tiene? Dijo el señor Lara, rompiendo mi concentración en escudriñar más la oficina. - Pues, quiero superarme, desempeñarme en lo que he estudiado y también ayudar en los gasto de mi hogar. -dice decidida a hablar con un poco de la verdad.  -y ¿que ha estudiado? Pregunto nuevamente interesado. - Tengo estudios en secretariado general, y administración de empresas, también se hablar inglés y tengo conocimientos en computación.- dije mientras le entregaba mi currículo.   Él lo tomo y lo hojeo, lo veía hacer muecas raras, de verdad este hombre era lindo y un poco misterioso, o ¿era que yo lo veía así? - ¿Cuántos años tiene? Aquí no lo dice- pregunta. - Sí disculpe no lo coloque en mi hoja de vida- aclare.- tengo 25 años.- respondí sonriendo, el me miro de arriba a abajo y me sentí extraña. - veo aquí que dice disponibilidad inmediata, ¿puede empezar hoy mismo? Pregunta y no puedo creer lo que escuche ¿Me dio el trabajo? Voy a poder ayudar a Manuel con los gastos de la casa ahora tendrá más tiempo libre ya que no trabajará tanto y podrá estar más relajado, fue lo primero que pensé de la emoción. - Señora.- escuche que me llamo causando que saliera de mi burbuja futurista y me diera cuenta que se había puesto de pies a mi lado y me ve preocupado. - claro que ¡sí! - Dije emocionada y no sé por qué mierda me lance a sus brazos, mientras que decía gracias…gracias… repetidas veces. - Disculpe fue la emoción. - dije sonrojada una vez me separe de él, y el se nota que es un caballero pues o dijo nada solo sonrió. - Bueno- dijo aclarando la garganta, su voz se notaba un poco ronca.- vaya con Elizabeth, ella le dirá cuál es su escritorio, a partir de ahora será mi secretaria y asistente personal, por ahora quiero que ordene los documento que se encuentran en el escritorio por fecha, después me los trae.- continua. - ah y bienvenida a la empresa señora Torres.  - Gracias de nuevo, le prometo que no se arrepentirá. - digo y salgo de la oficina con una sonrisa tan grande como la del gato de Alicia en el país de las maravillas.   Camino hasta donde está la chica que me atendió en un principio y aun mi sonrisa no sale de mi rostro.  - Buenas, el señor Lara me pidió que hablará con Elizabeth. - dije dirigiéndome a chica sentada detrás de escritorio. - Sí, yo soy Elizabeth, en que te puedo ayudar. - respondió amablemente alzando la vista para verme. - Soy la nueva secretaria del señor Lara, y me dijo que tú me guiaras hasta el escritorio que usare. - digo sonriendo, creo que seremos buenas amigas, me cae bien. -oh, qué bien, ven acompáñame. - dice y me guía hasta una oficina al lado de la del jefe. - Esta será tu oficina.- dice cuando abre la puerta - puedes decorarla como quieras, esta es la contraseña de la computadora, y está es para poder entrar a los archivos - dijo entregando un papel con dos claves. - Gracias- dije y me quedé observando la oficina, era bonita, las paredes estaban de un color marfil y al igual que la oficina de m jefe tenía una pared completamente de vidrio, había un estante con documentos, carpetas y archivos. Asimismo había un cuadro con la foto de una computadora antigua que captó mi atención - Esa fue la primera que se creó- dijo acercándose a mí, no dije nada y seguí observando la oficina.  En el centro había un escritorio con una computadora de última generación, un porta lápices con lapiceros, lápiz y marcadores. Y las carpetas que el señor Lara me pidió ordenar. En una pared estaba colgada una pizarra con anotaciones y por último me fije que también había dos puertas.  - Una de las puertas es para un baño privado y la otra va directo a la oficina del jefe, no se si te diste cuenta, pero esta oficina  es un modelo un poco más pequeña  que la Andrés,-   dijo y levante una ceja por el abuso de confianza, aunque agradecí el dato, cuando estuve en la oficina del jefe no me di cuenta de la puertas. - Tranquila, aquí somos una familia y todos nos tratamos así. - dijo sonriendo y no pude evitar devolverle la sonrisa.  -¿así cómo?- pregunte curiosa. -como una familia, aquí nos tuteamos pero manteniendo el respeto.- me aclaro. - Gracias.- dije. - No hay de que, y bienvenida, ahora te dejo sola para que te familiarices. - dijo dando la vuelta y marcharse. Me senté frente al escritorio, y tome las carpetas para empezar con lo que sería mi primera orden, y aun con la sonrisa más grande que podía tener empecé con mi labor hasta mas o  menos la 1 de la tarde cuando termine.  Las tome en mis manos y con una fuerte bocanada de aire toque la puerta que me separaba de la oficina  de mi jefe, cuando escuche un pase, entre y él estaba de pie mirando por la enorme ventana hacia el exterior. Aclare mi garganta y el volteó y se me quedo mirando con esos ojos azules que me hacían sentir algo incómoda.  - Aquí tiene lo que me pidió.- digo caminando hasta su escritorio y colocando las carpetas en él.  - ¿Tan rápido? - dijo sonriendo.  - si bueno, no era tan difi.... y no termine pues en ese momento mi estómago hizo un sonido extraño avisando que no había comido nada y quise morir de vergüenza,  pues fue tan fuerte que mi jefe escucho, mis mejillas se tiñeron  de rojo enseguida y baje mi rostro para mirar mis manos mientras susurraba un "perdón"  - Me doy cuenta que tiene hambre.- afirmo en tono burlón y mi vergüenza se multiplicó - tranquila, yo también tengo, venga la invito a almorzar- dijo y empezó a ponerse su chaqueta.  - No creo que sea buena idea.- dije para negarme, no es correcto comer con el jefe y menos el primer día de trabajo ¿Qué van a pensar mis compañeros? - Boberías, usted tiene hambre, yo tengo hambre, y ¿Que se hace cuando se tiene hambre? – pregunto encogiéndose de hombros, un gesto tan común pero que en él no se veía ni vulgar ni tan común.   - Comer.- respondí lo obvio. - Pues entonces no se hable más, y ya vamos a comer, además debe acostumbrarse, no será ni la primera, ni la última vez que tengamos que salir a comer... ¡ah! Se me había olvidado pero cuando volvamos le daré un recorrido por la empresa. - dijo y abrió la puerta  como un caballero para que saliera - Espere- dije una vez salimos fuera de su oficina, él se detuvo, yo aproveche y corrí hasta la mía, tome mi bolso y volví a salir.  - No es necesario subir al auto, iremos al que está frente a la empresa, prepara una comida muy deliciosa. - dijo y sonrió al igual que yo.  Llegamos al restaurante y era un lugar muy lindo y tranquilo nada lujoso y eso lo agradecí el ambiente era agradable, una música suave de fondo, bien iluminado, con manteles blancos  y  una barra al fondo, un camarero llego y anoto nuestra orden para después marcharse, en eso mi celular suena, pensé que podía ser Manuel pero después me acordé que él hace tiempo no me llama, ni me escribe, ni nada, solté un suspiro al ver que en la pantalla decía Mónica.  - Hola... dije apenas conteste.  - ¿dime como te fue? ¿Te contrataron? ¿Ya estás en tu casa?- empezó con el interrogatorio sin respirar. - Sí. – respondí con monosílabo. -¿Si, que? ¿Te contrataron?  - Claro que sí. - dije y me percaté que mi jefe me miraba y sonreía. -¡Oh, por Dios! ¿Ya conociste a papi chulo de Andrés Lara?  - Si, ahora mismo estoy almorzando…con él. - esto último lo dije en un susurro. - ¿Está contigo ahora? -dijo emocionada.  - Aja.   - ¡Tienes que contarme todo!- exclamo emocionada - Si claro cuando llegue, chao… Te quiero. - dije y colgué la llamada antes de que siguiera con su preguntadera y me hiciera comentar algo que me ponga en ridículo de nuevo frente al jefe. Sonreí, y guarde mi celular de nuevo en el bolso, para luego volver a prestar atención a mi jefe.  - ¿Su esposo? - pregunto. - ¿qué? No, no, él no era. - respondí.  - Disculpe mi indiscreción pero ¿Por qué se casó tan joven? - Pregunto, por lo visto esto no era un almuerzo común, era un interrogatorio disfrazado.  - Bueno, conocí a Manuel cuando yo tenía 20 años y el 23 después de tres años de relación, pensamos que ya era tiempo suficiente para comprometernos y casarnos, así que hace dos años dimos ese gran paso, pues él me quería y yo lo quiero, así que ese era el siguiente paso. - Mnnn ok, y ¿qué tal va su relación ahora?  - Supongo que bien y ¿usted es casado? Pregunte y después me arrepentí. ¡A mí que mierda me importa su vida sentimental! - No, no estoy casado Karen.- dijo sonriendo.  -y ¿por qué no? Si es un hombre apuesto. - y de nuevo yo y mi gran bocota hablando de más. - Gracias.- pude notar un poco de rubor en sus mejillas. Wow, había hecho que mi jefe se sonrojara. - Simplemente no ha llegado la indicada. –respondió de nuevo encogiéndose de hombros. No volvimos a hablar de cosas personales, nos dedicamos a almorzar tranquilos entre charlas de mi obligaciones como su secretaria y como su asistente personal, me hablo de algunas cenas o tal vez viajes que teníamos que hacer, lo cual me preocupo, no podía irme de viaje así no más, estoy casada, así que le plantee mi inquietud y él dijo que trataría de no necesitarme para los viajes, cosa que le agradecí.  Llegamos a la empresa alrededor de las 2:30 pm. Pero me llevo a hacer el recorrido por la empresa tal cual me había dicho. Empezó por la recepción donde me presento a Marta, y los vigilantes de seguridad, Raúl y Marcos, después me llevo al área de creativa, es allí donde se crea y surgen la ideas de nuevos proyectos, después me llevo al área de diseño, ahí como su nombre lo indica diseñan el prototipo del nuevo producto, después me llevo al área de ensayo y error,  allí se prueba las nuevas cosas creada, luego pasamos por el área producción, donde se crea cada pieza al mayor. Para luego ser llevada al área de ensamblaje, y luego a exportación. Me dijo que no sólo se crean equipos de computación, sino también electrodomésticos, teléfono, Tablet y consolas de juegos, entre otras cosas.  Pasamos casi todo el resto del día en eso, y como a las cuatro de la tarde me dijo que podía marcharme, se lo agradecí y despidiéndome con un hasta mañana regrese a mi casa con una sonrisa en mi rostro y feliz por haber encontrado un empleo como me lo pidió Manuel. 
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD