— Claro, vamos entonces — mire a Nathan — ¿Tú también vienes? Supongo que si te encuentras aquí es por algo y no solamente porque querías desayunar. — Si, voy contigo. De hecho yo pensé que te quedarías en casa, tu ropa no es la mejor para que te presentes en el hotel de tu abuela, es demasiado sencilla. — El día de hoy amanecí con ganas de vestirme así, ahora vamos de una buena vez que lo que importa soy yo y no mi ropa. Los tres nos fuimos en uno de los carros que la familia Sallow poseía, al parecer estos no fueron vendidos por mi tía y por Angelique. Al llegar al hotel fui directo a la oficina ya que Nathan quería hablar conmigo y de paso con Ilán, estábamos encerrados mientras el primer mencionado nos veía detenidamente. — Si no tienes nada que decir creo que deberíamos irnos a ve

