Un Rockstar Enamorado

Primera Parte: Capítulo 1 — Feliz aniversario… Chocamos nuestros vasos, aún somos menores como para que nos vendan alcohol. — Feliz aniversario Contesta ella con una gran sonrisa, dejando a la vista sus enormes incisivos de conejo. Un año ¡Un año! ¿Quién diría que nos tomaría dos libros y cuatro líneas el poder decir que ya llevamos un año siendo novios? ¡Nadie! O bueno… tal vez toda nuestra loca familia, comenzando por mi madre ¡Un año! Al lado de mi mejor amiga, la única chica en mi vida, la chica con la que siempre he soñado estar, la chica de la que he estado enamorado toda mi vida ¡No puedo creer que estemos aquí celebrando nuestro primer aniversario! Suena tan irreal y hermoso… — Y que sean muchos más — Por supuesto Minnie pincha un trozo de su comida, estamos en uno de esos elegantes restaurantes donde te pones la servilleta en el regazo. Mi madre insistió que no podía llevar a mi novia a la pizzería o a los juegos por nuestro primer aniversario, que debía de ser algo impresionante que se quede en nuestra memoria para siempre. Así que convenció a mi papá de darme una extensión de su tarjeta de crédito, la cual me quitarán esta noche, para que pudiera traer a Minnie a este lugar. Mi madre está loca, siempre lo diré, pero no la cambiaría por ninguna otra, y la verdad es que atinó bien en el consejo, a mi novia parece encantarle el lugar, siempre digo que con comida se encanta a Minnie. — ¿Hiciste tu tarea de cálculo? Le pregunto a Minnie. — Ah… no me lo recuerdes… — Minnie pone mala cara, me río — Odio las matemáticas — hace un puchero — ¿Para qué me van a servir en la vida? ¡Seré actriz! Y no las necesitaré, tendré un contador que se encargará de todo eso por mí, quizá contrate a Roger… tal vez lo contrate ahora… — ¿En serio? — me río — Planeas contratar a un niño de diez años — Es un genio al igual que Henry, solo que tu hermano me da miedo, siento que si hago un trato con él le quedaré debiendo el alma — O peor… podría pedirte que le hagas favores a cambio… — me estremezco — Aún no supero cuando me obligó a masajear los pies a la abuela… — Asco… Nos miramos, reímos. — Bueno… piénsalo de este modo… — tomo sus manos — Solo un año más y nos graduamos — ¡Sí! — sonríe — ¡Al fin! ¡E iremos juntos baile! — Obvio, ya tengo planeado todo, además seremos nominados a la corona por ser una de las parejas más duraderas — Sí, eso escuché — se ríe — Todo mundo cree que somos novios desde la primaria — ¡Sí! — Se olvidaron que antes de mí estuvo Blair — Tecnicismos — hago un ademán con la mano para restarle importancia — Siempre has sido tú, siempre… — Sí… Acaricio su rostro. — Y siempre lo serás — Promételo — Lo juro — No quiero que lo olvides — No lo haré Entrelazamos nuestros meñiques. — ¿Cómo vas con lo del álbum? Pregunta, sonrío. En julio se cumplió mi sueño, firmamos un contrato discográfico con Black Beans Récords y en agosto comenzamos los planes para grabar nuestro primer álbum ¡No puedo creerlo! Tendrá siete de nuestras canciones, las cinco que cantamos ese día en el Festival de la Playa más otras dos que hemos cantado en otras ocasiones. Ahora entiendo por qué llaman a Mike “El Jefe”, a veces lo veíamos entrar en los ensayos y en medio de las grabaciones, para filmarnos y tomarnos fotos, o traía a un fotógrafo con cámaras enormes, luego veíamos nuestros rostros regados por toda la internet, en las r************* de la disquera o de cientos de personas que no conocíamos, creando expectativa de quiénes rayos éramos. Luego comenzaron los videos de no más de veinte segundos, los audios “Filtrados”, todo creando revuelo en las distintas r************* ¡Una locura! Mike sabe cómo crear expectativa, interesar al consumidor incluso antes de que exista el producto, porque aún no terminamos el álbum, nos hace falta los arreglos