Son las cuatro de la tarde, durante la última hora he fingido tener una fuerte jaqueca y zumbidos en mis oídos, aunque creo que preocupé a Lex lo suficiente como para que se viera en la necesidad de llamar a Patrick para que la hiciera de mi niñera, Eres perversa, Thorn. —Bebé, ¿Quieres que te traiga un analgésico? —Estaré bien, Lex —respondo con voz fingida en un lamento. —Patrick me dijo que vendrá en cuanto se libre de sus negocios ¿Crees poder soportar? O prefieres que te lleve al hospital. —Sabes que en el hospital no me harán nada que no me hayan hecho antes, Lexi. —Cierto —afirma con pesar—. Espero puedas ver a ese amigo de tu novio, al que es médico. —Patrick no es mi novio —señalo sin poder ocultar el ligero sonrojo en mis mejillas, me da una mirada enternecida. —No aun, pe

