La reunión no había salido bien. Había acudido a ver a Michael LaMont con la intención de aceptar su propuesta, pero no la había aceptado porque había descubierto actividades muy poco éticas en la empresa de ese hombre. Eso no le había importado nunca. Su lealtad estaba en venta y siempre lo había estado. Sin embargo, había muchos informes sobre acoso s****l en los archivos de Recursos Humanos, algo que, normalmente, no habría mirado. Sin embargo, cuando leyó el informe sobre una empleada temporal que había sido manoseada insistentemente por un ejecutivo, y a la que despidieron cuando se quejó, solo pensó en que si algo así le pasaba a Leena cuando empezara a trabajar, le cortaría la mano al hombre que la tocara. Entonces, LaMont le preguntó qué pensaba y él se limitó a rec

