Angie lo miró con interés. Había algo en su forma de hablar, en su tono despreocupado, que no coincidía con la imagen que proyectaba. Parecía como si estuviera contándole una historia de otro tiempo, de otro lugar. - ¿Y tú? - preguntó ella, con un destello travieso en los ojos - ¿Sigues esas tradiciones? Zane dejó su vaso en la mesa y se inclinó ligeramente hacia ella, la luz tenue reflejándose en sus lentes oscuros. - Digamos que soy... más flexible con ciertas cosas. - Su sonrisa tenía un matiz enigmático, casi provocador. Angie no apartó la mirada, intentando ver más allá de su fachada tranquila. Había notado que Zane siempre parecía estar midiendo sus palabras, como si filtrara cuidadosamente todo lo que decía. - Eres un tipo raro, ¿Sabes? - dijo finalmente, removiendo su té con l

