Una Loca Idea

2226 Words
Keyco Ly Necesito desconectarme de mi realidad, mi vida es asco total, como una muerte anunciada, pensé que nada podía ser peor, pero entendí que siempre se puede estar un poco más abajo… Me siento delante de mi computadora, y desde allí accedo a archivos confidenciales de la CIA, es un hobbies extraño de los que tengo. Y comienzo a ver las fotos de una serie de dobles agente, que pertenecen a la CIA y la Mafia Roja a la vez…Esto es interesante y un poco perturbador. Es decir ¿Qué hace que el gobierno tenga este tipo de aliados?, frente a las cámaras hay una guerra declarada y detrás de ellas, comen en el mismo plato. Marco Mikhailov el líder de la mafia rusa es; rubio, ojos azul–verdes, 49 años, ¡No los aparenta! Sus habilidades son: Idiomas, estrategia, combate, memoria fotográfica, experto en camuflaje, experto en la fabricación de armas de alto alcance un genio. También dice el informe que es aliado poderoso de la CIA, ha diseñado varios misiles para ellos, de eso proviene gran parte de su fortuna. Paola Guerrero, agente especial de la CIA y Vor de la mafia rusa (Segundo al mando), habilidades: Idiomas, combate, memoria fotográfica, poder de seducción, camuflaje y aparecen dos fotos de ella como chica y como chico y en ambas fotos se ve bella o bello. Como dato, curioso fue víctima de la trata de blancas cuando era una niña, actualmente está casada y espera un bebe. Alex Smith, es el tercero en la línea de mando de esa organización, también continua trabajando para la CIA, se desconocen datos de su familia, todos tienen grandes fortunas que provienen de sus negocios sucios, pero colaboran con el gobierno de los estados unidos en contra del narcotráfico y la trata de blancas, Alex es extremadamente guapo y llamativo por su cabello rojo La CIA, tiene información de ellos que los hace vulnerables de distintas formas, es decir si yo accedo fácilmente a estos archivo otras personas pueden hacerlo, entre los datos están; Cuentas bancarias, teléfonos, direcciones, y familiares, no deberían tener eso así… Una alocada idea surge en mi cabeza, y en diez minutos la ejecuto, me paso muchos millones de la cuenta del líder a mi cuenta dejando todos los rastros posibles, ¡quiero que me encuentren!, se que arriesgo mi vida pero es necesario, después de hacerlo me dedico a comerme las uñas y camino de un lado a otro dentro de mi habitación. ¡Me van a matar, seguramente! –Dios mío, si quieres ayudarme este es el momento. – Suplico en voz baja, viendo hacia el techo de mi habitación sin escuchar respuesta alguna… Pues ni modo que Dios baje, y me diga: “tranquila todo está bien”, es decir, siento que se olvido de mí y de mi familia. Escucho un sonido de algo rompiéndose, estoy aterrada quiero ir al baño del susto, cuando salgo de mi habitación, ¡O Dios mío, o Dios mío!, el tercero al mando está en la sala, reconozco ese cuerpo de casi dos metros, así este cubierto por un pasamontañas, observa todo como si no pudiera creer lo que ve. –Mis padres cenan uno frente al otro, mi hermanito con ellos con la boca abierta, en un apartamento que literalmente se cae a pedazos. – ¿Qué sucede? ¿Quienes son ustedes?– Pregunta mi padre cuando, logra articular palabra. – Es la mafia rusa, los guie acá, porque necesito trabajo. –Respondo, haciéndome la interesante. –No estamos contratando niñas. – Responde de inmediato, con voz ronca y profunda Alex Smith, ¡su voz! Dios con razón nadie puede resistirse a semejante criatura del señor. –No soy una niña, tengo dieciocho, y como ve necesito trabajar, apenas comemos y yo tengo un talento. –Le aclaro decidida, tratando de controlar los impulsos que tengo de salir corriendo y lanzarme por la ventana, no pienso perder esta oportunidad. –Si tuvieras talento no te encontramos. – Me dice otro, son diez en total y están armados hasta los dientes, si quieren acabar con nosotros lo hacen en un pestañeo. –Me encontraron porque así lo decidí soy hacker, no ladrona. – Respondo con un valor que estoy lejos de sentir. –Te mataremos delante de tus padres. – Me amenaza el mismo tipo, no tengo miedo de morir, vivir así es estar muerto. –Hija, devuélveles si dinero, no quisimos molestar. – Suplica mi madre, hoy está especialmente pálida, –No voy a permitir que te mueras por falta de tratamiento, esta miseria no te va a matar, ¡no lo voy a permitir!