Punto de vista de Lex
No puedo evitar mirar fijamente a Roxie mientras se va.
Mi cara me duele por el golpe que me dio, y si soy sincero, ese golpe me dejó sin palabras.
¿Dónde demonios aprendió a golpear así?
"Idiota", dice Blaze, tratando de contener la risa.
¿Qué hice yo?
Me alejo de mis pensamientos cuando escucho pasos acercándose hacia mí, y me doy la vuelta para encontrarme con Tim y un Jason sonriendo.
Gruño.
Tim mira hacia la casa.
—¿Qué demonios pasó? —pregunta, sin apartar la vista de la puerta por donde Roxie se fue.
Suspiro,
—No sé —digo.
Tim no dice nada ni siquiera me mira. Regresa hacia la casa y entra.
Mira fijamente la puerta,
—Idiota —dice Jason, mientras me doy la vuelta para mirarlo.
—Tuviste que abrir esa boca tuya y pensar que Roxie necesita ayuda —expresa.
Gruño
—Pensé que podría aportar mi conocimiento —le respondo.
La sonrisa burlona de Jason aún está en su rostro, él mira la puerta.
—Sabes, mi papá y yo no hablamos con ella esta mañana porque nos llamaron para patrullar temprano debido a los renegados —dice mientras vuelve a mirarme.
Lo miro fijamente y frunzo el ceño,
—Eso podría explicar por qué no quería que estuviera cerca entonces.
Jason sonríe con malicia.
—Sí, eso, es por eso. Tengo que admitir que te dio un buen puñetazo; te está saliendo un moratón.
Gruño.
—Fue un golpe de suerte —le digo.
Jason se ríe.
—Lo que sea.
Después de unos segundos, Jason se calma y me mira.
Suspira.
—Mi papá y yo hablaremos con ella ahora, pero creo que deberías irte por un rato. Te avisaré cómo va todo.
Asiento pero no digo nada.
No estoy contento al respecto, y tampoco lo está Blaze, pero deberíamos regresar y hacer algo de trabajo.
Estoy a punto de girarme para irme cuando Jason me detuvo,
—Oh, mi papá escuchó de Tío Keith; está de camino aquí. Es posible que lo visites cuando llegue.
—Ok, estaré atento —le respondo.
Ambos asentimos y seguimos nuestros caminos separados.
Camino hacia la casa de la manada. Hay algunas personas alrededor, ya que es hora de entrenamiento.
Supongo que es mejor entrenar; necesito desahogarme un poco.
Me dirijo hacia los terrenos de entrenamiento.
Bruce, el entrenador de guerreros, me espera mientras me acerco. Me mira y frunce el ceño.
—¿Dónde conseguiste ese moratón? —pregunta mientras sus labios se curvan ligeramente. Te dije que te agacharas cuando un puño se acerca.
Gruño.
—Me pillaron desprevenido, eso es todo.
Puedo escuchar a Blaze riendo en mi cabeza, "buena explicación. ¿Quieres decirle que también fue tu compañera?" dice con una sonrisa burlona.
Lo ignoro, maldito lobo.
Escaneo los terrenos, y todos los miembros de la manada están allí. Algunos ya están luchando y otros esperan instrucciones.
—Sabes que ella ha regresado, ¿verdad? —dice una voz a mi lado.
Me doy vuelta para mirarla, Naomi.
Sonrío.
—Lo sé; ya la he visto.
Naomi me mira, pero sus ojos están pegados a mi rostro. Comienza a sonreír,
—Supongo que alguien no está contento de verte —dice mientras coloca su mano en mi mejilla, presiona y el dolor del golpe llega a mi ojo.
Retrocedo y frunzo el ceño hacia ella.
—Oye, ten cuidado.
Puedo escuchar un gruñido detrás de mí,
—Compañera, más te vale ponerte en línea para entrenar, o te castigaré por no escucharme —dice Bruce.
Naomi lo mira con las cejas levantadas.
—Lo haré, cariño; solo quería saber si el Alpha Lex sabe que una persona en particular ha regresado a la manada — dice. Da la vuelta y se acerca a él.
Lo jala hacia abajo colocando su mano en su rostro y le da un beso en los labios.
Aparto la mirada, ya que sería extraño seguir mirando, especialmente porque Naomi es mi ex.
