— ¿Por qué esa cara? La pregunta viene de mi padre que está mirándome con interés, después de que tomo asiento junto a él en las tribunas del complejo deportivo. Pienso en contarle lo sucedido, pero no vale la pena. Suspiro. — Solo es el trabajo— digo, en cambio. Miro al frente y Eric está dando un par de vueltas al campo para calentar. — Si estás preocupada por las fotografías con Hudson, creo que no debes de preocuparte— dice. — Solamente, me parece algo surrealista. —¿Por qué? Por lo que representa — habla en voz baja— Acaso, ¿Se molestó por lo que le has contado? Me sonrojo, alejo la mirada de mi padre. — ¿No les has contado? — susurra. — Papá. Niega y sé que desaprueba mi silencio. — No voy a decirte lo que debes de hacer, porque eres un adulto. Pero, me parece que sí, re

