Amelie
Y cómo lo había dicho, Kate apareció en mi departamento, siempre tratando de levantarme el ánimo, ella y Claire eran mis mejores amigas pero a Claire no la había visto mucho debido a su trabajo pero siempre estaba enviando mensajes preguntándome sobre mi estado de ánimo.
—Veamos una película juntas y bebamos un poco —propone entrando a mi departamento con una botella de vino en sus manos.
—Lo de ver una película te lo acepto pero lo de beber, es no —le dije y ella rodó los ojos.
—Cuéntame ¿cómo te fue con la escritora? —preguntó.
—Bien, sé muy bien de qué va la historia y que es lo que debo dibujar —dije soltando un suspiro.
—No me digas ¿Otra historia con un final feliz? –asentí.
—Así es, se supone que es así como deben terminar las historias ¿no? —dije sintiendo una punzada de dolor en mi corazón.
—No todas Amelie, y no te pongas triste –se acercó a mí y tomó mi mano —mira piensa positivo, tu aun estas joven, podrás rehacer tu vida —la mire fijo a los ojos, sus palabras lejos de darme consuelo, me hicieron sentir aún peor.
—Eso no me interesa Kate, él era el amor de mi vida, no creo que eso pueda cambiar y no me interesa pensar en eso ahorita—caminé hasta la sala donde una película de comedia esperaba por nosotras, no quería ver películas de romance.
—No te estoy diciendo que debas rehacer tu vida tan pronto, se que no se puede, pero debes salir de este lugar, un par de meses más y Julien cumplirá un año de ....
—No, ni lo digas —la interrumpo, aun no asimilo que él ya no esté, es tan difícil, prefiero decir que ya no está a decir esa palabra.
—¡Basta Amelie! Debes salir de este lugar, solo sales del departamento cuando vas de compras o por tu trabajo —recrimina ella.
—¿Y qué si es así? Es mi duelo Kate, yo sabré cómo llevarlo, no me vengas a decir lo que debo de hacer cuando es a mi a quien le duele —dije con lágrimas en mis ojos —Fui yo quien perdió al hombre que amaba, tú eres testigo de lo mucho que Julien y yo nos amábamos, viví con él por tres años, íbamos a casarnos, tú no lo puedes entender por que quizá ni siquiera has amado —dije con dolor, ella me observó sorprendida.
—No se lo que es perder a quien amas Amelie, pero la vida sigue y yo solo pretendo ayudarte, solo quiero que dejes esta oscuridad ¡Julien ya no existe! —gritó esto último.
Un golpe, justo en el corazón, un desgarrador momento.
¡Julien ya no existe!
Resuena en mi mente, la observé con dolor...
—En mi corazón si, no lo puedo olvidar, se que donde sea que él esté sabe que yo lo amo y él cuida de mí, siento su presencia aun en este lugar, por eso vivo aquí —explique con lágrimas.
—Amelie —dijo tomándome por los hombros y con su vista fija en mí —Julien no está, el despareció para siempre, no lo puedes sentir, simplemente eres tú creyendo eso —con ferocidad quite sus manos de mis hombros.
—Vete Kate —le pedí tratando de controlarme —¡Vete de aquí! —le grité.
—Julien no volverá por más que lo desees, no lo hará Amelie, jamás —escupió furiosa y se fue.
Me derrumbé en la sala, el dolor en mi pecho era desgarrador, me dolía pero ella tenía razón, por más que lo anhelaba él no volvería, mi Julien me había dejado y era para siempre.
¿Cómo voy a vivir sin ti?
Quiero despertar esta pesadilla, fui a mi habitación, llena de dolor y coraje, él me dejó, se marchó y no dijo adiós, me prometió estar conmigo.
Busque en el armario, ahí escondido estaba ese vestido blanco, ese que usaría el día de mi boda, si, Julien y yo nos casaríamos en enero, mi vestido me lo habían entregado hace una semana, Julien lo había mandado a hacer con una famosa diseñadora, lo hicimos así porque el vestido tardaría y ahora ya estaba listo, pero Julien no estaba aquí verme usarlo.
Busque unas tijeras y comencé a destruirlo, la vida se había encargado de quitarme mis sueños, me destrozó, me dejó vacía, destroce cada pedazo del vestido entre lágrimas me quedé observando el desastre que había hecho, lloré tanto, le grite que volviera, que lo necesito, pero parecía no escucharme, mi Julien siempre estuvo para mi, quería que estuviera aquí, que me abrazara, quería escucharlo decirme pequitas una vez más pero no lo haría, Julien no volvería por más que lo deseara.
No se cuanto tiempo pasó pero me quedé dormida ahí en el piso junto a los pedazos de uno de mis sueños.
—¡Amelie! ¡Por Dios! ¿Qué es esto? Amelie por favor abre los ojos —escuché una voz lejana.
—¿Julien? —dije con voz.
—Oh Amelie, soy yo Claire —dijo ella acariciando mi rostro —Me asustaste mucho, creí que te habías hecho daño —dijo con su voz temblando.
—Claire ¿Dónde está Julien? Dile que venga, dile que lo extraño —le pedí con tristeza.
—Amelie —mencionó mi nombre con pesar —Ven ponte de pie —me ayudó a levantarme y me llevó hasta la cama —te haré algo de comer, estás muy delgada.
Me abracé a las sábanas y Claire salió de la habitación, ella me exigió darle una llave de mi departamento así ella vendría en caso de una emergencia, se que ella teme por mi.
Claire me cuidaba como una madre, había sido mi apoyo desde que Julien se fue, yo perdí a mi mejor amigo, compañero de aventuras, perdí a mi amor, pero ella perdió a su amigo y hermano aun así ella me daba ánimos a mi. Claire era la hermana de Julien, lo conocí por ella.
—Te hice unas tostadas y un chocolate caliente —se acercó a mí, la miré con tristeza —Kate me llamó y me contó lo que pasó, me moleste con ella también, sus palabras para ti fueron duras lo sé. Es difícil aceptar la realidad Amelie, pero a él no le gustaría verte así, le partiría el corazón verte así —sus ojos se llenaron de lágrimas, me senté sobre la cama y tomé la taza de chocolate, vi como el humo salía de ella, estaba muy caliente.
—Él me lo partió al irse —dije con dolor.
—No fue su decisión Amelie, mi hermano te amaba, más que a su vida, pero el destino así lo quiso y aunque duela hay que aceptarlo, no te juzgo por la vida que llevas, has sido fuerte Amelie, yo... no lo hubiera soportado, te admiro por que has seguido adelante aunque sea aquí desde ti departamento, seguiste tu trabajo y no te rindes, poco a poco volverás a ser tu...
—No —negué —ya no seré yo, quien yo era antes ya no existe porque esa era la Amelie de Julien —suspiro y me dio una sonrisa cálida.
—Entonces serás una nueva tu, con el recuerdo de un amor bonito, que se joda quien te diga que no duele, quien te diga que te entiende, porque nadie lo hace Amelie, solo alguien que haya vivido lo mismo que tu te entendiera —suspiré y tomé un poco de chocolate, Claire siempre buscaba la forma de hacerme sentir bien.
Ese día Claire se quedó a dormir conmigo, temía dejarme sola y que me derrumbara, esa noche sentí un abrazo tan cálido en mis sueños, fue como si Julien me recordará qué si estaba ahí a mi lado...