"Todas esas conversaciones sobre cuánto me amabas, sobre que nunca me dejarías... todo era... una mentira." Unas lágrimas resbalaron por mis mejillas. "Una gran mentira. ¡Cuando te di mi corazón! ¡Arriesgándolo todo por ti...! Y me llamaste a la consulta de tu terapeuta, con quien no tenía ni idea de que seguías saliendo, para romper conmigo de la forma más cruel, y en el entorno más alejado que tú..."
"Josh, por favor, no saques conclusiones precipitadas", dijo el Dr. Sullivan. "Aquí hay más de lo que parece. Por favor, siéntate".
Me volví a sentar mientras mi hermana y yo nos secábamos las lágrimas.
"¡Pues hazlo, carajo!" Miré a mi hermana a los ojos llorosos. "¿Para qué alargar esto? ¡Acabemos con esto de una vez! ¡¿Estás rompiendo conmigo, Brooke?!"
"Josh, por favor—"
"¡No te meta