– Lloro sin poder soportar más esta situación que me sobrepasa. – ¿Cuánto necesitan?– Me pregunta, Alex –Cincuenta mil dólares, para un trasplante de medula ósea. – Responde mi madre, consternada. –Devuélvele el dinero a mi jefe, te transferiré, lo que necesiten. – Me dice Alex dejándome con la boca abierta, ¡Un maldito ángel de la muerte, está en mi sala!, creo que hoy dejo de pensar en Darién… –No quiero deber favores, quiero trabajar. –Les aclaro, es mucho dinero, ¿con que va a querer cobrarme después? Me pregunto, no lo sé, no quiero arriesgarme y otra voz interna me responde ¿sería tan malo? Esa segunda voz en mi cabeza, definitivamente es una zorra. –Si entras a la mafia, no puedes salir, te van a perseguir hasta el último día de tu vida, te ganaras enemigos a granel, y vivirás corriendo, además pondrás en peligro a tu familia. –Me dice él dejándome consternada, es un bello, definitivamente. –Si no lo hago, mi familia igual morirá. –Chillo terca –Nena acepta mi ayuda estudia, para que te ganes el pan dignamente.–Me dice, ya entrando en su banco desde el celular para ayudar a mi familia, acepto su ayuda a regañadientes. ¡Me dijo nena! Y casi se me caen las medias delante de él...Mi corazón late como si estuviera corriendo un maratón, tengo ganas de vomitar y estoy en shock como lo que acaba de suceder, ¡vamos a poder operar a mi madre! –No debes jugar con fuego, niñita, te puedes quemar. – Me dice el que me amenazo, con matarme delante de mis padres saliendo con los demás. El día siguiente mi madre es internada en la clínica, para prepararla para su operación, esos días me olvido de la universidad, me olvido de todo…De casi todo, en la noche al apenas cerrar los ojos veo los ojos color miel que son mi adorado tormento, cuando regrese ya no estará porque ya se graduó. Pasamos dos semanas en la clínica, la operación fue un éxito relativo el doctor nos lo explico. –No voy a mentirles, la enfermedad, ha avanzado mucho, hay posibilidad de que rechace el trasplante y la esperanza de vida solo se alargo un par de años. – La noticia me deja un mal sabor de boca, el doctor no da esperanzas, mi madre sale de la operación optimista con una sonrisa sin saber que está condenada a muerte. Al ver su ánimo, lloro en su cara, no puedo contenerme– ¿Por qué lloras pequeña, estoy viva?, hiciste todo por mí, te amo, soy afortunada de tenerte en mi vida. – me dice abrazándome. – ¿Por qué no puedo tenerla más tiempo?–. Me pregunto abrazándola con fuerza. Se necesita mucho dinero en medicinas, para que tenga una calidad de vida aceptable, intento continuar con la universidad, pero mi padre fue despedido de su empleo por quedarse dormido en el turno. Mi vida de por si patética, se pone peor, con esta o situación, el colmo es cuando reviso y no quedan medicinas. –Mi padre camina kilómetros, entregando currículos por toda la cuidad, desde la primera hora a la ultima hasta casi desvanecerse de tanto andar sin comer nada, nadie lo toma en cuenta, por la edad y la falta de estudios. –No encuentro salida posible, esa semana tomo la decisión de no volver a la universidad, de sepultar mis sueños de ser médico para siempre. Comienzo a buscar empleo, a donde voy me dicen que no, e incluso, llegan a burlarse en mi cara, por mis habilidades. – ¿Como se dice estas despedida en alemán?