Punto de vista de Lex
Moví mi rostro más cerca del suyo.
—Ahora, eso no estuvo bien, compañera — dije y apoyé mi cabeza en su cuello.
Le di intensos besos a lo largo de su cuello y me moví hasta llegar a su boca.
Me quedé prendido en sus labios mientras su aliento se entrecortaba.
—Ahora tengo toda tu atención, cariño —le dije mientras la observaba a los ojos —Tendrás que compensármelo —le dije mientras me acercaba a ella. Asegurándome de que mi cuerpo la cubriera. Asegurándome de que no pudiera escapar ni lastimarme. Mi polla estaba dura mientras descansaba sobre su estómago.
Sus ojos se abrieron, me miraba sin decir una sola palabra.
—¿Te comió la le gua el lobo, preciosa? —le dije mientras aplastaba mi boca contra la suya. Moví mis labios y lamí el borde de su labio inferior para obtener acceso, pero ella no se movió. Besé su boca y usé mis dientes para morder su labio inferior. Ella jadeó mientras deslizaba mi lengua por su boca.
Mierda, todo se sentía como el cielo mientras movía mi lengua alrededor de su boca. Probando cada centímetro que podía encontrar, ella gimió, haciéndome retroceder y sonreír con suficiencia.
Me moví ligeramente y la miré. Mordí mi labio inferior mientras contemplaba su aspecto. Sus labios estaban hinchados.
Su respiración se aceleró y pecho se movía intensamente.
—Ahora... —intenté decir cuando fui golpeado por su excitación antes de que pudiera terminar mi frase. Estaba excitada y su cuerpo la traicionaba.
Gruñí, mientras me acercaba a ella.
—Cálmate, mi amor, o te tomaré aquí mismo y ahora —dije, mientras me acercaba a su cuello.
Necesitaba detenerlo.
—Creo que deberías quitar tus manos de las mías —dijo Roxie mientras retrocedía para mirarla —, quiero acariciar esa gruesa y grande polla tuya.
Mis ojos se abrieron de par en par; la miré nuevamente. Ella movió su cabeza y me dio un beso en los labios. Mi mano, que sostuvo sus brazos juntos, se aflojó ligeramente mientras ella me besaba con más fuerza. Moví mi mano y la puse en su cintura, levantándola mientras sus piernas se encontraban con mi cintura; ella me envolvió, sus piernas estaban alrededor de mí.
La besé con fuerza y gimió, mientras se movía hacia arriba y hacia abajo sobre mí.
Mierda, la necesitaba.
—Rox... —gemí con un gruñido bajo que escapó de mis labios.
Ella no se detuvo. La fricción de su movimiento hizo que mi polla contactara con su trasero. Teníamos demasiada ropa, pero mi polla iba a explotar si ella seguía así.
Las piernas de Roxie se tensaron a mi alrededor, moviéndose intensamente sobre mí, y gimió más alto.
Mierda, estaba cerca de eyacular en mis pantalones cortos.
Sus besos eran frenéticos mientras ella gemía.
Usé mi velocidad y la empujé contra el árbol una vez más mientras Roxie se alejó. Ella jadeó fuertemente y me miró fijamente.
—Mierda. Tengo que irme —dijo.
Gemí mientras retiré mi mano de su cintura y la coloqué al frente. Acaricié su coño y comencé a mover mi mano sobre sus mallas deportivas, empapadas en sus jugos. Froté su coño a través del material de licra. Ella inclinó la cabeza hacia atrás y gimió.
—No... —dijo, pero sonaba más como un gemido.
Froté su coño con fuerza y me acerqué a ella.
—Ven para mí, cariño —le dije en su cuello.
—Por favor —suplicó.
Moví mi mano más rápido sobre el material mientras su jadeo aumentaba.
Sabía que iba a eyacular en mis pantalones cortos; a medida que sus gemidos se volvían más fuertes, llenaban todo el bosque. Ella se estaba excitando por mí, frotando su parte.
Dejé besos a lo largo de su cuello mientras llegaba a su punto de marca; chupé fuerte, lo que la llevó al clímax.
—¡AHHH! —gimió.
Pude sentir la humedad en el material mientras sus jugos resbalaban de su coño encima la tela.
—¿Quieres tener una cita conmigo? —le pregunté en un aliento ronco. Besé su punto de marca y me acerqué a su oído.
—Alexander —dijo con un ligero jadeo.
Me moví para mirarla, su pecho estaba subiendo y bajando.
—Creo que eso es una mala idea —dijo y después me miró.
Fruncí el ceño; ¿qué demonios?
—Rox, por favor, quiero que salgamos. Quiero explicarte todo, incluso conocerte más —le dije. Ella me miró y se movió ligeramente, pero mi agarre en su cintura la apretó.
—Necesito tiempo; esto no debería haber sucedido —dijo y nos señaló a ambos.
—¿Por qué? Somos compañeros —le dije.
Blaze estaba caliente como el infierno, y me encantó que la hiciéramos llegar al orgasmo, pero ahora incluso él estaba un poco confundido por sus acciones.
Roxie examinó mi rostro y suspiró.
Desenredó sus piernas de mí y las colocó en el suelo.
—Debo admitir que me sorprende ver que tus huevos hayan vuelto a la normalidad.
La miré un poco confundido, pero algo no encajó. Ella me pateó en los huevos antes.
Me moví ligeramente hacia atrás.
—Mira, ¿cuál es tu problema? —le pregunté.
Ella frunció el ceño.
