Capitulo 3 - Me dejo, se fue

2012 Words
Cuando llegue a mi casa eran alrededor de las 5 de la tarde, deje mi bolso en el perchero, quite mis zapatos y los puse a un lado para que no molestaran a Manuel cuando llegara del trabajo, luego si descalza me fui directo a la cocina a preparar una cena especial para dos, para celebrar mi nuevo empleo. Empecé a preparar todo mientras que cantaba una canción en mi mente y movía las caderas al ritmo de la música imaginaria, estaba contenta, al fin seria de ayuda y Manuel estaría menos estresado y así me pondría más atención, tal vez así podríamos reunir y tener un hijo como tanto lo deseo y que él se ha negado por no contar con los recursos económicos. Termine todo y aún era temprano, faltaba media hora para que Manuel llegará, así que tome mi bolso y mis zapatos y me fui a la habitación, saque mi celular y lo puse a cargar luego me despojo de mi ropa y me voy a bañar antes de que mi esposo llegue. Salgo de la habitación, cuando escucho la puerta de la entrada abrirse, corro hasta la sala porque sé que es Manuel, al verlo me lanzó literalmente en sus brazos, la emoción me embarga, tengo trabajo y tengo que contárselo. - Pero ¿qué te pasa?-  Me dice Manuel malhumorado quitando mis brazos de su cuello. - Estoy feliz. - digo y me vuelvo a abrazar a él. - Aja, pero deja de abrazarme, estoy agotado y tengo sueño. - dice volviendo a separarme de él, empezó a quitar el nudo de la corbata y sin mirarme,  decido ignorar lo que me dijo y sigo hablando. - Conseguí empleo. - digo casi gritando aún de la emoción. - Que bueno- dice y lo veo ir al cuarto. - ¿No vas a cenar? Pregunte - No ya comí.- dice y termina de entrar a la habitación, lo seguí unos minutos después y cuando entre lo veo acostado en la cama dormido solo en bóxer, estaba bien casado que ni se bañó.-  Pienso mientras tomo mi celular. Abro el chat del grupo, los inseparables, donde están todos mis amigos -Hola chicos tengo una buena noticia.- escribo. Robert: ¿dejaste a Manuel? Cris: ¿estas embarazada? Karol: ¿Manuel te dejo? - recibí todas las respuesta al mismo tiempo y no sé porque Karol pensó que Manuel me había dejado y porque tiene que ser todas referentes a Manuel y yo, pero no le preste atención, estoy demasiado contenta para preocuparme por eso. Estaba por responder cuando llegó un menaje de Mónica. Mónica: no la bombardeen y déjenla hablar, ¡bueno escribir! Yo: Gracias amiga... conseguí trabajo.... Cris: y ¿Manuel te dejo que buscarás empleo? Robert: ¿no me jodas es en serio? Karol: ya era hora. Mónica: felicidades, te mereces eso y más. Leí todas y como siempre mi amiga Mónica se alegra por mí y bueno Cris y Robert nunca les cayó bien Manuel, dicen que cambie mucho después que me case y que me tiene sometida y Karol, bueno no entiendo su actitud, simplemente Karol es Karol.  - yo: si, chicos tengo trabajo, y gracias Mónica.  Robert: Me alegro por ti...  Cris: felicidades...  Karol: te felicito… Mónica: esto hay que celebrarlo... Robert: Me apunto a esa... Cris: ¿cuándo? ¿Dónde? ¿A qué hora? – pregunta mi amigo como siempre emocionado. Karol: por mí no hay problema. Mónica: este viernes, en el club yardas, ¿a las 9? Cris: perfecto, nos vemos el viernes... Robert: hay nos veremos... Karol: ok. Yo: ok, chicos, gracias de nuevo, nos vemos el viernes. Envié el mensaje. Y ahora como le digo a Manuel que saldré el viernes y si ¿Tal vez él quiera ir conmigo?, espero que sí, hace tiempo que no salimos juntos. Era martes y empecé mi día con la rutina de siempre, pero con una pequeña diferencia, hoy yo también me arregle para asistir al trabajo, -¿amor me puedes llevar al trabajo? – le pregunte ya que los dos salíamos al mismo tiempo de casa. - no puedo.