—Voy a entrenar un poco —le aviso, aunque no sé si están prestando atención.
Me pongo en línea con otros miembros de alto rango de la manada y comenzamos a entrenar.
Naomi fue mi novia de los viejos tiempos cuando estábamos en la escuela secundaria. Ambos sabíamos que teníamos compañeros, y acordamos dejar de vernos cuando nos enteráramos de nuestros compañeros. El único problema fue que yo supe sobre el mío durante años, y Naomi solo encontró a su compañero hace dos años. Digamos que no estuvo muy contenta cuando se lo dije. Bruce vino a la manada para ayudar con el entrenamiento. Él es de nuestra manada vecina, la manada de la Luna Creciente.
La manada vecina es dirigida por un buen amigo mío, el Alpha Dean. Alpha Dean y yo somos amigos. Nuestros padres nos llevaban a las reuniones de los alfas cada año. Solíamos entrenar con un entrenador de alto rango dondequiera que nos alojáramos.
Salgo de mis pensamientos cuando Bruce decide agruparnos para pelear. Lucho con fuerza como siempre, pero mi mente siempre se va a Roxie. La imagen de ella con los leggings de licra mientras se mueve es algo que me encanta presenciar.
El entrenamiento continua durante otra hora. Todos se dispersan y regresan a la casa de la manada, ya que muchos miembros tienen trabajos en los terrenos de la manada. Camino lejos pero noto a Bruce y Naomi caminando de la mano hacia su hogar.
Deseo poder tener algo así con Roxie.
Entro directamente a la casa del grupo y me dirijo a la oficina. Al entrar, mi padre levanta la cabeza y sonríe.
—Me gusta el morado —dice burlón —, imagino que es un bonito regalo de Roxie.
Gruño
—¿Quién te lo dijo? —pregunto, pero tengo una idea sobre quién pudo haber sido.
Mi padre sonríe y se toca la nariz.
No dice nada pero me mira fijamente.
—Voy a ducharme y luego a ponerme a trabajar —digo para quitármelo de encima.
Mi padre asiente y continúa con lo que está haciendo.
Camino directamente al baño. Tengo una sala de ducha construida en mi oficina ya que nunca tengo tiempo para ducharme, usualmente después de entrenar. La hice instalar cuando asumí como Alfa, y suelo quedarme hasta tarde aquí, lo que significa que nunca tengo la oportunidad de refrescarme cuando quiero.
Me ducho rápido y me visto.
Unos treinta minutos después, me siento en mi escritorio mientras mi padre sale de la habitación solo por un momento.
Voy a entrenar y comer algo.
Trabajo n los documentos que necesitaba completar.
Pasaron unas horas de trabajo, cuando alguien toca la puerta.
—Adelante —grito mientras coloco los últimos papeles en la carpeta.
La puerta se abre y entra Keith.
Le sonrío mientras cierra la puerta detrás de él.
—Alfa Lex, es un gusto verte de nuevo —dice.
Asiento.
—Sí, también es agradable verte —le respondo y el toma asiento.
Una vez que Keith se acomoda, me mira e inclino la cabeza hacia un lado,
—¿Quiero saber quién te hizo eso, o debo adivinar? —pregunta, señalando debajo de su ojo.
Gruño, realmente necesito que este morado sane.
Puedo sentir a Blaze sonreír, pero no dice nada.
—No preguntes.
Keith asiente, pero una sonrisa va apareciendo en su rostro.
—Ella ha cambiado; le dije a Tim y Jason que no se metieran con ella. Pero supongo que todo tiene que salir ahora.
Asiento pero no digo nada.
Keith me mira y continúa.
—Traté de llamar a Roxie de vuelta, pero nunca contestó. Le pregunté a mi Alfa si podía quedarme un tiempo hasta que ella se estabilice. ¿Está bien para ti?
—Sí, que estés aquí podría ayudar más —respondo, en verdad, estoy de acuerdo con él.
Roxie había estado en su grupo durante seis años, y él puede saber qué necesita. Además, Roxie no revela exactamente nada. Sé que solo ha sido un día, pero quiero saber más sobre ella.
Miro a Keith y él me está mirando.
