Capítulo 2

1402 Words
   Después de enviar a uno de los trabajadores especiales (se les llamaba así, porque hacían eso, trabajos “especiales”, comprar la comida, limpieza, mantenimiento de la base, y... comprar las pizzas, ya saben, todo por la seguridad de la base). Se quedaron en el salón de reuniones, disfrutaron de la gran pizza Tumba Puertas, que era una pizza tan inmensa, que hasta 20 personas podían comer de ella y todavía sobrarían triángulos de esta. Vieron una película en la pantalla plana y luego de hablar una que otra cosa, los venció el sueño.  Eran más de las once de la noche, Peter tenía rato de haberse marchado, según él, ya a su edad, un trasnocho era fatal para su rostro. Ashley notó durante toda la proyección de la película que Alexander estaba algo tenso y le lanzaba miradas por el rabillo del ojo, eso la hacía sentir incomoda, pero muy, muy, muy, en el fondo ella, sabía el por qué…porque a ella le gustaba tanto como él, esto ya ocurría desde hacía un año y ella sencillamente que no lo quería reconocer.  Cada uno de los chicos se fue levantando de los confortables puffs, Emma y Sophia fueron las primeras en salir, más atrás les siguió David con ganas de molestar a Sophia. Ashley lo observó divertida porque vio sus intenciones y se preguntaba si él sentiría algo especial por su amiga.  Se los imagino a los dos y eso le causo risa, alguien detrás de ella se aclaró la garganta, no se había percatado que mientras ella se ponía en pie, Alexander la observaba con ojos brillantes como gato, ella se puso algo nerviosa y maldijo por sentirse así,  medio le sonrió y se disponía a salir del gran salón cuando sin más, Alexander la tomó por los brazos, la arrinconó a la puerta  y le estampó un beso tan suave y delicado que ella sentía que se iba a desmayar.  Desde que habían reunido a los cinco chicos aparte  para su entrenamiento, él siempre la miraba como bobo y solo hacía más que eso, pero siempre estaba pendiente de ella, de si había comido, o como una noche de tantas noches en donde ella estuvo con fiebre luego de que ellos estuvieran practicando bajo la lluvia pasara la noche junto a ella cuidándola; ella se molestaba al principio, aunque a quien no le gusta ese tipo de cosas de un chico, eso era harina de otro costal, y justo ahora, ella sabía porque las últimas semanas se sentía tan rara cada vez que se acercaba a ella o lo pillaba mirándola como “bobo” era así de simple a ella le estaba empezando a gustar Alexander.  Así que antes de darle una cachetada se dejó llevar por el beso, ella lo abrazó por el cuello y decidió que Alexander besaba demasiado bien, no era su primer beso, claro, si se cuenta que el primer beso que recibió había sido de un niño de cuatro años, su pequeño primo Andy, en su fiesta de cumpleaños de Spiderman, pidió un beso de su bella prima Ashley y ella no se pudo negar.  Alexander temblaba, a lo mejor pensaba en el rechazo de ella, pero demonios, al tenerla ahora tan cerquita a él, latiéndole el corazón como un tambor al igual que el de ella, solo hizo que sonriera, aun así, besándola e incluso de ahora en más él quería más que un beso mucho más.   Ella pensó: no es tan tímido cuando besa de esta forma tan tierna y a la vez sexy.    Dos días después los chicos iban surcando los cielos con destino a su misión. Peter los había despedido con un gran alargado e incómodo abrazo, con uno que otro beso en la mejilla, como siempre lo hacía, al mismo tiempo que los chicos lucían como media docena de tomates. De nuevo, Peter les dio todas las recomendaciones de antes.  Después de que Ashley y Alex pasaran buena parte de la madrugadas de esos dos días en su nuevo descubrimiento lingüístico, algo que no les hacia el mínimo daño, por el contario, los hacía sentirse plenos, esto era, “intercambio de saliva” como lo habría dicho Emma, ambos se sentían plenos, dichosos y felices.  