Eva

1219 Words
En el viaje hacia el sitio de la reunión, vimos una nueva tienda inaugurarse... vaya sorpresa cuando veo que es uno de los miembros de nuestra familia. Me provoco la sensualidad del helado y quise probar un poco de el antes de irme a meter de cabeza a un sitio donde jamas me gusto entrar, pero los ancianos repetían día tras día que ese era el lugar correcto para alguien como yo y que debía hacer crecer mi fortuna, no solo debía casarme con alguien con la misma cantidad de dinero que yo o tal vez mucho mas de lo que yo tenia (era prácticamente imposible las tierras y la riqueza de mi familia era sumamente amplia cosa que nadie podía traspasar así como así) pero no quería eso, quería ser amada sin importar el que opinen de mi, es algo que llevo repitiendo años a mis jefes mayores. ―Se ven deliciosos esos helados― comente a Eva casi babeando pegada a la ventana del vidrio y provocando casi la destrucción de millones de autos pues frene en seco y me dispuse a tomar uno― vamos a comer uno al menos, con uno solo me basta ¿entiendes? ―Perderás tu silueta de Miss pero vamos, me gusta complacerte pero no mucho con dulces. ―Vaya amiga eres, pero no estas tan mal... ― sople el mechón de mi cabello que estorbaba mi visión― voy a estacionar el auto. ―¡Dale gorda!―comento Eva aguantando la risa que tenia flojo su estomago― harás ejercicio durante toda una semana seguida sin descansar― añadió con una sonrisa malévola. ―Pues déjame decirte que con todo lo que tengo que hacer es mas que suficiente para bajar un simple helado. Di retroceso al auto y me estacione plácidamente mientras toda la gente me veía salir del auto con cara de susto, sabían que me iba a acercar a Ronald y pedir mi helado... el primer helado tan esperado por la multitud. Pero como soy egoísta y no muy buena persona seria la segunda en tomar el helado después de que una pequeña niña de ojos café con unos 5 años de edad reciba el primer bocado. (...) El silencio de la multitud sobre esa acción dijo mucho a respecto sobre mi familia y quienes me educaron, soy reconocida por la fortuna de mi familia y muchos medios de comunicación no opinan o mismo que tantas personas ven, solo nos catalogan a todos por igual y no ven la diferencia entre todos. Pero, siempre existe la verdad y Eva se a encargado millones de veces de hacerles saber que existe, que nuestra familia no es de los del tipo imponentes que buscan resaltar entre los demás pisoteando a gente humilde y buena para conseguir sus metas. ―Hola... ¿me recuerdas?― le pregunte a Ronald sonriendo con los ojos abiertos de par en par― espero que si por que deseo probar tu helado y tengo prisa― me sonroje. Por supuesto que sonrió de par en par dándome un abrazo, fue dentro un momento invitándome a entrar, bajo la manigueta de la maquina e hizo un espiral, puso caramelo y chocolate, mi boca se hacia agua yo realmente lo quería y justo cuando me lo iba a obsequiar fu directo a la puerta donde yacía la niña pegada al vidrio tratando de ver con sus ojitos lo que sucedía detrás del cristal con su delicioso helado. Ella paso muy deprisa y con voz suave pregunto: ―¿Es mio? ―Si, es tuyo pequeña― respondí agachándome fijándome en su amplia sonrisa de satisfacción― ve por el helado y yo cogeré el siguiente ¿esta bien? ―Gracias señorita― sonrió dándome un gran abrazo para yo devolverlo en cuestión de segundos― espero tu helado este tan rico como lo estará el mio. ―Se que así sera pequeña, ahora corre o se derretirá― palmee suave su pequeña espaldita incitándola a que no dejara derramar su helado en la espera de otro abrazo. La pequeña niña tomo su helado y corrió hacia sus padres quienes me veían muy impresionados por mi acción tan poco vista. Seguramente pensarían que la correría y me comería el helado de un bocado solo por ser rica, vaya error. ―Sigues igual querida― comento Ronald plantándose a mi lado poniendo su cabeza encima de la mía mientras sonreía― las buenas perras nunca cambian cuando las domestican. ―Tu lo has dicho... soy una buena perra― carcajee. ―Bueno, gracias por ser así― agacho su cabeza― no vayas a cambiar nunca la forma en que eres― añadió. ―Jamas bebe― le di un sorbo a mi helado― hablamos luego― sacudí mi mano dándole una sonrisa para luego seguir mi camino. En menos de una fracción de segundo ya tenia a Eva gritándome al oído que moviera mi trasero por que íbamos tarde a la reunión. ―¡Yo manejare!― grito Eva desde el asiento delantero del conductor― tu te detienes cada nada. ―Ni muerta... levanta tu trasero o lo levanto yo― grite mientras mis pechos rebotaban casi queriendo salir de mi blusa― y si no te bajas te bajare yo ¿entendiste? ―¡Comprendido jefasa!― abrió rápidamente la puerta de mi auto y subió al asiento del acompañante del conductor― vamos que tu familia estará muy enojada. ―No lo dudo... En el transcurso del camino hablamos de todo un poco: ropa, zapatos, dinero, hombres, ex, dulces y de muchas cosas mas. Mi familia al inicio de mi amistad con Eva estaban totalmente en contra, no sabia que pasaría conmigo si ella llegaba con sus malas mañas a corromperme, así es como lo decían. Pero no sabían toda la historia de Eva. Ella fue una niña maltratada por sus padres, abusada, golpeada y violada por mucha gente. Sus padres cundo supieron que yo era su amiga querían estafar a mi familia sacandoles dinero y objetos lujosos para alimentar sus vicios mientras ella moría de hambre día tras día. Un día cuando salimos a jugar en el patio trasero vi como su padre le daba un golpe por no tener dinero para fumar un cigarrillo, tan solo era una niña ¿como podría tener dinero una niña? si no sabia ni como se llamaba un perro en ingles... le pedí a mi guardaespaldas que lo llevara lejos y platique con mi familia sobre este asunto, al inicio no fue nada fácil y Eva se sentía culpable al igual que una inservible por todo lo que sucedió... jamas olvidare sus palabras, fueron las mismas que me hicieron batallar hasta que la viera en perfecto estado: ―No tienes que preocuparte por mi, estaré bien de todos modos y alguien me querrá. ―Yo te quiero, ¿me entendiste? así que déjame hacer caso a mi corazón, lo que vives no es correcto y eres mi mejor amiga así que olvídalo, JAMAS ME RENDIRÉ ¿ENTENDISTE? Y luego de eso, logre salir victoriosa. Ella se quedo conmigo, logre siendo apenas una niña encarcelar a sus padres, prometí hacerme cargo de ella y desde aquel día hasta hoy ella a sido mi mayor alegría.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD