Al entrar a su cuarto lanzo mi cuerpo hacia la cama, lo miré con miedo. — “¡eres una maldita zorra!” Grito, mi cabeza dolía a horrores por de la fuerza ejercida en ella; y asimismo por los múltiples golpes recibidos el día de hoy, mis rodillas se habían raspado después de haber sido arrastrada por el suelo durante el todo trayecto, ardían demasiado, en los ojos de Zaid no se podía apreciar más que la ira, mi cuerpo temblaba de miedo, no soportaría un golpe más. Aún no era medio día y yo estaba hecha un desastre, tener de mate a Zaid me producía más dolor que cualquier otra cosa — “¡soy tu mate, tu futuro alfa y por lo tanto debería respetarme, no deberías estar con otros hombres a solas! Dijo esto mientras levantaba su mano, dispuesto a golpearme y como si mi boca tomara vida, sin pe