- respondió. -pero ¿Por qué no? – pregunte su trabajo no quedaba lejos del mío y llevábamos buena hora para que ambos llegarnos con tiempo. -  ¡porque no puedo! Tienes que aprender a ir a tu trabajo por ti misma, yo siempre estoy ocupado y no tengo tiempo para perder contigo.- me respondió irritado. - Esta bien, lo entiendo.- respondí y camine hasta la parada donde esperaría al bus,  estaba un poco molesta con él por su negativa a llevarme ¡por dios! No iba a perder mucho tiempo, es por eso no me despedí con un beso, que sufra mi rechazo. No pensé más en el asunto y me concentre en mi día de trabajo, tenía que dar lo mejor de mí, el asunto con mi esposo lo hablaría cuando llegara a casa. 5 de la tarde y salgo casi corriendo el trabajo, se me hizo un poco tarde por terminar unos documentos, salgo a la calle y no lo pienso para subir a un taxi que casualidad pasaba por allí, le doy la dirección de mi casa y respiro tranquila cuando empieza la marcha. Cuando ingreso, respiro tranquila y doy gracias a dios que Manuel aun no llega, así que dejo mi bolso encima del mueble y los zapatos a un lado y corro a la cocina a preparar la cena. Estoy tan concentrad que ni me percato de la hora, termino y como estoy muerta de hambre decido comer y no esperarlo, una vez termino, recojo mis cosas que deje regada en la sala y subo a mi habitación, me doy un baño, y me poco ropa cómoda para esperar a Manuel. Me ubico en la cama y cojo un libro para entretenerme, empiezo con la lectura pero mis parpados pesan, lucho por no dormir y esperar a Manuel pero es misión imposible, no sé en qué momento me duermo, solo sé que despierto al día siguiente con el libro en mi pecho y Manuel dormido a mi lado como siempre dándome la espalda.   Me levanto y como todos los días hago la misma rutina, solo que esta vez tengo que botar la cena de anoche ya que por lo visto Manuel no comió, ni me despertó para atenderlo. Como hicimos el día de ayer cada uno se fue a su trabajo, decidí no decirle nada por su negativa de ayer, yo llegaría a mi trabajo por mis medios. -*-* La semana paso, tranquila, en el trabajo todo iba normal, y más feliz no podía estar, aún no habían tenido cenas ni viajes por lo que me sentí más tranquila, Elizabeth me tenía hasta un apodo, (sonrisa) porque decía que no paraba de sonreír en realidad es que mi vida no podía ir mejor, tenía un trabajo un esposo una casa y buenos amigos, por eso sonreía tanto. Hasta mi jefe me sonreía y me trataba bien. Ya era viernes, hoy era la salida con los chicos y me encontraba en casa esperando a Manuel, ya eran las 7:30 pm y el aun no llegaba. Decidí subir a mi habitación y cambiarme de ropa y así dar tiempo a que apareciera, el cómo cosa rara no quiso acompañarme, pero me permitió salir con mis amigos. Termine de arreglarme, mire la hora y era las 8:30, faltaba media hora para verme con los  chicos y el nada que aparecía, faltaba 15 minutos para las nueve y decidí no esperar más, tome mi bolso, las llaves de mi casa y el celular y salí cerrando todo. En el camino decidí mandarle un mensaje a Manuel - yo: me fui con los chicos, nos vemos cuando llegue, te amo... escribí y envié, dure unos minutos con el celular en la mano pero no recibí respuesta, así que lo guarde en mi bolsa. - Disculpen chicos por la tardanza.- Dije apenas los encontré dentro del club. - Tranquila.