Su sonrisa amorosa era tan amplia y sincera que casi la besé. Me alegra ver que lo disfrutaste tanto, Josh. Solo te falta darme unas cuantas nalgadas más así, para que estés en las nubes, y luego tu polla volverá a mi culo y a esa paja. ¿Qué dices? De repente me molestó que mi hermana se permitiera dictar el resto de la violación. "Brooke, no empieces a hacer sugerencias. Es mi puto espectáculo, y yo decidiré cuándo volvemos a tu culo". —Sí, cariño, claro. No quise decir nada malo. Tú decides; lo que digas. Solo soy un peón en tu plan maestro de violarme para que me des una mamada. "Sí lo eres, y recuérdalo la próxima vez que se te ocurra una idea 'brillante'". —Lo siento, Josh. ¿Cuál es nuestro próximo paso? No lo había pensado bien, y ya estaba más que desconcertado, pues esta viol

