Salgo de clases y me dirijo a uno de los casilleros que está cerca de la entrada para hablar con Lía sobre esta noche. Habíamos quedado en salir hoy para una noche de chicas, pero al llegar a los casilleros ella no está, seguramente esté en el baño. Es típico de ella irse al baño antes de cada conversación importante. Escucho que me silban y miro hacia el costado, pero no veo a nadie; sin embargo, cuando vuelvo mi mirada al frente, veo a Bástian y mi corazón comienza a latir desenfrenadamente e intento calmarme, estoy a solo dos metros de él y necesito respirar hondo para no hacerle ver mi nerviosismo, camino más lento, pero a fin de cuentas llego y me paro frente a él tomando las agarraderas de mi mochila. - Hola, Lea - dice. Y del nerviosismo que estoy teniendo, salto en mi lugar y mi c

