UNA FIRMA Y UN PAPEL

CAPITULO 1

BRENDA

Me despierto como de costumbre y me dirijo al baño para poder darme una ducha e irme a la universidad.

Este es mi primer año en la universidad, al inicio me costó mucho adaptarme, pero estudiar medicina es algo que me apasiona y solo por eso lo sigo haciendo.

Siempre he querido ser doctora, y mis sueños se cumplirán en unos pocos años.

Término una ducha de 5 minutos y me dirijo a mi closet, para poder vestirme y salir volando a la universidad. Me visto con un jean rasgado, un polo blanco ancho y unas zapatillas blancas. Mi cabello lo amarro en una coleta alta y solo me aplico corrector. Salgo de mi habitación no sin antes dejar todo limpio y ordenado.

—Buenos días nana — saludo a Beatriz la que es como mi segunda madre

—Buenos día mi niña

—Nana, hoy solo tomare un jugo de papaya — le digo y ella me ve con una mirada reprochadora.

—No mi niña, usted tiene que comer más, está en pleno desarrollo — me dice, pero ella sabe que mi desarrollo ya quedo en el pasado.

—Nana, sabes que estoy a dieta, solo dame el jugo porfas.

Mi nana rendida me da el jugo y me lo tomo rápido, hoy tengo que llegar rápido a la universidad porque Max me dirá algo y creo saber que es, pero no quiero pensar de más.

—Buenos días, William — saludo al chofer

—Buen día señorita Brenda — me saluda cortésmente William

Estoy a punto de subirme al carro, pero mi padre me hace una señal.

—Hija, y para tu padre no hay un beso de despedida

—Obvio que si papi — digo acercándome para darle un abrazo.

—Hija, hoy por favor no llegues tarde, tengo que hablar contigo apenas llegues de estudiar.

—Si papá, no hay problema, yo llegare temprano

***

Al llegar al colegio Max no me dijo lo que yo esperaba...

Yo pensé que me diría que, si quiero ser su novia, pero sucedió todo lo contrario. Me dijo que lo ayudara para que le pida a Natalia ser su novia. Adoro a mi amiga así que si lo ayude, aunque eso signifique que me duela.

Las clases pasaron de lo más normal, los profesores nos dijeron que ya se vienen los exámenes y lo mejor será que empecemos con la semana de exposición.

¿Porque no podemos pasar de año sin estar dando los aburridos exámenes?

—Tierra llamando a Brenda — me dice Natt con un movimiento de manos delante de mi cara

—Natt, porque la vida es tan injusta — digo como niña pequeña

—En eso estoy de acuerdo—dijo Natt

—Y ¿cómo te fue con Max? — le pregunto

—Sabes que él no me gusta así que; lo mande a las friendzone — sin querer se me sale una carcajada

—¿Enserio hiciste eso? — le digo entre risas

—Tú más que nadie sabe que me gusta Jordan — dice Natt enojada

—Ya Natt, no te enojes — le digo poniendo mis ojitos como el gato con botas

—Te aprovechas porque sabes que no puedo enojarme contigo — me dice Natt dándome un golpe en el hombro entre una sonrisa bien escondida.

—Natt, llama a los paramédicos, mi hombro está dislocado — le digo haciendo mi drama.

—Hoy vamos al centro comercial, han abierto una nueva tienda

—No puedo, le prometí a mi padre llegar temprano

—Okey, mañana entonces vamos

Como todos los días, salgo de la uni y veo a William esperándome para llevarme a casa.

—Buenas tardes, William

—Buenas tardes, señorita

El trayecto fue en silencio y muy tranquilo para ser normal, algo no anda bien.

—Señorita, ya llegamos.

—Gracias William y no te molestes en abrime la puerta — le digo y me despido mientras bajo.

Al llegar a casa no veo a mi nana, ni a mi madre y mucho menos a mi padre.

—Señorita Clark, buenas tardes, soy Amadora, por favor sígame.

