CAPÍTULO 1:

1933 Words
Las clases comenzaban, los alumnos corrían de un lado a otro por la avenida, sin importar ser arrollados por algún automovilista loco, yo me deduzco a caminar a mis pasos ya que no llevo prisa alguna. Es otoño, por la calles se observan los árboles color carmesí dando aleadas por lo aires, siendo felices aparentemente y yo regresando a mi estrés de día a día. Me acerco a la entrada de éste, suspiro y con una gran bocanada de aire ingreso al instituto, inmediatamente a mi ingreso sonrío a todo aquel que aparece frente a mí. Suenan las pequeñas bocinas ubicadas en la esquina de cada pasillo por la parte superior. — Buenos días alumnos de la Escuela Preparatoria Kagin —me limito a pararme en seco al oír la voz robótica del director —Un nuevo curso comienza, profesores y amigos nuevos, les deseo un glorioso y perpetuo inicio de clases. Y sí, un nuevo ciclo escolar, mi segundo año de preparatoria, estoy dispuesto a continuar mi camino pero de nuevo la voz del director se hace presente. — Casi lo olvido, las inscripciones para postularse a presidentes del comité estudiantil se llevarán a cabo en el auditorio de la escuela —escucho un chillido por parte del micrófono — ¿Debería intentarlo? —musito para mis adentros pero sólo continuo mi camino a mi aula. Yo asistía casi todo el día a la escuela, era el mejor de mi clase e incluso se la escuela —según varios de mis profesores— eso era demasiado glorioso para mí y mis padres. Continúo mi paso por los pasillos marrones del edificio, camino con pereza pero con una sonrisa en la cara de "Amo venir al colegio", sin darme cuenta llego a la puerta B005, ésta se encuentra abierta y ya hay más de la mitad de alumnos. — ¡Ahnsuk! ¿Te vas a postular para presidente del comité estudiantil? ¡Vamos! Ya eres presidente de la clase, ¿Por qué no del comité? —mi amiga Sorim me sonríe optimistamente. — No lo sé —sonrió y camino hacia mi escritorio. Song Sorim es mi mejor amiga desde la escuela básica del instituto "Narim"  ahora que estamos en la escuela preparatoria y aún seguimos juntos, nuestra amistad es demasiado buena. Unos tacones se oyen, mi vista se refleja en ellos y ugh es la profesora de Filosofía. — A su lugar —su voz de Odio mi trabajo y los odio a ustedes está presente. Todos corren como acelerados hasta que llegan al lugar que les corresponde, me pongo de pie. — Atención, reverencia —inclino la cabeza— Buenos días —decimos todos al unísono. — Buenos días —responde y yo regreso a sentarme a mi lugar. — Hwan Ahnsuk. Joder, la bruja llama mi nombre. — ¿Sí? —le dedico una ligera sonrisa de respeto. — ¿Te postulaste para el comité estudiantil? — Lo estoy pensando aún —chasqueo la lengua— Pero no creo. — Sin duda alguna eres la mejor opción para el puesto, me gustaría oír tus propuestas. — Lo tendré en mente profesora —me limito a dar una leve reverencia y las clase comienza. Aun no entiendo porque el comité es tan importante, todos hablan de él, por lo que tengo entendido es un privilegio ser el presidente de éste ya que inclusive no tendrías que pagar almuerzos y serías un Vip en la preparatoria, me enteré que ya había cerca de 20 alumnos postulados pero si yo lo hacia ellos no tendrían oportunidad alguna, ¿Por qué no? Al menos lo intentaré. Las clases ya habían concluido y yo decidí ir a dirección para inscribirme. —Buen día —saludé como se debe a todo el personal. — Hola joven Hwan, ¿Qué lo trae por aquí? —una mujer de edad mayor me saluda. — Vengo a inscribirme —ladeo una sonrisa. — ¿Al comité, verdad? —me devuelve la sonrisa que le brindé hace escasos segundos. — Sí. — Tienes que llenar éste formulario y dentro de tres días presentar tu propuesta en el auditorio frente a todo el colegio, de ahí será por votos —me tendió la hoja tamaño carta que me ofrecía el pase a mi