—No voy a darle muchas vueltas al golpe —dice y se levanta de la silla —. Sé que quieres conocerla, pero hay una cosa que todos necesitan darse cuenta —
Se detiene y me mira —. Roxie no la ha tenido fácil, y quiero decir, lo que ves no es lo que obtienes con ella; tuvo que esforzarse mucho para llegar a donde está ahora, y no dejará que nadie la detenga.
Sonrío.
—Solo quiero conocer a mi pareja, quiero saber todo sobre ella, pero hasta que todos hablen con ella, no puedo. También necesito contarle mi versión de la historia —le respondo.
Él asiente y me mira.
—Tengo que preguntar, y puedes decirme que no es asunto mío, pero ¿has estado con alguna otra mujer? —pregunta.
Levanto las cejas ante él.
—Keith, eso es personal, pero te diré que no he estado con nadie en dos año —le confieso.
Keith suspira.
—No lo dije por nada en particular, Lex —dice y mira hacia la puerta de la oficina —. Roxie estaba herida cuando se fue de aquí; quiero decir, no quería tener nada que ver contigo; ni siquiera podía mencionar tu nombre frente a ella durante un tiempo, pero lo superó, y debo decir que se ha convertido en alguien importante en el grupo, muchos miembros del grupo la admiran —
Se gira hacia mí —. Le daría un poco de tiempo para adaptarse a estar de vuelta; hay cosas que no sabes y creo que deberías esperar a que Roxie esté bien para contártelo.
Lo miro fijamente, sintiéndome algo confundido.
Keith me mira y sonríe.
—No puedo decirte nada porque no es mi historia que contar, pero debes estar preparado para lo que ella tenga que decirte; algunas cosas podrían explicar lo que sucedió aquí.
Estoy a punto de decir algo cuando recibo una comunicación mental; es Jason.
"Oye hombre, ¿está el tío Keith contigo?", pregunta.
"Sí, está aquí", le digo.
"Ok, bueno, hablamos con Rox, y ella conoce nuestra versión. Pero tengo que decirte, es posible que quieras esperar para hablar con ella por un tiempo para que pueda procesar todo. Acaba de recibir una sobrecarga de información", dice. "Mencioné que todos entrenamos por las mañanas y si ella quería venir, podría hacerlo, pero dijo que es posible que se lo pierda mañana porque tiene cosas que hacer en su habitación, pero estará allí al día siguiente".
Sonrío. "De acuerdo, eso es bastante justo", digo.
Cierro la comunicación mental y veo a Keith mirándome con una expresión extraña, luego sacude la cabeza y sonríe.
—Acabo de recibir una comunicación mental de mi hermano para ir allá — dice. Asiento con la cabeza.
Keith se gira y sale de la oficina.
Sigo cada uno de sus movimientos mientras cierra la puerta tras él, y no puedo evitar inclinarme hacia atrás en mi silla.
¿Qué demonios quiere decir con todo eso sobre Roxie?
Puedo sentir que Blaze se acercaba un poco, y sabía que estaba escuchando todo lo que se decía. "Puede que se refiera a la última vez que hablaste con la compañera cuando estuvo aquí", dice.
No puedo evitar fruncir el ceño por lo que dijo.
Fui un idiota en aquel entonces. Me sentía atraído por ella y no podía hacer nada al respecto. Y siendo un adolescente de mal humor, quería lo que no podía tener. Saber que no podía tenerla era difícil, pero tenía que esperar hasta que fuera la edad adecuada.
Blaze estaba tan caliente y hormonal como yo. Hacía que todas mis hormonas se elevaran, especialmente cuando su aroma se acercaba a nosotros.
Tuve que ser un gilipollas, y tuve que ser el malo.
Blaze me mira fijamente, "Fuiste un estúpido".
Frunzo el ceño.
"Lo sé, y estoy de acuerdo, pero ahora tenemos que averiguar cómo arreglar todo con nuestra compañera", dije.
Blaze asiente y parece sumido en sus pensamientos, "Deberíamos dejar que la compañera piense en las cosas primero, pero podríamos enviarle un regalo", dice.
Eso suena como una buena idea.
"Podríamos enviarle un hueso", dice, meneando su cola.
Sonrío "Tal vez la próxima vez", le digo, aunque a su loba le gustaría eso.
Me inclino hacia adelante y agarro el teléfono; sé lo que quiere. Solo espero que le gusten.