- De acuerdo, confío en ti, sé que no me mentirías nunca - digo y vuelvo mi mirada al celular, tengo un mensaje de mamá y antes de leerlo prefiero ir a casa y hablar con ella - Lía, escucha voy a casa a bañarme y después vengo y me ayudas a elegir la ropa para ponerme mañana, ¿sí? - digo y Lía se sobresalta, pero asiente rápidamente y sonríe nerviosamente. Es extraño ese comportamiento en ella, pero no digo nada y me voy. Vivimos cerca, mi casa queda a media cuadra de la de ella, aún hay luz. No me gusta andar sola en la calle cuando es de noche, el barrio es tranquilo, pero últimamente siento que me vigilan constantemente y es horrible. Llego a casa y, cuando abro la puerta, encuentro a mamá cocinando, papá mirando fútbol y unos amigos de mis padres. No me percaté de que ellos estaban aq