postulación — Muchas gracias —me dirigí a algún lugar de aquel salón administrativo, me senté frente a una pequeña mesita y comencé a llenar el formulario; Cosas como Nombre, Edad, ¿Por qué quiere ser presidente del comité? Venía en aquella hoja, la contesté sin problema alguno en menos de 10 minutos. Me levanté del lugar y camine de nuevo hacia aquella mujer. — He terminado —ofrecí la hoja. — Perfecto, la entregaré al director —me sonrió y siguió mirando su ordenador mientras salía del lugar. Salí del instituto, el aire otoñal golpeó mi rostro y simplemente pensaba en lo bien que eso me hacía sentir, opté por ir caminando ya que no quería llegar a casa. En ocasiones era un tanto estresante estar ahí, mis padres raramente estaban y yo sólo me encerraba en mi habitación a hacer tarea o algo por el estilo. Ya no recordaba lo que se sentía caminar por el sendero de la calle Chodung, era relajante ya que asimilaba que nadie vivía por ahí, era un silencio que gozaba en absoluto. Seguí hasta doblar en mi calle, la calle Donkeong. Estaba a 5 casas de la mía cuando recibo un mensaje de texto. SongSorim. Ahnsukie, ya me enteré que te postulaste, genial Ahnsuk Sí, lo hice. SongSorim Pero... También lo hizo... Nada, olvídalo. Ahnsuk Ahora me dices SongSorim SeoJoon, también se postuló. Ahnsuk ¿Y? Él nunca me ha quitado ningún premio, no creo que me gane. SongSorim Tienes razón, pero suerte. Caminaba mientras tecleaba en mi celular pero al leer eso de que SeoJoon se postuló me hizo enojar demasiado, ese tipo siempre quería ser mejor que yo aunque no lo lograra. — Bastardo —suelto para mí mismo y pateo lo primero que está a mi alcance, una motocicleta color n***o con rojo, luego esta cae al suelo— j***r. La levanto lo más rápido que puedo y hago como si nada pasó. Es raro ya que esta se encontraba en la casa a lado de la mía, pero esa casa lleva tiempo que está en venta y nadie la habita, en fin, ignoro aquello y entro a mi casa. — Ahnsuk —extrañamente mi madre está en casa. — ¿Mamá? —digo demasiado extrañado al ver que se encontraba en casa y a lado de personas que no conocía. — Mira, te presento a los Min —sonríe y veo a dos señores un poco mayores. — Mucho gusto —hago una reverencia de respeto. — Es todo un educado, ¿Es el que lleva notas excelentes? —musita la señora Min — Que buen hijo tienen —ahora dice el señor Min. Sus halagos me hacen sentir bien. — Ustedes también tienen un hijo, ¿No? —pregunta mi madre. — Sí, pero el nuestro no es ni una pizca de lo que es Ahnsuk —toma mis mejillas con cariño y no protesto — No diga eso Señora, no soy perfecto —sacudo mis manos en señal de negación. — Para nada, mira, ahora no sé ni dónde se metió ese chico, espero y lo ayudes un poco, venimos de Daegu hace poco aunque ya estuvimos aquí en Seúl hace unos años —dice y me limito a sólo sonreír amablemente. Mi madre se pasó todo el día con ellos, yo me encerré en mi habitación y me senté en el balcón que daba frente con el balcón de la casa de alado, supongo que esa era la de los señores Min, ya que del otro lado vivían los Hwan. Visualizo a un castaño montar la motocicleta que he tirado hace un momento, pero este se baja repentinamente y observa con maña su moto, hace unas muecas de enojo y sí, creo que se dio cuenta de lo que hice, no alcanzo a visualizar del todo su rostro por una gorra negra que trae, él solo se monta nuevamente y sale del lugar. Apuesto un pepinillo a que si se entera que fui yo mi rostro amenace en el noticiero de las 8 AM "Chico preparatoriano es encontrado muerto". Me rió amargamente mientras saboreo un dulce en mi boca. *** La luz de la mañana me despierta, un nuevo día en el colegio me llama, es raro que la alarma no me haya despertado, sí, raro... Miro el reloj y este marcaba las 6:35 AM. — j***r, NO VOY A LLEGAR EN 25 MINUTOS —corro hacia la ducha lo más pronto posible y hago todo lo más rápido que puedo. Nunca me había pasado algo así, no tomé más de 10 minutos para estar listo y cambiarme con el uniforme. Salí disparado de mi casa, esperé el autobús pero éste llegaba en 15 minutos según la pantalla; No tuve de otra que correr lo más que podía al instituto. No recordaba haber corrido nunca de esa manera pero debía llegar ahí de manera puntual. — 3 minutos —comentaba agitado mientras observé mi reloj y ya me encontraba en la entrada, aún era una planta para el B005, afortunadamente llegué, demasiado agitado y sudando pero lo hice. Me paré el seco cuando algo o más bien alguien bloqueó mi paso. — Permiso —soné amable pero aquel chico vestido de n***o me miró feo. — Abre la puerta. Es el colmo, no estaba de humor para aguantar a alguien darme órdenes, solo me limite a ignorar aquello, ya que había llegado tarde. Tomé la perilla de la puerta color café y con un poco de nervios entré. — Ahnsuk, llegas tarde —la profesora se cruza de brazos. — Una disculpa, sé que mi deber como presidente de la clase es estar antes que todos pero una señora de edad avanzada pidió mi ayuda para cargar unas bolsas y yo no pude negarme —decía toda mi bola de mentiras mientras agachaba la cabeza. — Está bien, siéntate en un lugar disponible —sabía que la profesora me creería. Mientras daba mi gran discurso noté como se le escapaba una sonrisilla cínica al chico que evidentemente no era de mi aula pero entró en ella. — Chicos, él es su nuevo compañero —la profesora hablaba como si de un amor de persona se trata— Preséntate —el chico nos miraba a todos con cara de asco. — Soy Min Baemin de Daegu —su voz era demasiado grave y fría. — ¿Algo más? ¿Tus metas? ¿Qué esperas del ciclo escolar? —la profesora lo bombardeaba con preguntas. — No creo que aquello sea algo interesante de saber. Y sí, ese chico era un amargado. El chico de cabello n***o recorre el aula y se posiciona en un lugar a lado mío, no tiene ni la amabilidad de regalarme una sonrisa ¡Aunque sea falsa!, prefiero ignorar lo anterior y poner atención en clase, fracaso, fracaso en mi intento de poner atención, seguía preguntándome ¿Por qué ese chico sigue mirando por la ventana? ¿Acaso le vale mierda la clase? Puf, no es mi problema. — Bien, resuelvan lo siguiente —la profesora había dejado unos problemas en el pizarrón para pasarlos a la libreta y ahí responderlos. Ese mocoso iba a ser regañado ya que evidentemente NO PUSO NADA DE ATENCIÓN y yo… dios, yo tampoco lo hice, rayos… Pasaron 5 minutos y el chico se levantó. — Muy bien, felicidades —la profesora lo felicitó, ¿Lo felicitó?, ni siquiera prestó atención a la clase y terminó primero que todos. El chico sin expresión alguna regresó al lugar que estaba justo al lado del mío, yo lo miré impresionado y quizás, sólo quizás con un poco de admiración, mi intuición me quiso hacer que le hablara y le preguntara "¿Cómo lo hiciste?" pero no, no quería cruzar palabra alguna con ese chico, ¡Bah! Sólo le mandaré una nota, mi curiosidad puede más. Arranco un pequeño trozo de una hoja detrás de mí libreta, dudo en lo que voy a escribir, suspiro y sólo escribo lo primero que se me ocurre. » ¿Cómo lo hiciste? ¿Usas magia negra?« Arrastré la nota por el pupitre con cuidado para que la bruja que teníamos como profesora no lo notara, cuando la nota llegó a su destino él la miró fijamente durante escasos segundos, dudando si debía tomarla... Al final la terminó tomando por sus pálidas manos, leía con detenimiento, soltó una pequeña risilla y me dije a mi mismo ¡Creo que hiciste un nuevo amigo!; Sin embargo, noté como arrugaba la nota entre sus manos e ignoraba el darme una respuesta. ¡j***r! ¡Nadie me ignora! O bueno, quizá sólo él.
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