introducción
NERO
Olvídate de las flores y los dulces. El romance es para los hombres que no saben cómo follar.
Sabes de lo que hablo: Boca abajo en el colchón, culo arriba, rogando por una nalgada. Un peso pesado sujetándote, una mano áspera enredada en tu pelo. Esa polla gruesa y tensa golpeándote, implacable. Casi demasiado grande para soportarlo. Pero lo tomas, ¿no? Como si estuvieras hecha para cada centímetro. Retorciéndote. Arañando las sábanas. Gritando a todo el maldito vecindario, porque nunca lo habías tenido tan bien antes. Nunca has tenido a un hombre como yo.
Porque sé con qué has estado soñando. Un hombre que toma lo que quiere. Sin disculpas, sin remordimientos. Un hombre que vive en las sombras, que te lo dará sucio, como la chica sucia que realmente eres.
Bajo los bonitos modales y las sonrisas encantadoras, quieres ser tomada, cabalgada con fuerza. Poseída.
Como ella.
Ella fue mi primer amor y mi obsesión más salvaje. Su inocencia me llevó al borde de la locura, e incluso ahora, todavía la oigo en la noche: gimiendo mi nombre mientras su cuerpo se hunde y su dulce coño se aferraba a mi polla.
Su sabor era embriagador. Su traición vive como un veneno en mis venas.
Durante diez largos años la he buscado, esperando el día en que pueda vengarme. Romperla de la misma manera que ella me dejó roto. Llevarla a la locura con deseo, como ella me hizo a mí.
Ojo por ojo. Corazón por corazón. Ella será mía.