El otro mejor amigo.

1206 Words
¿Qué tanto sabía Ryan de él? Pues no mucho, en realidad. Era fiscal, eso lo sabía. Aparentemente uno muy importante, con suficientes conexiones para moverse libremente por donde otros encontrarían barreras. No tenía idea de como él y Hernán se habían hecho amigos, pero aparentemente fue una amistad fructífera y profunda. Lo suficiente para que Hernán le hablara de él.             Por lo que había escuchado decir a Javiera, con Richard, Hernán aplicó la misma táctica: mantenerlo alejado de su familia. ¿Por qué? ¿Vergüenza? Sea cual sea la razón, según la propia Javiera existía cierta aversión mutua entre el gran fiscal y la familia Savelli. Quizá cuando tu misión es hacer cumplir la ley, tener a una familia que puede pasarela por donde no pasa el sol, no resulte muy agradable. Quizá había otra razón. Una más personal.             Ryan no sabía lo suficiente de él para tener una opinión clara.             Es curioso saberse reemplazado. Es un pensamiento algo infantil; una de esas reflexiones que transciendes de la niñez y entran al mundo de la adultez, quebrando la barrera de la sabiduría adquirida con el pasar del tiempo, para dejar los sentimientos innatos del ser humano. Es algo intrínseco. Todos saben que sucede, pero nadie quiere verlo. Ryan se admitía reemplazado cuando su título como mejor amigo le fue adjudicado a otro. Como hombre de edad, aceptaba este suceso con toda naturalidad, pero verlo de frente, caminando ante él, era un golpe de realidad.             Tuvo una corazonada.             Ryan lo observó unos segundos e intentó a acercarse a él, ignorando todo pensamiento desfavorable que se le cruzase por la mente             Rodeó varios de los escritorios sin atreverse a llamarlo en voz alta para no llamar la atención. Richard no lo veía, parecía no ver nada, simplemente caminaba moviendo mucho sus brazos y pasando entre las personas como si se estuviera en modo automático. Ryan apresuró el paso esquivando un par de oficiales y logró interceptarlo ante de que entrara a su oficina.             Richard se detuvo en seco, impresionado. Ryan le estrechó la mano notando su incomodidad. Richard parecía apresurado, como quien recibe una visita indeseada y Ryan imaginó que precisamente en eso se había convertido.             ⸻¿Qué desea? ⸻preguntó Richard en todo educado.             ⸻Pues…             Richard tuvo un exaspero muy bien disimulado.             ⸻¿Sabes quién soy?             ⸻Disculpe, ¿nos conocemos?             ⸻Me llamo Ryan Mayz, no sé si Hernán te ha habló de mí.             El rostro de Richard cambió, volviéndose más blando. Pero a la vez, casi sin darse cuenta, evidenciando con un gesto de dolor algún pensamiento. Arrugó la frente y la nariz, y por menos de un segundo, apretó los labios. Tal vez por la mención de Hernán, tal vez por alguna otra razón. Fuese como fuese, Richard parecía de todo menos feliz de verlo.             ⸻Quería hablar unas cosas contigo, Richard.             ⸻No creo que tengamos algo de qué hablar.             ⸻Yo creo que sí ⸻dio un paso adelante. Richard no se inmutó⸻. No quiero problemas, solo conversar un poco sobre Hernán.             ⸻Déjalo que descanse en paz.             ⸻La paz es lo que creo que podría brindarle.             ⸻La paz ya la tiene, Mayz. No se puede hacer nada por un muerto. Se ha ido. Se ha marchado. Vete con él si quieres.             Estuvo a punto de marcharse y lo hubiese hecho si Ryan no lo hubiera sostenido por el brazo. Estaba anonadado. Esperaba como mínimo un acto de educación de parte de Richard.             ⸻¿Estás bien?             ⸻Lo estaré cuando me sueltes.             Lo hizo.             ⸻¿Qué es lo que quieres?             ⸻Hablar de Hernán ‒era sorprendente que aún se le hiciese complicado mencionarlo. Más ante aquella persona, ese otro amigo que ocupó su lugar. Amigo que debía estar tan afligido como él‒. ¿Su s******o no te tomó por sorpresa? ¿Creíste alguna vez que sería capaz de algo así?             No respondió.             ⸻Sabía que era un hombre triste, solitario, con cierto grado de depresión, pero pensé que a su manera se mantenía. Tú has estado más con él en los últimos tiempos. No sé si sabes la razón de que él se haya…             ⸻Ha tenido muchos problemas…             ⸻¿Cuáles? ⸻preguntó casi con anhelo, con desesperación.             Richard seguía viéndolo, ahora si bien no con dolor, sí con fiereza. Lo escudriñaba con sus ojos oscuros, sin tan siquiera parpadear. Seguía apretando los labios y un aspecto de su semblante se puso regio. Una muralla se estaba construyendo ante los ojos de Ryan.             ⸻Si él no te dijo nada, será por algo.             Esa fue la daga que le hizo entender lo verdaderamente solo que estaba. Hernán no le había contado nada. Lo había excluido de su vida y él ni siquiera pudo notarlo. Se convirtió en un recuerdo sin saberlo. Un extraño del pasado que yacía olvidado entre fotos arrugadas y extintas emociones.             Hernán no le dijo nada.             ⸻No sé por qué. Él confiaba en mí.             ⸻No lo parece             Tiene razón.             ⸻Tú debes saber algo.             ⸻Lo que sé es que se fue. Los problemas fueron demasiado para él y… ⸻guardó silencio. Ryan no era el único sufrido⸻. ¿Qué haces aquí? ⸻Richard era extraño. En esos segundos de silencio, un alma de niño cruzaba sus ojos gritando miedos, gritando dolores; pero en un instante volvía a ser un abogado rígido de Zerica.             ⸻Ya te lo dije, hablar contigo.             ⸻Pero no viniste para eso. Estabas aquí desde antes. ¿Por qué?             Se cambiaban las tornas, ¿sería prudente responder?             ⸻Vine a ver a Samuel, él fue otro compañero de clases.             Esta vez fue Richard quien dio un paso adelante. Ryan retrocedió por la sorpresa.             ⸻Yo sé a qué viniste.             ⸻Samuel me dijo que viniera             ⸻Para llenarte la cabeza de mentiras.             ⸻Para hablar de Hernán.             Estaba muy juntos el uno del otro, mirándose a los ojos. Los dos antiguos mejores amigos de un fallecido.             ⸻No eres el primero al que Samuel intenta convencer de una tontería. Una tontería falsa, Ryan. No le prestes atención a Samuel.             ⸻¿Y si lo hago eso te afectaría?             ⸻No tengo nada que ocultar             ⸻Entonces no deberías tener nada que temer             ⸻Pero tú sí. Mcfly es un policía de farándula que solo busca un momento de diversión y tal vez una posible fama. No es la primera vez que lo hace. Si se mete con los Savelli, saldrá mal y te arrastrará a ti con él.             ⸻Creí que no te agradaba esa familia.             ⸻Y no lo hacen, este es un consejo para ti: ignora a Samuel.             ⸻¿A ti qué te importa eso?             ⸻Es un insulto para Hernán que alguien como Mcfly esté fisgoneando en su pasado y en su familia. No lo permitiré. A Hernán no le hubiese gustado.             ⸻Tal vez sí.             ⸻Créeme, lo conozco mejor que tú.             Segunda puñalada.             Richard retrocedió acomodándose con gracia la corbata. Ryan no le quitaba la vista de encima.             ⸻Trato de decirlo por tu bien, Ryan. Nunca he visto que una persona relacionada con Samuel acabe bien, y si descubro que están haciendo algo para ensuciar la memoria de Hernán, pondré cartas en el asunto.             Dicho esto, dio media vuelta y se marchó sin mirar atrás.             Ryan se quedó meditando.             ¿Había algo en el pasado de Hernán que pudiese ensuciar su memoria?
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD