Al salir de la tienda, anunciaron su vuelo y caminó apresuradamente hacia la puerta de embarque. Al llegar, vio que la clase turista del avión estaba llena de nuevo. Se acercó al mostrador y preguntó a la azafata si había asientos disponibles en primera clase. Le dijo que solo había dos personas en primera clase y que todos los demás asientos estaban libres. Sin embargo, el costo adicional era de $1300. William metió la mano en el bolsillo, sacó trece billetes de $100 y se los entregó.
Ella no esperaba que esto pasara. Dijo: «Señor, tengo que llamar a un supervisor; no me permiten aceptar efectivo».
Michael le preguntó si una tarjeta de crédito le facilitaría las cosas.
Ella le sonrió y dijo: "Sí, señor, lo sería".
Le entregó su tarjeta American Express negra. Ella había oído hablar de