Hablaron toda la madrugada de sus cosas, bueno, debería decir, hablaron “algo” porque de resto estaban muy silenciosos en su práctica. Ashley llegó danzando a la habitación y despertó a las chicas esa misma noche cuando Alexander decidió que Ashley sería su novia (las chicas dormían juntas en una gran y cómoda habitación, al igual que los chicos, cada uno con su espacio personal y exclusivo, esto fue idea de ellos mismos, ya que la base era tan grande y las habitaciones tan separadas que no les agradaba tanto esa soledad).  Muy agitada y visiblemente sonrojada, notaron las chicas el rostro de su amiga, quien de inmediato les dio la noticia de última hora sobre su relación con Alex. Las chicas en un principio tenían ganas de estrangularla por el hecho de haberlas levantado en plena noche, luego simplemente le sonrieron con caras de asombro, bueno en realidad más Sophia que Emma, pues esta última la observaba más con cara de “ya lo sabía”, Ashley la ignoró. Después de la gran conversación entre ellas, en realidad, después de que Ashley parloteara más que político en plena campaña se quedaron rendidas.   Dos días después, el reloj despertador hizo unos grandes: bip, bip, bip. Hora de viajar a Montreal.  En sus cómodos asientos del avión privado de la base, los chicos conversaban tranquilos. Ashley cambio el tema de conversación de su" misión” al “nuevo amor”. Emma le lanzo una mirada de súplica, mientras Alexander se sentía feliz. Por otro lado, David se mostró realmente sorprendido y sonrió escandalosamente, hecho que hizo dar un brinco a Sophia de su silla.  — ¡¿Qué pasa’?!  —Nada mi bella durmiente, solo que estoy aquí, algo sorprendido con la nueva noticia —. Le sonrió David.  —Ah, ya, eso —le respondió Sophia con cara de aburrimiento — ¿Qué te sorprende?  — ¿Qué me sorprende? Pues, a decir verdad, Alex se me adelantó —. Todos lo miraron de inmediato.  — ¿Qué... tú estás enamorado de mí también? — preguntó algo curiosa y nerviosa Ashley  —La verdad no, al decir que Alexander se me adelantó, era porque en mis planes estaba el hacer eso mismo, lo del beso, pero no contigo, preciosa — le guiño un ojo, ya saben, el derecho.  —Ja ja ja, muy gracioso — fue Sophia la que respondió, pero su cara para nada se mostraba divertida, más bien era un cara asesina.  Nadie dijo más nada, cada quien se concentró en hacer algo, y la nueva parejita también. El vuelo fue agotador y fastidioso, unas cuantas horas después, por fin el capitán anunciaba la llegada al aeropuerto internacional Pierre Elliott Trudeau de Montreal, en la ciudad de Dorval, Quebec. Allí los esperaba una pequeña comitiva que les dio la bienvenida en idioma francés. Miembros importantes de la base que residían en ese país. Al bajar del avión de inmediato subieron a la gran limusina color n***o, con espacio hasta para unas 15 personas. El clima era congelante, pues era el mes de noviembre y la temperatura era -2 grados. Los chicos se estremecieron al salir del calorcito del avión y sentir el frío del ambiente afuera, con sus grandes abrigos térmicos, salieron directo para saltar a la limo. Ya dentro se presentaron con el personal que los recibió, entre ellos se encontraba una chica, de cabello n***o, lacio y largo, piel morena, delgada  y hermosa sonrisa y había otro chico, muy alto, delgado, cabello castaño claro, ojos verdes y con brackets dentales muy curiosos, ya que las ligas de estos, era de color rojo y azul. Ya después nos enteraríamos el porqué de esos colores. A los chicos se les presentó entonces a Ryanne Gilmore y Liann Green, quienes eran sus dos nuevos compañeros para guiarlos y ayudarlos en su misión en esa ciudad. Los dos nuevos chicos sonrieron al resto del equipo, estos, no. ¡Hola personitas lindas! Les dejo el 2do capítulo de esta historia con mis agentes secretos  ¡ Empezamos esto! Espero puedan acompañarme en esta nueva aventura ✌ Mood:ansiosa
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