musicales y el “Arte”, sea lo que sea que signifique eso, para el álbum, y ya, así de rápido aparentemente se graba un álbum ¡No me lo puedo creer! Mike dice que tiene fe en nosotros, que ve que tenemos “Algo” fresco y novedoso, y no lo dice por el hecho de que seamos unos adolescentes tocando rock con aire setentero u ochentero, sino porque se ve que tenemos pasión. — Bien — contesto, enrollando mis fideos — Bien, ya estamos concluyendo las grabaciones, hemos ensayado hasta el cansancio y hecho muchas pruebas y descartes de sonido — A mí me gustó cómo sonó la nueva versión de “Eternamente” Minnie me mira asombrada. — Sí… Me sonrío, entrelazando mis dedos con los de ella. — Hice lo que me pidió Mike, compartir ese pedazo de video en mi f******k y ahora América Latina ya sabe de tu existencia — ¿Tu familia ya lo vio? — La abuela Aurora dijo que te veías guapo — Minnie me mira, sonrío — También dijo que Ulrich le recordaba a mi tío José — ¿Por qué Ulrich es el más bajo de todos? — me río — Que bueno que es el baterista, porque se vería raro parado todo el tiempo — Ulrich es de mi tamaño Se ríe Minnie. — Debemos dejar de burlarnos de la estatura de Ulrich Volvemos a reír. — Aunque tiene brazos musculosos, muy musculosos… — Mmm… ¿Te gustan los chicos musculosos? — Mmm… — se encoge de hombros — No sé… — acaricia mi antebrazo con un dedo hasta llegar a mi mano — Creo que me gustan los flacuchos de ojos verdes con cabello rubio y rizado — ¿Qué usen crema para rizos perfectos? Bromeo. — Y acondicionador también — ambos reímos — ¿Habrá postre? — Obvio — miro su plato — Pero aún no terminas tu cena — ¿Y? — come otro poco de su plato — Solo me aseguro que habrá postre, es la parte más importante de todo almuerzo o cena — Concuerdo contigo — alzo mi vaso — Por nosotros — Por tú y yo — chocamos los vasos — ¿Después a dónde iremos? — ¿A dónde te apetece? — A casa… — me mira con una sonrisa cuyo significado ya conozco — Aunque todos deben de estar ahí a la espera de saber cómo nos fue… ¿Por qué nuestra familia será tan metiche? — No sé, pero podríamos ir a otra parte… — ¿Cómo cuál? — Podríamos ir a la casa de Barry… — me encojo de hombros, acaricio el dorso de su mano — Ahora vive solo con Richie — ¿No hay un lugar libre de alcohol y droga? Minnie suelta una risita, yo solo asiento. — ¿La casa de David? — ¿Quieres hacerlo en un convento? Minnie me mira con una ceja alzada. — Pues no se me ocurre ningún otro lugar, porque la casa de John no creo que sea una opción — Yo pienso lo mismo… — Minnie termina su plato — Pues supongo que será la casa de la droga — Le avisaré que iremos para allá — Okis Minnie sonríe. — ¿Pido el postre? — Olvídate del postre, pide la cuenta — mira mi plato, suelto una risita — Termina tu pasta — ¿Ya te pusiste fogosa? — Estoy así desde que te vi vestido con ese lindo traje Minnie me sonríe, cuando esta mujer es coqueta lo logra muy bien. — De acuerdo, al diablo la pasta — dejo mi tenedor a un lado y alzo mi mano, el mesero corre hacia nosotros — La cuenta, y esto para llevar — En seguida — ¿Richie te contestó? — Sí, dice que justo cambió las sábanas de su cama… — me río y miro a mi novia — Y que ahora tendrá que dormir en el sofá junto con una carita triste — Pues que pena, además él podría ir a su mansión en vez de dormir en un sofá — Supongo… — tomo su mano — ¿Te gustó nuestra cena de aniversario? — Me encantó — sonríe con sinceridad, repito, a Minnie se le conquista con comida — ¿Y si lo hacemos tradición? — ¿Cenar en un restaurante caro en nuestro aniversario? Pregunto y ella asiente. — Sería lindo, imagínalo — ahora yo sonrío — Imagina que un día estés en París o Italia o Londres o España o Argentina o… — Un país con bonito paisaje Completo, ella ríe. — Sí — termina su bebida — Podríamos encontrarnos allá y celebrar cenando, viendo