Punto de vista de Roxie
Una vez supe que Alexander se había ido de casa, pude respirar mejor.
Siento a Bex moverse en mi cabeza mientras intenta quitarse el bloqueo; necesito tiempo para mí.
También necesito descubrir por qué mi familia me ocultó algo así.
Escucho un ping en mi teléfono y lo agarro. Es de mi tío diciéndome que debo hablar con Jason y papá y que llegaba a la manada mañana por la noche.
Genial, mi tío es el beta de su manada. Es el hermano de mi padre y el mejor amigo del alfa de su manada. Se fue a la otra manada por una mujer que resultó ser su pareja elegida, pero falleció un año antes de que muriera mi mamá. Estaba destrozado y le llevó mucho tiempo superarlo.
Nunca creí en la situación de la pareja elegida; pensé que si no encontrabas a tu pareja, deberías vivir solo o seguir adelante, pero nunca conformarte, ya que podrías encontrar a tu pareja inesperadamente.
Suspiro y caigo de nuevo en mi cama. No puedo evitar mirar el techo. Quito el bloqueo que tenía con Bex. Puedo ver y sentir que está cerca, "¿Estás bien?" pregunta ella.
Asentí sin decir nada.
Ella me mira y gira la cabeza hacia un lado.
Nos miramos durante unos momentos antes de que Bex rompa la mirada, "Necesitas hablar con tu pareja", dice.
Me enojo, "¿Te das cuenta de que nuestra pareja fue quien nos envió lejos e hirió nuestros sentimientos hace seis años?", le digo, "la misma pareja a la que pillamos follando con otra mujer ese mismo día también".
Bex gruñe, "Era joven y estúpido", dice.
"Obviamente sabía que éramos su pareja en ese entonces", le digo mientras me levanto de la cama. "Aún así se acostó con ella poco después de que nos fuéramos".
Bex se queda callada, pero me mira fijamente.
Sé que está pensando en formas de cómo hacer que la mujer y nuestro compañero pagaran, juzgando por la mirada que me está dando.
Sé que no soy virgen, pero al menos esperé hasta que superé a ese idiota antes de estar con alguien. Alexander sabía cómo me sentía por él en ese entonces, y aún así me rompió de todas las maneras de las que debería.
Me levanto y agarro las cosas que necesito para ducharme. Tal vez con una ducha, los sentimientos que tengo se calmarían un poco y quizá pueda pensar en esto racionalmente y escuchar lo que todos tienen que decir.
Mi mente divaga; necesito dormir antes de cansarme demasiado y estar más irritable de lo usual.
Me ducho rápidamente y me preparo para dormir.
Bex está reflexionando; debe estar planeando un asesinato o algo así por la forma en que está dando vueltas en mi cabeza.
Me meto en la cama, pero puedo oír movimiento fuera de mi habitación.
Sé que es mi padre, ya que su olor se cuela.
Miro mi puerta, preguntándome si entraría aquí a hablar conmigo, pero a la vez rezo en silencio para que me deje sola.
Después de unos segundos cortos, se aleja de la puerta.
No puedo evitar suspirar de alivio.
Me muevo hacia el final de la cama y pongo mi cabeza en la almohada.
Miro a Bex, quien me está mirando fijamente.
"¿A quién planeas matar?" pregunto bromeando.
Bex sonríe, "Podría planificar matar a tu pareja si dice algo que te lastime", dice, pero suspira. "Rox, estoy contigo y sé que todavía tienes sentimientos por él. Pero también sé que te lastimó; seguiré tu decisión en este asunto".
"Gracias, Bex", digo "Necesito algo de tiempo para pensar e incluso averiguar algunas cosas primero, pero veremos cómo va. Ambas sabemos que en algún momento él se comportará como un idiota". Sonrío.
Bex sonríe, "eso es cierto, pero Rox", dice mientras lame sus labios. "Es un buen pedazo de hombre".
Gruño. "Cálmate, chica", le digo haciéndola reír.
"Necesito dormir", menciono "creo que deberíamos salir a correr o hacer algo de entrenamiento por la mañana".
Bex asiente y bosteza.
Después de desearnos buenas noches, no pasó mucho tiempo antes de que me quedara dormida.
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Despierto con el sol entrando por las cortinas. Gruño y salgo de la cama.
Me froto los ojos y miro a mi alrededor. Mis ojos se posaron en el reloj; marcaba las seis y media.
