El día que se supone que que lleno de felicidad, pasa por incertidumbre, Dante llega a los 33 años pero a la vez debe superar una prueba que su loca familia impuso. Esta mañana pudimos compartir un momento agradable, Ofelia muy amablemente preparó un pastel, sé que Dante se sintió un poco incómodo pero fue suavizando su rostro, al final todos terminamos llenos de crema pastelera. El tuvo que ir a su compañía mientras yo me quedé en casa, estaría con los niños prácticamente escondidos en la habitación, Dante fue enfático en que no debíamos salir, él desconfía de su familia y tenía razón. El ruido en el pasillo se hacía cada vez más fuerte, tome a mis hermanos y los llevé al baño, el lugar era bastante grande y podría protegerlos. -Niños van a cerrar la puerta con llave, no saldrán si no

