Capitulo ochenta y seis: Perder la cabeza

2619 Words

Ya era de día. El sol se colaba entre los cortinajes de lino blanco, demasiado brillante para los ojos enrojecidos de Bernadette. El cuarto, decorado con molduras de oro pálido y cortinas bordadas a mano, parecía tan ajeno a su cuerpo agotado como todo París. Había pasado la noche llorando, en silencio al principio, luego en sollozos breves que desgarraban su garganta. Cada esfuerzo de la noche anterior —las palabras, los susurros, el piano, los besos y las confesiones— le habían costado caro. No podía hablar. Literalmente no podía. La garganta le ardía como si hubiera tragado carbón encendido. El mínimo intento de emitir sonido le provocaba un espasmo en el pecho, y el dolor de cabeza, martillando con la fiebre, no daba tregua. Tenía los labios partidos, los ojos secos y la voz muert

Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD