Un deseo de Nochebuena

9. Su compañía

Diciembre 7 (2021)

Toda la semana me he dedicado a trabajar desde casa, afortunadamente el día de hoy termine con mi trabajo y debo mostrar los resultados a la autora, se que le encantarán.

He estado evitando a Luca, así como también evito hablar con Kate, han sido días un poco difíciles, pero debo seguir adelante por el.

Me encuentro en una de las cafeterías favoritas que solíamos visitar, quise caminar un poco y termine en este lugar, pedí un pequeño postre y un café. Estoy con mi libreta en mano escribiendo algunas cosas, me encuentro concentrada hasta que de repente.

—Hola pecas —me quedé paralizada, sostengo mi bolígrafo y libreta con fuerza —¿Te molesta si te acompaño? —preguntó creí haber escuchado mal pero levante mi vista y ahí se encontraba el de pie frente a la mesa en la que me encuentro una sonrisa cálida permanece dibujada sobre su rostro.

—N-no —el me miró con una ceja arqueada —es decir no me molesta que me acompañes —él tomó asiento frente a mí y yo no podía creer que el estuviera aquí frente a mí y mucho menos hablando conmigo.

—¿Vienes a este lugar muy seguido? —pregunta.

—Eh... si... ¿Tú que haces por aquí? —pregunté.

—Me gusta este lugar es uno de mis favoritos, me siento tranquilo —respondió con una sonrisa, mi corazón latía desbocado.

Era una tortura tenerlo cerca y no poder abrazarlo como antes. Trate de concentrarme en lo que estaba haciendo en mi libreta y así no ponerme nerviosa con su mirada.

—¿Qué haces? —pregunta de repente.

—Escritos —respondi.

—¿Es un diario o algo así? —inquirio —¿Vas a escribir que estoy aquí de molesto? —preguntó sonriendo, ¡Dios! En verdad si es una tortura, si no estuviera enamorada de él me hubiera enamorado en este momento con esa hermosa sonrisa que me regala.

—Puede que sí —respondí y volví a bajar mi mirada, ya no lo veas Amelie, me dije.

—Eso quiere decir que sí te molesta mi presencia ¿verdad? —inquirio.

—Eres muy preguntón —dije sin mirarle.

—Jeje un poco lo sé —sonreí sin mirarle pues si es muy preguntón —¿estas sonriendo por algo que escribes o por mi?.

—Podrías dejar de hacer tantas preguntas —le pedí —creo que vienes aquí y tomaras algo ¿verdad?.

—Tranquila señorita pecas. Solo soy curioso pero si te molesta mi presencia puedo irme —Cerré mi libreta y lo observé.

—Lo siento, es que haces muchas peguntas —me disculpe.

—Entiendo ¿Cómo va tu trabajo? Claire suele hablar mucho de ti, dice que tienes un gran talento y una gran imaginación —comentó.

—No se si sea un talento pero me apasiona lo que hago y sobre la imaginación si tengo mucha, demasiada para mi gusto —conteste.

—Dame un poco de tu imaginación, yo tengo poca y hay momentos en los que quisiera ir mucho más allá de mis límites —comentó.

—Siempre se puede no te pongas límites —le dije.

—No me los pongo, es como si no pudiera ver más allá, simplemente es así —dijo soltando un suspiro mientras bebía un poco de su café. Se quedo un momento más haciéndome compañía, dentro de mi sentía tanta felicidad por tenerlo cerca.

—Creo que es hora de irme —le dije poniéndome de pie.

—¿Irás al restaurante? —preguntó.

—Si iré, quede de ver a Claire —respondí.

—Puedo llevarte si gustas, yo... justo voy para allá —dijo, lo note un poco nervioso.

—¿No se molesta tu novia? —pregunté y me arrepentí de haberlo dicho.

—No tiene por qué, no estoy haciendo nada malo, solo te llevo al restaurante con Claire —dijo mirándome con ojos entrecerrados.

—Digo por que no soy la persona favorita de Kate —comente, ambos caminábamos a la salida de la cafetería.

—¿Enserio? Kate dice que son muy buenas amigas –lo mire con extrañes.

—¿Ella habla de mi contigo? —pregunté.

—Eh... bueno si... ella me cuenta cosas de su trabajo y por eso habla de ti —lo note un poco nervioso pero decidí no preguntar más —mi auto esta por allá –indicó.

—¿Por qué lo dejaste tan lejos?...

—Porque solo venía a caminar y tomar un poco de aire, pero luego decidí ir a la cafetería —respondió. Caminamos hasta donde se encontraba su auto —Anda sube pecas —pidió abriendo la puerta del lado del copiloto. Escucharlo decirme así hacia que mi corazón aumentará el ritmo de sus latidos.

—¿Por qué me dices "pecas"? —pregunté con curiosidad.

—El primer día que te vi con mi hermana lo primero que note de ti fueron tus pecas, me gusta decirte así —respondió con sinceridad y estoy segura que lo vi sonrojarse. Lleve una mano a pecho sintiendo como mi corazón latía cada vez más rápido, él ya se había alejado de mi, así que subí al auto, me sentía muy nerviosa, él auto estába lleno de su aroma. Observé todo con discreción hasta que noté una foto colgar del espejo retrovisor, era el y Kate, sonriendo, más ella, parecía la mujer más feliz del mundo y la envidie por un momento pues yo tuve esa felicidad antes.

¿Alguien pudo envidiar mi felicidad también?

Mi móvil sonó anunciando una llamada entrante, saqué mi móvil de bolso y vi una llamada de Luca, la ignoré y puse en silencio mi móvil.

—¿Es tu novio? ¿Están peleados? —preguntó Julien mientras conducía.

—Eh... no... yo no tengo novio —respondí, pues para mi Luca no era nada y debía resolver eso.

—¿No tienes pareja? ¿Lo estas negando? Si yo fuera tu pareja y me negarás me sentiría muy mal —comentó.

—No se que somos— confesé —pero aclararé eso pronto, no quiero salir con nadie, tengo otras cosas que requieren toda mi atención.

—Oh ya entendí, lo lamento mucho por él —comentó y lo pude ver sonreír de lado. ¿Qué le pasaba a Julien?.

Creo que hay muchas cosas que aun no entiendo, pero estoy feliz de que él me haya llamado pecas, escuchar su voz, ver esa bella sonrisa me ha llenado de alegría, pude tener su compañía, creo que el destino quiere darme una señal de que no debo rendirme y debo tener fe en que lograré que el pueda vivir... Lo haré Julien, haré lo que sea para que tu puedas ser feliz...