—Buenas tardes

Estoy siguiendo a esta señora que debe tener unos 45 años aproximadamente, no creo que sea una asesina en serie y tenga a todos secuestrados ¿verdad?

—Hija — veo a mi padre con un hematoma muy pronunciado en el pómulo izquierdo y solo atino a llorar.

—¿Que te sucedió? — pregunto entre lagrimas

—Hija, por favor perdóname — me dice mi pobre padre llorando, pero no entiendo porque pide perdón.

—No tengo nada que perdonarte papito — digo dándole un abrazo sincero.

—Si tienes, yo hice una mala inversión y lo perdí todo hija, ahora este señor — dice señalando a un señor alto que nunca antes había visto — me tiene amenazado.

—Padre, por favor no sufras, nosotros lo solucionaremos — le digo sin saber cómo.

—Hay una forma en la que me puedes ayudar — me dice cabizbajo y sin mirarme a los ojos como si tuviese vergüenza.

—Haré lo que sea con tal de no verte de esta forma — hablo muy decidida.

—Te casaras con mi hijo — dice el señor presente.

—¿Por qué? — pregunto.

No le encuentro el sentido, ¡porque querer casarme con su hijo si mi padre le debe dinero? Es que acaso el señor está loco.

—Esa es la única forma de salvar a tu padre de la quiebra — me dice

Estar en la quiebra es lo que menos me importa, lo único que quiero es ayudar a mi padre con la muy posible deuda que tenga con este hombre.

—Solo tengo 18 años — dije indignada

— Ya eres mayor de edad, además si no lo haces, tu padre sufrirá las consecuencias — me amenaza.

—Okey, lo haré. Me casare con su hijo, solo que quiero hacer una petición — pido, pero me interrumpe.

—Tú no estás para pedir nada, estas para obedecer — me dice de muy mala manera y se va dejándome sola con mi padre.

No puedo creer lo que acaba de pasar, tantas novelas cliché que me leí sobre esto y me tenia que pasar a mí.

Porque mi padre tuvo que hacer esa mala inversión, ojalá mi matrimonio sea "lindo".

—Hija, por favor perdóname, soy un mal padre—dijo mi padre llorando

—No llores, nada es tu culpa, yo aceptaré mi destino, y no te odio, sabes que te amo con todo mi corazón, si puedo ayudarte lo hare con gusto — dije con una sonrisa sincera

Se que se equivocó, todos nos equivocamos de distintas maneras y él es mi padre y haga lo que haga nunca lo juzgaría. En todo lo que pueda ayudar lo hare.

—No se he hice para merecerte como mi hija — me dice llorando y solo me abraza como si nunca quisiera soltarme.

Mi padre se fue a su habitación y yo me quede en la sala.

Me siento abrumada, porque me tenía que casar en estas condiciones, no lo pensé sinceramente, no pensé que a los 18 recién cumplidos me tendría que vestir de blanco y estar en un altar con un tipo que no conozco ni amo.

No entiendo el porqué del casamiento, solo quisiera que todo esto sea un mal sueño.

La única razón por la cual acepte esto es porque mi abuelo y mi padre sacaron adelante la empresa con mucho esfuerzo y no puedo permitir que se derrumbe algo que a mi padre le hace feliz...juro que ayudare a mi padre con todo lo que esté en mis manos y si tengo que casarme con el mismísimo demonio lo haré con tal de salvarlo a él.

—Mi niña, te traje un té para que te calmes — me dice mi nana entregándome la pequeña taza de porcelana

—Gracias nana, pero lo que necesito en este momento es ir a dormir — le sonrió y me voy a mi habitación.

Necesito contarle esto a Matt, pero no tengo fuerzas para contárselo a alguien ahora mismo, solo quiero dormir y cuando me despierte desearía que todo esto haya sido una horrible pesadilla.

Se que el destino ya está escrito y si el mío ha decidido que me casare a temprana edad lo haré por mucho que me pese, no dejaré que esto me afecte, seré feliz con el marido que me toque, haré todo lo posible para que él se enamore de mí y yo me enamorarme de él, espero que seamos un matrimonio feliz...