– – Du bist gefeuert– Respondo, de forma estúpida. –Si eso mismo chica, no nos hagas perder el tiempo, no nos sirves. – Responde una gerente de McDonald's Tengo los pies hinchados, cuando llego frente a una tienda que tiene un papel pegado de “Se solicita personal” –Buen, día vengo por el trabajo. – Le digo a la señora que me recibe. –Pequeña soy Alma, el único puesto disponible que tengo es de aseadora. – Me dice la señora de una tienda viéndome con lastima– Mientras lee mi currículo. –Gracias. – Le digo, con los ojos llenos de lagrimas, no es el futuro que espere, pero al menos tengo como llevar el pan a la casa. –Debes limpiar todo a primera hora, especialmente los baños. – Me explica –Okey, gracias por la oportunidad. – Le digo abrazándola, sin embargo ese ingreso me alcanzara para comer ¿y lo demás?, me pregunto caminando cabizbaja, hasta que un volante se me pega a la cara. –Tú, es tu oportunidad, necesitamos una chica de buena presencia para atender a nuestra exclusiva clientela, en horarios nocturnos de nueve a tres de la mañana. – –No sé si esto será una señal del cielo o del infierno, pero tocar la puerta no es entrar. – Me digo a mi misma, el trabajo no deshonra a nadie ¿o sí? Entrego el currículo en el bar “tentación” mirando a todos lados, detallando el lugar, es algo pintoresco para mí gusto, pero yo no sé nada de estas cosas, me faltan varios días para cumplir dieciocho años. La dueña del Bar, me observa de arriba abajo durante un buen rato, llegándome a poner incomoda. –El sueldo, de acá no es muy alto, pero puedes ganar buen dinero ofreciendo servicios especiales a los clientes. – Me dice ella – ¿Qué tipo de servicios?– Pregunto inocente. –Tú sabes, besos, caricias, masajes con final feliz…Hasta donde quieras llegar– Enumera y yo la veo como si le salió una tercera cabeza. – ¿Estas dispuesta?– Pregunta dándome una nalgada. –Creo que si. – Respondo, de inmediato, necesito el dinero…Aunque no entendí lo del masaje… –Tenemos clientes, muy exigentes. – Me dice seria. –Okey, respondo estampando mi firma en un contrato que no me ata a nada, puedo irme cuando quiera. – –Siempre piden chicas, con tu aspecto inocente, y aquí no hay, el trabajo es tuyo, pero debes usar el uniforme de acá. – Me explica ella. –Eres realmente pequeña, tratare de conseguir uno de tu talla. – Dice rebuscando en una gaveta de su escritorio fucsia, mientras permanezco de pie, viendo todo lo que hace. Aprovecho su distracción para detallar su aspecto; Es mayor por la piel cansada, se maquilla de forma exagerada, tiene un cuerpo perfecto y voluptuoso, muestra mucha piel en un diminuto vestido. – ¿Te comieron la lengua los ratones?– Pregunta aun de espaldas. –No, gracias por la oportunidad. – Respondo un poco incomoda. Detesto el maldito uniforme, un short ajustado, con una pequeña franela que muestra el ombligo y un par de coletas en la cabeza. Es humillante, los clientes, me han dado muchas nalgadas, y si los abofeteo, una vez más me botan, ¡no puedo permitir que me boten! Parezco un robot, no tengo descanso y un año después con dos trabajos exigentes y humillantes, estoy al borde de un colapso no me quejo, ya que por experiencia propia sé que todo puede ser un poco peor… Estoy limpiando el piso, en la tienda cuando veo mi pasado entrar por la puerta, ¡una maldita pesadilla! –Ese vestido blanco de la vitrina, se me vera genial. – Dice Danielle a una chica que la acompaña. –En que puedo ayudarla señorita Danielle. –Pregunta mi jefa de forma amable, Danielle tiene mucho dinero, mi jefa atiende muy bien a sus clientes. –Me llevo aquel vestido. – Dice ella escandalosa como siempre y entonces me escondo entre los maniquíes rogándole a Dios para que no me vea Dios parece odiarme, pienso cuando me tropiezo estúpidamente y caigo a los pies de esa malvada. –Keyco, ¿trabajas acá?, de aseadora, siempre supe que eras una fracasada. – Dice ella riendo como una hiena, mientras yo tengo unas ganas inmensas de darle una par de cachetadas similares a las de la última vez. –Parece que repetimos cosas del pasado. – Dice ella, tirando el café que cargaba en el suelo, mientras me levanto. –Creo que vendré más seguido, solo para verte limpiar lo que ensucio. – Promete, dejándome con ganas inmensas de llorar. – ¿Por qué señor? ¿A quién mate?– Me pregunto en susurros, mientras me pongo a limpiar lo que Danielle ensucio, ¡la odio! Con todas las fuerzas de mi puto y desesperado corazón.
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