Por otro lado, Alexander terminó la junta con aquellos hombres y se quedó pensativo porque ahora no solo necesitaba una novia para deshacerse de su ex Brigitte, si no una esposa para que lo tomaran en cuenta grandes accionistas. Entonces, estando en su lujosa oficina sentado en su gran silla de cuero moviéndose de un lado a otro, tocándose su barba con una mano pensaba: «Sé que Jesse me dice que me olvide de Ivanka, pero la verdad pienso que ella es la perfecta para todo esto. Sé que es algo explosiva pero yo la puedo domar. Si he domado yeguas salvajes, ¿porque no una mujer que es para mí conveniencia? Las gritonas son las más dóciles una vez que las domas.» Luego, el hombre vio un mensaje de texto, y era de su tío Charlie quien le encontró el contacto de aquel edificio donde Ivanka que

