La fiesta
En el hotel imperial el más lujoso de ciudad Lio, bajaba de un auto de lujo un hombre con un traje gris hecho a medida sus zapatos de cuero relucientes y su peinado impecable. El hombre era sumamente apuesto, pero frío como un témpano de hielo rodeado de un aura intimidante, era el heredero y jefe de la gran familia de Anda, dueños de la cadena hotelera Imperial los mejores hoteles del país y algunos en el extranjero. Su nombre es Luis De Anda, ese día fue personalmente a supervisar qué todo estuviera en orden. Sería la fiesta de cumpleaños número 20 de su hermana menor; Daniela De Anda una chica hermosa y demasiado inteligente, a su corta edad ya se había graduado de la universidad por la facultad de medicina.
—Señor de Anda, bienvenido todo está como lo pidió. - le dijo el señor Siro el gerente del hotel.
—Perfecto, no quiero ningún error, vendrá mi abuelo y el no perdona las fallas en la logística, lo saben bien.
—Por supuesto señor todo está como lo solicitaron, venga conmigo a verificar.
Caminaron al gran salón diamante el salón más grande y lujoso del hotel, todo estaba en su lugar y ordenado. Pues ese día no solo celebrarán un cumpleaños si no también un compromiso, aunque Luís no estaba de acuerdo ya qué el decía que su hermanita era muy joven y le faltaba vivir, el cumpliría todos sus deseos y si ese era casarse lo haría realidad.
Luis llamó a su abuelo para conocer la hora de llegada. Pero era una sorpresa para toda la familia ya que nadie se esperaba su regreso una sorpresa no muy agradable para todos.
A pesar de ser el abuelo de la familia de Anda era un hombre fuerte y de buena forma, a sus setenta años se conservaba muy bien, el había dejado el cargo de la familia a su nieto ya que su única hija era una inútil y su yerno era un codicioso que nunca mostró cariño por su nieta.
La familia De Anda era de las más poderosas de la ciudad. Sus integrantes eran el gran señor Daniel De Anda, su hija Karina De Anda, su yerno Joel De Anda, que al no tener un apellido prominente y pensar en su beneficio decidió cambiarlo a De Anda, pensando que así su suegro lo pondría a cargo de los hoteles imperial , pero se equivocó.
Y sus tres nietos Luís de Anda de 30 años, Mariel de Anda de 25 años y la menor Daniela de Anda.
—Abuelo ¿A que hora llega tu vuelo?
—¡Llegará justo a tiempo! Tu no te preocupes, no les avises que iré. Veamos como se comportan al no estar presente.
—¡Entendido abuelo!
—Le envié un regalo a Daniela, qué lo use hoy, lo mande hacer exclusivo para ella.
—Llamaré a casa para ver si llegó.
En la mansión De Anda, todos estaban muy relajados parecía que no habría nada el día de hoy. Hasta que llegó la llamada de Luis y puso a todos nerviosos.
Luis no era una persona cálida y mucho menos con su familia ya que no le gustaban ciertos comportamientos por parte de sus padres y Mariel. Llamó al teléfono de la casa directamente.
—¡Casa de la familia De Anda!
—Soy Luís, comuníquenme con Karina por favor.
—Enseguida señor.
La mucama se dirigió a Karina qué en ese momento bajaba las escaleras,
—¡Señora, el señor Luís, está en la línea.
De inmediato tomó el teléfono, Karina adoraba a su hijo a pesar que el se dirigía a ella por su nombre y con un dejo de desprecio. Pero todo tenía un porqué.
—¡Hijo! Dime
—Están listos para hoy, Karina no quiero que hagan sus movimientos turbios y los quiero listos a tiempo. Si el abuelo hace video llamada a Dani y no están presentes ¡no los cubriré!
—Hijo, no me llames así, soy tu madre me duele que me llames por mi nombre.
—Así te llamas, y da gracias que te sigo hablando, si por mi fuera hubiera roto toda relación con personas como ustedes. ¡Los quiero a tiempo!
Con eso Luís terminó la llamada. Al revisar que todo estaba perfecto, se dispuso a retirarse.
—Señor, tiene alguna otra indicación.
Le pregunto Mat su asistente.
—Ninguna, puedes irte y nos vemos a las 8 aquí.
—¡Entendido jefe!
En la mansión ya eran las 5 de la tarde cuando llegaron un grupo de 4 personas contratadas por Luís para asistir a su hermanita y ayudarla a ponerse hermosa.
—¿Quienes son ustedes? —Mariel les dijo con tono arrogante.
—Mi nombre es Jul y ellos son mis asistentes, nos contrató el señor Luis de Anda para arreglar a la señorita Daniela.
—¿Qué? Como es posible que sea para Daniela. ¿Y yo? —con una sonrisa maliciosa les dijo.
—Está bien, pero primero me arreglaran a mi después a la insípida de Daniela.
—Lo siento señorita, pero a mi me contrataron para la señorita Daniela, si quiere nuestro servicio, tendrá que ser después de ella.
—¿Quien se creen que son? Esta es mi Casa y las ordenes aquí ¡las doy yo!
—Estas muy mal niña, las ordenes las doy yo, y si no te gustan lo siento.
Una voz fría llegó desde la puerta de entrada, Luis llegaba con sus manos en los bolsillos del pantalón con un aire de grandeza y frialdad qué imponía miedo y respeto a la vez.
—Luis, lo único que quiero es que me arreglen a mi también, ¿acaso no soy tu hermana? Solo consideras a Daniela.
—¿A caso te comportas como una hermana? Si quieres será después de Dani y es todo lo que diré.
Mariel se quedo parada en su sitio apretando los puños del coraje, sus uñas se clavaban en sus palmas dejando una ligera marca, pero ella no sentía el más mínimo dolor.
—¡Síganme! Los guiaré a la habitación de mi hermana.
Subieron y cuando llegó a la habitación tocó la puerta para poder entrar... Y ahí estaba una hermosa y delicada mujer de cabello largo, piel blanca y unos ojos marrones demasiado expresivos, cuando lo vio entrar corrió a sus brazos llamándolo con demasiada ternura.
—Luis... Estas aquí.
—¡Feliz cumpleaños! Princesa. Esta noche serás la reina de la fiesta.
Lo dijo sacando una caja de terciopelo de su bolsillo se lo entrego y cuando lo abrió se quedó totalmente sin habla.
Era un collar hermoso con tres pequeños rubies en forma de gotas en caída.
—¡Gracias! Te adoro hermano.
—¡Y yo a ti princesa! Bien, estas personas te dejaran más bella de lo que eres, así que los dejo, nos vamos a las 7 tenemos que estar allá antes de las 8.
—Entendido señor de Anda, su hermana estará lista.
Hicieron su magia y arreglaron a Daniela con poco ya que tenía apenas 20 años y su belleza era natural e incomparable no había mucho que hacer, cuando una de las mujeres sacó el vestido para ayudarla se quedó muda.
Era un diseño exclusivo de un reconocido diseñador era ¡Bellisimo! Un vestido n***o sin mangas, corte sirena con un ligero escote en v, debajo del busto tenía ligeras aplicaciones en diamantes, y en el dobladillo tenía la misma aplicación, era tan elegante que no podía pensar si quiera en tocarlo por temor a dañarlo.
La ayudo a ponerlo y su peinado en un moño un poco despeinado hacia un look perfecto.