las luces de la ciudad en uno de esos restaurantes caros que tienen vistas hermosas — miro a mi novia, me encanta cuando habla con ese tono tan soñador — Y sería hermoso, luego ir a tu hotel a ver televisión… entre otras cosas… — Y si estás libre, acompañarme a un par de fechas de mi gira — Y si tú estás libre, acompañarme a un ensayo de mi obra o al plató de alguna serie o película que esté filmando — sonríe — ¿No te parece que sería una hermosa tradición? — Lo sería, realmente lo sería — Entonces hay que hacerlo, nuestro próximo aniversario será así — Sí, y será el doble de especial — Lo tiene que ser, serán dos años de novios — Cierto… Sonrío, me siento embobado, en las nubes cuando estoy con ella. — No quiero que lo olvides — No lo haré Entrelazamos nuestros meñiques. — Su cuenta joven Me dejan la cuenta. — ¡Santos Conejos! — abro al máximo los ojos — Bueno… que me perdone mi padre, no consumimos mucho, y culpo a mi madre de todo esto… — Wow… — Minnie comienza a reír — Tus padres sí que te aman… — No, mi padre hace años que le vendió su vida a mi mamá a cambio de su amor, ahora es su esclavo y no tiene voz ni voto en casa, mamá domina su vida con voz infantil de niña de cincuenta años — Minnie sigue riendo — Mi mamá… ella si me ama, está loca y por alguna razón quiere ver a sus hijos casados con las hijas de su mejor amiga — Creo que mi prima Soraya es de la misma edad de Henry, pero no se la recomiendo, es un poco agresiva, arrojó a una niña lisiada de su silla de ruedas — ¿Por qué? — No sé, no me contaron Minnie se encoge de hombros. — ¿Vamos? Me levanto de la mesa y extiendo mi mano izquierda, ella la toma gustosa. Salimos del restaurante, conversando acerca de que mañana tengo examen de química avanzada y que debo de entregar mi proyecto de bioquímica, cuando abrieron ese curso no dudé en meterme, Louis y yo estamos juntos así que eso lo volvió el doble de divertido. Me alegra ver a Louis más tranquilo, las cosas también han cambiado mucho para él en estos pocos meses; creo que las bromas psicológicas de Minnie funcionaron bien, porque el primer día de clases Tyler acorraló a Louis en su casillero y lo besó delante de toda la escuela, ahora ambos están en una especie de relación que aún no termina de confirmarse como tal, en el sentido que ninguno afirma ser el novio del otro, pero salen juntos, se besan, se enrollan en la casa de Louis y todos seguimos siendo amigos… excepto por Blair y Tiffany que volvieron a ser las mismas que solían ser a los trece años… hay cosas que nunca cambiarán. Minnie suelta mi mano y abraza mi brazo izquierdo, este es un claro ejemplo de algo que jamás va a cambiar, con la única diferencia de que no me fastidia. — ¿Por qué te apoderaste de mi brazo izquierdo? Pregunto, seguimos caminando hacia el departamento de Richie. — ¿Mmmm? Minnie me dirige una mirada de confusión. — Cuando nos conocimos… — le recuerdo — Me tomaste del brazo izquierdo… y desde entonces siempre te abrazas de ese brazo… — Estabas parado a mi derecha — contesta sonriente — No hay mayor ciencia — se encoge de hombros, hago una mueca de decepción — Owww… — toma mi mejilla, me besa — Además, soy zurda, si te tengo a mi derecha, tengo mi mano izquierda lista para todo y tú también tienes tu mano dominante para cualquier cosa — Sí… — miro mi mano — Supongo que sí — Lamento que la historia no sea más romántica… — seguimos caminando — Pero teníamos cuatro años… — Sí… — me rasco la nuca y suelto una risita — Te veías adorable, aún lo recuerdo — Me veía como una pelotita rosada, a Esmeralda le gustaba vestirme así — Pero sigues vistiéndote adorable Paso mi brazo por sus hombros. — Algo… — nos miramos, llegamos al edificio — Tenemos dieciséis ahora, ya no somos unos niños — No, ya no eres una niña… — entramos en el ascensor — Definitivamente