Después de despedirme de Lía y acompañarla hasta la puerta de casa, salí a regar las plantas. No es como que haya muchas plantas afuera, solo un limonero, un rosal y 3 naranjos.
Mamá y papá siempre los riegan a esta hora, lo harían ellos a esto, pero después de que papá nos dejó a mí y a Lía en la universidad, se fueron de viaje y seguramente vuelvan mañana en la tarde. Mientras escucho el ruido del agua cayendo hacia la tierra del limonero y ese exquisito aroma a tierra mojada invade mi nariz, escucho un leve gruñido y alzo mis ojos enseguida, dejando de regar el limonero para mirar hacia el frente, pero no veo nada. Por un momento creí haber visto a alguien, pero quizás solo era la silueta del árbol.
- Lea, seguramente sea el gato de la vecina, relájate y ve a descansar, mañana hay muc
