CAPÍTULO 6: TRAICIÓN NARRA IAIN REDFIELD Una risa de diversión se escapó de mi boca. No podía creer que otra vez, una mujer había causado aquel efecto en mí y me había enamorado con una mirada, al punto de querer poner el mundo a sus pies y querer lanzarme de cabeza al precipicio de las locuras, por ella. La filosa hoja del cuchillo brilló cuando la blandió en el aire, apuntando a mi yugular para matarme. Estaba seguro de que todavía no había podido ver mi rostro, porque lo mantenía oculto entre la penumbra. No quería que me viera, no quería que supiera quién era yo realmente, porque tenía que ganarme su confianza y si sabía que era uno de los enemigos de su hermano y uno de los hombres que había perpetuado aquel atentado contra los suyos, jamás lo iba a lograr. En un rápido movimient