—No tengo ningún problema, pero pareciera que olvidaste a la perra rubia con la que entrenarte y sí, hablo de Naomi. Luego me excluirse todo el rato que duró el entrenamiento.
La miré fijamente.
—Estabas celosa... —comencé a decir, pero ella me negó con la cabeza.
—No confundas lo que viste con celos —aclaró.
Estaba a punto de decir algo, pero ella me ganó.
—Quiero enfrentarme a ti —exclamó ella, lo cual me sorprendió.
Levanté las cejas hacia ella.
—¿Qué quieres decir con que quieres enfrentarte a mí? —le pregunté.
Ella cruzó los brazos sobre su pecho y me miró.
—Te haré una oferta si nos enfrentamos, digamos mañana. Saldré en una cita contigo si ganas —dijo ella.
No pude evitar sonreír.
—Pero si gano, me dejarás en paz —habló ella.
Me quedé desconcertado por lo que dijo.
Blaze frunció el ceño, "eso nunca pasará", dijo.
Lo miré. "¿Crees que ella podría vencernos?" le pregunté.
Blaze me miró, pero una lenta sonrisa se formó en su rostro de lobo, "Nope".
Suspiré, "¿Por qué demonios querría ella enfrentarse a mí entonces?" le pregunté.
Él reflexionó sobre las preguntas pero encogió los hombros, "tal vez ella quiere mostrarte lo que puede hacer", dijo.
Roxie aclaró su garganta, lo que me hizo volver la mirada hacia ella.
Ella inclinó la cabeza hacia un lado mientras me estudiaba.
—Bien, ¿te enfrentarás a mí mañana —preguntó
La miré fijamente.
—Pregunta, ¿por qué quieres enfrentarme?
Ella me miró, pero después de unos momentos, suspiró.
—Quiero mostrarte lo que puedo hacer, pero no solo eso, quiero que trabajes para mí. No soy como la mayoría de las chicas, y fui humillada en los terrenos de entrenamiento. No todos saben por lo que he pasado y de lo que soy capaz, pero si mi pareja puede ver lo que puedo hacer, entonces tal vez tenga la oportunidad de demostrarle que soy lo que él necesita.
Ella no tenía que demostrarme nada; la quería sin importar qué.
—No tienes que demostrarme nada —le dije, pero ella negó con la cabeza.
—No sabes por qué lo hago, no lo entiendes.
La miré.
Había determinación en su rostro, algo que me hizo pensar que había más en eso que simplemente ser mi pareja.
—Necesito hacer esto, Alexander —dijo. mientras se acercaba a mí, acortando la distancia entre nosotros.
—Así que si ganas, saldré en una cita contigo, y si gano, me dejarás en paz.
Fruncí el ceño.
—Estoy de acuerdo; solo si ganas tomarás un tiempo para reflexionar sobre esto de ser pareja entre nosotros. No aceptaré dejarte en paz, ya que Blaze probablemente irá y te marcará sin consentimiento, pero podrías tomarte una semana para pensarlo —le aclaré mis puntos.
Blaze gruñió en mi cabeza, no le gustó lo que sugerí.
Roxie me miró y me estudió nuevamente.
"No puedo hacer eso", dijo Blaze, "necesito estar con ella".
"Lo sé; por eso sugiero darle una semana sin nosotros para que pueda recapacitar y decidir sobre nosotros", le dije "No hay manera de que pueda alejarse de nosotros tanto tiempo; estará con nosotros pronto".
Blaze me miró y suspiró.
"El vínculo de pareja es más fuerte ahora, que ella también lo sabe" dijo
Asentí. Debía estar de acuerdo con él, porque cada vez que inhalaba su aroma, desencadenaba todo en mí. Pero esa vez no tenía el control sobre nada.
Miré hacia Roxie, y ella parecía estar hablando con su loba.
Ella me miró.
—Estoy de acuerdo con lo que sugieres —dijo rápidamente.
Asentí.
Roxie me miró.
—Creo que deberíamos enfrentarnos mañana. ¿Qué tal afuera de mi casa?
Sonreí y me acerqué a su cuello. Inhalé su aroma una vez más, necesitaba su aroma para calmarme.
—Estaré de acuerdo, solo si gano, iremos a esa cita mañana por la noche —le dije con tono seductor.
Roxie tragó saliva.
—De acuerdo —dijo en voz baja.
Le besé el cuello, lo que provocó que mi m*****o volviera a la vida.
Me alejé unos cuantos pasos de ella.
Roxie me observó.
—Te dejaré ahora, pareja —le dije mientras me giraba para regresar por el bosque. Necesitaba regresar a casa — Estaré en tu casa a las nueve en punto — le grité por encima de mi hombro mientras me alejaba de ella.
Tuve que irme, necesitaba irme, o la habría hecho gemir más.
Avancé por el bosque, sin mirar atrás, y me dirigí de vuelta a la casa de la manada. Necesitaba estar lejos de todos, así que sabía que tenía que ir a la oficina, ya que nadie me molestaba cuando estaba allí.
Sabía que había dejado a mi pareja parada allí, mirándome ir.
Blaze estaba tranquilo en mi cabeza, pero todo en lo que podía pensar era en enfrentarme a mi pareja mañana.
Quería saber por qué pensaba que necesitaba demostrarme que podía enfrentarme a mí y demostrarse a sí misma.
Podía ver la casa de la manada a lo lejos, y sabía que tenía el día en la oficina.
Pero primero, necesitaba ducharme, una ducha fría.