Salgo de la cama y me visto. Me pongo mis leggings de lycra y sujetador deportivo y salgo.
Bajo las escaleras y no encuentro a nadie allí.
Entro en la cocina y encuentro una nota, es de mi padre, informándome de que él y Jason están de patrulla y volverían pronto.
Arrugo la nota y la tiro a la basura. Me acerco al cuenco de frutas y desayuno un poco.
Una vez que termino, me dirijo hacia la entrada del garaje.
Puedo usar el saco de boxeo, y sabiendo que mi padre y mi hermano estarían en casa pronto, no tiene sentido salir a correr. Quiero hablar con ellos primero antes de ver o lidiar con Alexander.
Paso por allí y abro de par en par la entrada del garaje para sentir el aire fresco mientras hago ejercicio.
Me pongo los guantes de boxeo y comienzo a golpear el saco.
Normalmente uso compañeros de entrenamiento para este tipo de cosas, pero como no hay nadie aquí y no mucha gente se creería si les dijera lo que puedo hacer, incluso podrían reírse de mí."No se van a reír," dice Bex.
Sonrío.
"Puedes enfrentarte a los mejores de la manada de Keith e incluso salir victoriosa," dice ella, pero una sonrisa se dibuja en su boca. "Además, les haría un nuevo agujero si lo intentaran."
Empiezo a calentar, pero llega a mi nariz un aroma.
Sé quién está detrás de mí.
Miro por encima de mi hombro y veo a Alexander mirándome.
Arrugo el rostro.
—¿Qué quieres, Alexander? —le pregunto.
Golpeo el saco muchas veces, pero él no me responde.
Me giro para mirarlo, pero noto que está más cerca.
Me mira con una estúpida sonrisa en su rostro.
Bex lo mira y frunce el ceño.
"Parece un pastelito," dice ella, y no puedo evitar intentar ocultar una risa.
Me muevo alrededor y golpeo, pero Alexander agarra el saco.
¿Qué demonios?
Le lanzo una mirada furiosa.
—Aléjate del saco, Alexander —le digo.
Alexander me mira detenidamente, pero puedo sentir cómo sus ojos recorren mi cuerpo, luego suben hasta los míos.
—Deja de llamarme así —reclama.
Sonrío maliciosamente.
—No —digo y vuelvo a golpear el saco.
Golpeo suavemente, ya que no quiero mostrar demasiada fuerza.
Puedo sentir la mirada de Alexander en mí mientras sostiene el saco.
—Sabes, puedo enseñarte algunos movimientos —dice él.
—No, gracias, Alexander, puedo arreglármelas —le digo, golpeando de nuevo el saco.
Me mira, sé que me está examinando otra vez.
En serio, lo golpearé en la cara si sigue así. Solo necesito que diga una estupidez, y lo haré.
Seguí golpeando, pero Alexander no capta la indirecta.
—Creo que debería enseñarte algunos movimientos —dice —. Ya sabes, las mujeres siempre necesitan ayuda para pelear, o quieren que el tipo pelee por ellas, o simplemente no quieren hacerlo por si acaso se rompen una uña o algo así.
Oh no, no lo hizo.
Puedo sentir cómo la ira se acumula dentro de mí.
Bex estaba en posición de alerta, dejando escapar un gruñido bajo.
Estoy más que enfadada, y él es un estúpido e idiota.
Un pensamiento cruza mi mente, Bex y yo sonreímos. Golpeo el saco una vez, pero apunto directamente a su cara en el segundo golpe. Coloco toda todo mi impulso en él.
Al conectar mi puño con su cara, Alexander retrocede con un tropezón y lleva la mano a su rostro. Me mira, ligeramente sorprendido.
Le devuelvo una mirada furiosa.
—Déjame en paz, j***r —le grito y me doy la vuelta para marcharme.
Camino hacia la casa y entro, pero noto a dos figuras cercanas a mí. Ya sé quienes son.
Mi padre y mi hermano.
No me importa lo que hayan presenciado; Alexander se lo merecía.
Bex estaba enfadada con él; ella es toda una partidaria del poder de las mujeres.
Nadie debía asumir nada sobre una mujer, especialmente cuando no se han visto durante mucho tiempo.
Vuelvo a entrar y cierro la puerta detrás de mí.
Puedo sentir ojos en mí todo el tiempo, pero no me importa
Imbécil de compañero, murmuro entre dientes.