ya no lo eres — la atraigo hacia mí y beso su cuello — Aunque no negaré que extraño los viejos tiempos en los que podíamos recostarnos en la cama a ver películas sin que termine en otra cosa — Sí… — Minnie comienza a reír — ¿Cuándo fue la última vez que terminamos de ver una película? — Ya se me olvidó… — tomo su mano, el edificio donde Richie y Barry viven es muy bonito, el padre de Richie se los compró solo para tener a su hijo lejos de casa — Pero debe de haber sido una muy aburrida película… — La feliz pareja… Richie nos espera en la puerta del ascensor, recostado contra una pared, con una lata de cerveza en la mano. — Richie… Chocamos puños y nos damos palmadas en la espalda. — ¡Holi! Saluda mi novia a los dos amigos. — ¿No podían ir a su casa? Pregunta Barry desde un sofá. — No… — tomo a mi novia de las caderas y la empujo hacia las escaleras, en el segundo piso está la habitación de Richie, los amigos se ríen — En mi casa nos deben de estar esperando con globos, serpentina, toda la familia y mariachis, solo para preguntarnos qué tal estuvo nuestra cena y pues… — entramos en la habitación — Tenemos otras necesidades… — ¡Diviértanse! Se burla Richie, yo cierro la puerta y le pongo seguro. Me giro a ver a mi novia, está sentada en el borde de la cama. Me siento a su lado, ella sonríe, me acerco a su rostro y ella hace lo mismo, nos besamos. Minnie se sienta sobre mis piernas, regresando con rapidez a mis labios, enredando los dedos entre mis cabellos y atrayéndome hacia su cuerpo. Bajo el cierre de su vestido y se lo quito, ella vuelve con desesperación a mis labios, moviendo las caderas sin control. Lamento lo que sea que mi familia tenga planeado para nosotros al regresar a casa, pero no tengo intensión de apresurar este momento, Minnie es mi droga y mi dosis extra es cuando hacemos el amor, dejándonos llevar por el momento, y este es un buen momento, es nuestro aniversario, el primero de muchos que vendrán, y hemos prometido que haremos de esto una tradición, planeo cumplir a rajatabla esta promesa, porque Minnie lo vale, es mi reina y lo haré, le daré todo lo que merece e incluso más. Seré famoso y ganaré millones, le daré la vida de lujos que ella siempre mereció, la trataré como una diosa. Me quito los pantalones y giramos, beso sus labios, su cuello e inhalo un poco de ese delicioso perfume de fresas. Amo a Minnie más que a ninguna otra persona en este planeta, y lo haré hasta el día en que me muera, quiero estar con ella siempre, ya lo dije en el anterior libro y lo diré en este, mucho… — Te amo… — susurro, con el rostro escondido en su cuello — Y siempre estaremos juntos… — Siempre… Contesta ella en medio de jadeos. Cierro mis ojos, tengo solo dieciséis, sé que tengo toda una vida por delante, que la vida no está escrita en piedra, que no veo el futuro, pero sí sé algo, de algo sí puedo estar totalmente seguro, y eso es que estaré junto a Minnie toda mi vida, para siempre e incluso más. Nos abrazamos, mi corazón late a toda velocidad aún y Minnie tiene la cabeza posada en mi pecho, dibujando círculos con su dedo. — Será mejor que nos vayamos… Digo, viendo mi teléfono. — Ya van a ser las once… — Ah… — Minnie me mira con un puchero en los labios — Y mañana hay escuela… — Sí… — ¿Y si mejor no volvemos y nos quedamos aquí a pasar la noche? — ¿Y no ir a la escuela? — alzo una ceja, Minnie asiente — Usted señorita — presiono mi dedo contra su frente — Está loca, además tengo que entregar mi proyecto — Maldito responsable… Minnie se cruza de brazos, me río. — Ya habrá oportunidades para ser irresponsables — ¿Cuándo? — En el futuro, podremos ser todo lo irresponsables que queramos — la miro — Pero con mesura — Bien…— se deja caer a un lado — Pásame mi ropa entonces… — Sí — me levanto de la cama y comienzo a recoger nuestra ropa — Aquí