Perla
No sabia bien como expresar lo que sentia, tal vez todo va mas alla de mis miedos, de mis traumas, pero no podia dejar de pensar en que no era la mujer indicada para Daniel.
La pasábamos bien, teniamos una conexión casi única, pero había cosas que yo no podia darle y que otras mujeres si.
Yo no pensaba en un compromiso estable y eso estaba mal porque el si lo hacía, lo amaba estaba segura de eso, pero cada vez que intentaba dar un paso, algo sucedía que me hacia retroceder al menos 3 pasos.
-Necesito ir a terapia de nuevo- mencione mientras estábamos acostados, Daniel me sujetaba de la cintura mientras me acercaba a su cuerpo, habías ido a su nuevo departamento, no lo habia comprado pues creía que cuando se casara necesitaba una casa mas amplia, pero este departamento era increíble, tenia unas hermosas vistas y resultaba cómodo pasar tiempo aqui.
-¿Las pesadillas regresaron? - pregunto y yo suspire
-Lo han hecho- no mentía, en algunas ocasiones me costaba dormir y es que todos los recuerdos volvían y me atormentaban de una manera que no creía posible
-¿Podras decirme que es lo que pasa? - pregunto y yo negué
-No creo que sea el momento, hay cosas que no he terminado de asimilar y no quiero hablar de ello- asegure y el suspiro
-¿Sabes que no estas sola verdad cielo? - pregunto besando mi cabello y yo asentí
-Lo se, pero creo que todo debe ir a su momento, debemos llevar un ritmo y creo que debo poner orden en mi vida- no mentía, en ocasiones quería huir de todo lo que sentia, queria alejarme de todos y poder aclarar lo que sentia, pero me era imposible, el cariño que sentia por todos me impedía alejarme
-Trata de dormir, yo cuidare tus sueños cielo- aseguro y yo asentí sin animos mientras cerraba los ojos y dejaba llevarme por el sueño.
-Solo quiero que te vayas- menciono mi abuelo mientras mi abuela sonreía
-Hemos estado casados durante mucho tiempo, ¿Porque me quieres mantener lejos? - pregunto molesta- Esta familia es tan mía como tuya, tengo el mismo derecho- aseguro y mi abuelo suspiro
-No pensabas lo mismo cuando le diste la espalda a tu hija, te recuerdo que Megan era tu hija, Karen no era más que tu sobrina y la preferiste más que a tu hija- le recordo, mi abuelo, estaba asustada y no queria salir de mi escondite, mis padres fueron a trabajar y mi hermano estaba en su cuarto jugando videojuegos con Daniel y Santi, yo había querido jugar con ellos pero no me habian dejado asi que baje a la cocina por un juego, pero al ver que estaban discutiendo me escondí detrás del sillón
-Karen estaba sola, sus padres se fueron y la dejaron a su suerte, no podia dejarla sola, en cambio Megan mató a su hermana, ella es una asesina- menciono molesta
-Deja de hablar asi de nuestra hija y abre los ojos, Megan no tuvo la culpa de nada, tampoco tu o yo, ella solo tuvo la mala suerte de estar donde no debía, es mejor que te vayas porque si sigues pensando asi de tu hija no tienes derecho a venir a reclamar algo que no mereces- sentenció y ella suspiro pesadamente
-Esto no se va a quedar así Esteban, voy a recuperar a mi familia, estare al lado de mis nietos aun cuando tenga que deshacerme de ti para lograrlo- amenazó antes de salir de la casa.
Me levante alterada, mi corazón latia con fuerza y no podia respirar con normalidad, los recuerdos volvían con mas fuerza que antes y no me gustaba tener esta extraña sensación en mi pecho, no me gustaba para nada lo que sentia.
-Ven aqui cielo- los brazos de Daniel me rodearon mientras yo sollozaba un poco en su hombro no dijo nada mas, solo espero a que me tranquilizara mientras acariciaba mi cabello lentamente.
Poco a poco mis sollozos se fueron calmando y termine por quedarme dormida de nuevo contra sus brazos.
