Mientras tanto Sabrina…
—¡Ya todo está reluciente! Ahora si el imbécil de Nathan no tiene ninguna excusa —Le gruñó el estómago —¡Ay tengo mucha hambre, quisiera comerme una pizza o algo de comida chatarra!
La rubia caminó hacia el refrigerador y notó que toda la comida que estaba allí adentro, la mayoría tendría que prepararse cosa que ella no estaba acostumbrada hacer. La dieta del rubio era muy estricta, baja en calorías y rica en muchas proteínas; nunca comía comida chatarra porque desde muy pequeño no estaba habituado a comer comida procesada. Sin embargo, Sabrina estaba acostumbrada a comer de todo tipo de comida ya sea desde alta en grasas y calorías o comida saludable. Entonces, la joven al llegar al refrigerador, pudo notar que no había absolutamente nada delicioso para comer.
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