-  dijo Robert acercándose para saludarme y felicitarme por mi empleo, seguido de Cris y de Mónica. Los mire a los tres, eran más que mis amigos, eran mis hermanos, Mónica es una diosa, con ese cabello rojo, pecas en la cara y esos ojos verdes, escultural cuerpo, de mi altura más o menos, y con unos grandes sentimientos, pero tan sincera que a veces incomodaba con su franqueza. Robert es moreno, alto, ojos color negros, un poco musculoso y con esa voz tan ronca de locutor que enamora, fuerte de carácter, pero tierno a la vez. Y Cristopher, o como todos los conocen Cris, él es un amor de persona, todo un romántico, alto, delgado, blanco, cabello n***o y ojos marrones oscuro.    - y ¿Karol? - pregunte al darme cuenta que no estaba. - No sé, tal vez llegue más tarde. -dijo Cris como siempre tratando de excusar a todo el mundo. - ¡Por mí que no venga! - dijo Mónica y la mire mal. - a mí me da igual.- dijo Robert indiferente. No preste atención y seguimos la noche tranquila entre risas, bebidas y bromas. Eran alrededor de las 2 de la mañana cuando regrese a mi casa cansada pero feliz por la maravillosa noche que pase con mis amigos,  entro y todo está oscuro, voy a la cocina y encuentro todo tal cual lo deje, la comida que le deje a Manuel encima de la mesa, el jugo dentro del refrigerador, suspiro, ¡llego sin hambre nuevamente! - pienso-  lanzó la comida al bote de basura y pongo los platos sucios en le lavaplatos, para luego subir a la habitación. Mi sorpresa en grande al ver que mi cuarto está vacío. ¿Dónde está Manuel? Me pregunto, busco en el baño y no está, así que decidí llamarlo. Uno, dos, tres repique y no contesta, vuelvo a intentarlo y nada, espero unos minutos y vuelvo a intentarlo, el número que usted marco, está apagado o fuera del área de cobertura. Me dice la voz de la telefonía. ¿Y si le pasó algo? ¿Y si lo secuestraron? Pienso, sacudo mi cabeza para sacar eso pensamientos, no, seguro fue que se entretuvo y no se ha dado cuenta de la hora, me aliento y alejo esos pensamientos pesimista de mi mente, así que un poco  más tranquila decido cambia mi ropa por una más cómoda, pero al abrir el armario me llevo un gran sorpresa... revisó cada cajón, cada rincón de la habitación y es lo mismo, sus cosas no están. Tomo mi celular y vuelvo a intentar llamarlo, pero otra vez la maldita voz que me dice que no me contestará por estar apagado el teléfono. Lanzó el celular contra la cama y empiezo a llorar, Manuel no podría hacerme esto o ¿sí? No claro que no, el me ama, sé que ha está un poco distanciado, pero, es por el trabajo nada más. Vuelvo a tomar el teléfono con manos  temblorosa e intento llamar nuevamente, pero nada, la misma respuesta. Lloro más fuerte -esto no me puede estar pasando a mí – Pienso mientras apretó el teléfono fuertemente, como si el tuviera la culpa de algo. Resignada tomo el teléfono y lo llevo a mi oreja nuevamente... uno, dos, tres, cuatro repique hasta que contesta. - ¿Karen? Pregunta del otro lado de la línea, no digo nada solo lloro. - ¡Karen! ¡Por el amor a Dios! ¡Dime! ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? ¿Es Manuel? ¿Te hizo algo?- pregunta y sigo sin decir nada, solo lloro a un más fuerte al escuchar su nombre. - ¡Karen Margarita Flores!.. Si no me dices en este momento que mierda te paso, juro que voy y te... - Manuel, me dejo... digo cortado su amenaza, tratando de controlar mi llanto para poder hablar. -¿QUE?- Grita Mónica. - Lo que escuchaste.- digo entre lamentos.- Manuel me dejo, se fue... no están sus cosas... me dejo Mónica, me dejo... 
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