Al día siguiente me desperté temprano, el aun seguía dormido así que intente no despertarlo y tome mis cosas para vestirme y después ir a la cocina, tome mi movil y busque el numero de la terapeuta.
Lo pensé varias veces antes de tomar una decisión y es que yo había ido a terapia muchas veces, pero deje de ir hace unos años porque creía que solo me hacia mas daño ir y recordar todo lo que habia pasado.
Todas las veces que fui a terapia jamás conté nada de lo que habia pasado en casa hace muchos años, no tenía el valor para hacerlo y creía que no importaba seguir yendo por algo que no ayudaría en nada.
-Perla, es un gusto escucharte de nuevo- menciono la terapeuta
-Doctora Rezo espero que este bien- mencione y ella sonrió
-Lo estoy, pero la verdadera pregunta es ¿Como estas tu? Tienes mucho tiempo que no vienes- mordí mi labio un poco antes de mirar hacia la habitación y luego suspirar
-Si, bueno he estado muy ocupada, pero estoy bien o eso creo- tome aire- La verdad quisiera verla- mencione bajo y ella sonrió
-Tengo cita para dentro de una semana, ¿Te parece bien? - pregunto y yo asentí
-Si me parece bien- asegure aun sabiendo que si los días pasaban y no quería hablar de esto con alguien no iría
-Entonces te veo aquí tenemos muchas cosas de que hablar- aseguro y yo asentí antes de terminar la llamada.
Me sente en uno de los bancos de la barra y suspire mientras cubría mi rostro con ambas manos, no sabía si realmente quería hablar de esto con alguien pero tal vez podría intentarlo.
Prepare el desayuno para Daniel y coloque una nota en la mesa donde le agradecía la hermosa noche y que me disculpara si tenía que irme pero debía hablar con alguien y sería bueno ir con la única persona que podría escucharme.
Pedi un taxi para que me llevara a la clínica y conforme pasaba el tiempo mis nervios aumentaron, pero aun asi no dude en entrar apenas y llegue.
Mi abuelo estaba ahi, conectado a unos tubos mientras las marcas de edad llenaban su rostro y su cabello.
Tenia conectado desde hace 5 años, habia sufrido un paro cardíaco, pero tenía complicaciones mas severas, envenemiento, eso habia complicado su salud y tenía que vivir conectado de un respirador artificial, muchas veces iba a casa con nosotros, otras el decidía quedarse aqui para mejor cuidados, pero a mi me seguía doliendo verlo así.
-Hola abuelo- las lágrimas abandonaron mis ojos para recorrer mis mejillas en cuanto lo vi, su rostro se iluminó con una hermosa sonrisa y no dudo en extender su brazo hacia mi- ¿Como te sientes abuelito? - pregunte mientras me acercaba a el y aceptaba su abrazo
-Estoy bien mi amor, ¿Como estas tu? Veo miedo en tus ojos, ¿Te pasa algo? - pregunto y yo sonrei
-Estoy bien, es solo que las pesadillas han vuelto- asegure y el suspiro mientras acariciaba mi cabello
-Tienes que hablarlo con alguien hija, dejar que todo lo que llevas guardado salga- aseguro y yo negué- Yo estoy bien y se llevo un juicio con todo lo que paso, pero mi niña, han pasado casi 17 años, tienes que dejar que tu corazón se libere- menciono y yo negué
-No puedo abuelo, hay cosas que no sabría como explicar, lo que se contó en aquel juicio fue solo un poco de lo que tuve que ver, no puedo simplemente hablar y esperar que nada pase- las lagrimas seguían corriendo por mis mejillas
-Tu no tienes la culpa de nada pequeña, eres tan buena como tu madre, debes ser feliz, dejar que la felicidad llegue a ti, olvida el pasado, hay cosas que no podemos cambiar nunca, debes soltar lo que te hace daño y tomar las cosas buenas de la vida, tienes que se feliz y aprender a que eres un ser maravilloso- limpio mis mejillas, pero no era sencillo.
Lo que tuve que vivir al lado de mi abuelo fue una experiencia que ninguno de los dos imagino, algo de lo que solo se conoció una cuarta parte de la historia, donde el resto solo me marco y no me permito continuar con mi vida con normalidad