Luego de mi breve reunión, bajo al departamento de Hudson para continuar con mi trabajo. Me dejaron ir con la promesa de volver un día de estos y poder hablar con más calma o para cotillear a sus anchas. Sin duda, me han hecho la tarde con sus locuras. Son unos buenos amigos. Entro al departamento y soy recibida por el silencio. Me voy a la mesa, donde el trabajo espera. Por inercia, reviso el móvil que está a un lado sobre la mesa. Tengo una w******p de Susana. Más bien, una fotografía donde puede verse a Eric de pie en el dugout mientras mira al campo. Se le puede radiante. Eso no tiene precio. Y lo agradezco de manera infinita. Me levanto y enciendo el televisor de la sala. Pongo el juego que está transmitiendo el canal de televisión local. Mientras veo el partido saco el trabajo