están tus lentes — Gracias… — Minnie se coloca sus enormes lentes de Hello Kitty — Ah… me siento muy cansada — Tú querías postre Le recuerdo, vistiéndome. — Yo no recuerdo que te opusieras Minnie también comienza a vestirse. — Tienes razón Me acerco a ella y la beso. — Bueno, vámonos, la vergüenza será la misma así nos demoremos o nos apresuremos — Con esos dos afuera, definitivamente Abro la puerta, Richie y Barry se nos quedan viendo. — Y… — Richie alza su lata de cerveza — ¿Qué hay de nuevo viejo? — Nada nuevo — me siento en uno de los sofás y Minnie sobre mis piernas — Gracias por el favor — Nah… — hace un ademán con la mano — Mi casa tu casa, pero te cobraré la lavandería por las sábanas — todos reímos — ¿Ya se van? — Sí, ya es tarde y mañana hay escuela — Cierto Richie asiente, Barry solo ríe. — Tómate un trago Me extiende un vaso y abre una botella de licor. — No… Richie… — me rehúso, pero mi amigo poco caso me hace — Bueno, por nosotros… — Yo no quiero — dice Minnie, negando con la cabeza — Y tú… — me quita el vaso — Tu mamá dijo que nada de licor — Es solo un vaso… — le quito el vaso y me lo bebo de un solo sorbo — No me va a pasar nada por un solo vaso, además… tú también bebes — En fiestas, y me mido — Conejo, es solo un vaso, hablas como si me fuera a emborrachar con un mísero vaso Nos miramos fijamente. — Bien, uno y nos vamos… — mira a Richie — Dame agua por favor… — Tenemos jugo de naranja del desayuno… — Barry suelta un hipo — Creo… — ríe — Revisaré — ¿Se la pasaron bien en su aniversario? Pregunta Richie, dejando a un lado su lata de cerveza. — Sí — me termino mi vaso de licor, mi interior comienza a quemar — ¿No? — Fue muy bonito — Minnie sonríe y me besa — Muy bonito la verdad, comimos en ese restaurante donde Zac Efron llevó a Vanessa — Suena interesante Richie sonríe, de seguro no tiene ni idea de lo que mi novia habla. — Sirven bien — tomo la botella, es whisky, y me sirvo otro trago — Y su sabor vale la pena el precio, es exquisito — Aunque no comimos postre Minnie recibe el vaso de jugo de manos de Barry. — No… — beso el hombro de mi novia — Preferimos venir aquí — Para otro tipo de postre Richie y yo chocamos nuestros vasos. — Este jugo sabe raro Minnie lo mira con el entrecejo fruncido. — ¿De cuál botella le serviste? Le pregunta Richie a Barry, las mejillas de mi novia se van poniendo rojas a medida que sigue bebiendo, me sirvo un tercer vaso de whisky. — Del que tenía una etiqueta verde Barry comienza a reír. — ¡Idiota! — Richie le lanza un cojín a Barry — Eh… — Richie se sacude el largo cabello castaño — Tal vez deberías llevártela ya a tu casa… — ¿Por? — miro a Minnie, su rostro está totalmente rojo y sus ojos se van cerrando — Mierda… — miro a mis amigos — ¡¿Qué carajos le pusieron al jugo?! — Nada malo… — Richie se encoge de hombros — Se lo doy a Ashley cuando está de malas… — sonríe y mira a Barry — La hará dormir hasta mañana — Oh… — Sí… Richie se encoge. — Entonces mejor ya me voy — Sí, lo siento — No te preocupes, te llamaré un taxi — mira a Barry — ¡Eh! ¡Barry! Llama a un taxi — Sí, ya es tarde Veo mi teléfono, ya son más de las once de la noche. — Recuerda que este jueves volvemos al Estudio — Lo sé, debemos de terminar los arreglos y por decidir el orden en que irán las canciones — Y programar la sesión de fotos y el arte y diseño del álbum — Y toda esa cuestión Amarro mi cabello en una coleta. — Pero míralo de esta forma — me palmea el hombro — Fama y fortuna nos esperan, y algún día podrás tener tu propia casa donde pasar todos tus aniversarios encerrado en tu propia habitación con tu Roedor — Sí… no puedo esperar para que Conejo y yo vivamos juntos… — miro a mi dormida novia — Una linda vida juntos en una enorme casa… — Fama y fortuna viejo — Fama y fortuna… — sonrío, chocamos palmas — Sobre todo fama…