Retornando a las cartas.

2070 Words
Miro desde la ventana de mi auto la entrada a la clínica a la cual una vez ingrese gracias a Alaia. Ahora vuelvo pero por dos personas que me tienen perdidos de amor. No se que sera de ellos mientras este dentro son casi 7 a 21 días, todo depende de la complejidad del cuadro clínico que presente la persona adicta, del tipo de adicción que sufre, sus características físicas y psicológicas. Lo se, por que ya estuve aquí. Vi muchos compañeros poder salir y otros no llegar a superarlo lo que los llevo a tomar decisiones trágicas que dejaron una familia destrozada. Siento la mano de mi compañera posarse en la mía. — ¿ Estas seguro de esto cielo ? - Volteo a verla. - — Lo estoy Emily. — Ok. Te apoyo. Pero quiero que sepas que tomare mis cosas y saldré de tu casa. Si no estas ahí, no tengo nada que hacer en ella. — No. Podes quedarte, las sirvientas saben tu tratamiento y los dias de visita al medico. Hazlo por mi ¿ si ? — ¿ Esto lo haces por mi ? — En parte por nuestra amistad y en parte por mi. Necesito estar bien. - Ella me sonrie, acaricia mi rosto con su mano fina y sedosa. - — De acuerdo. Te acompaño, ya es hora. — Espera. Solo un poco mas. — ¿ Esperar que cielo ? Ya estamos acá. Esperar que vengan a despedirse las dos personas a las cuales espero volver a ver cuando salga de acá. Pasa 1 hora y ellos no vienen. La discusión que tuvimos hace unos días a estado dando vueltas en mi cabeza. ¿ Sera que Emily tiro a Haniel a la piscina ? No imposible, si su memoria fallo y su personalidad cambio, pero no seria capaz de hacerle daño a una persona. — Ok. Es tiempo. - Digo cuando veo que no vendrán. Un nudo se forma en mi garganta, deseaba verlos antes de ingresar. Pero veo que Arisha no dara su brazo a torcer sabiendo que Emy estara conmigo.- Bajamos del auto, mi chofer baja mi valija la cual es pequeña ya que no puedo traer nada mas que ropa. Los productos personales te los dan acá. Ingresamos al edificio y a la primer persona que veo es a Nora. — OH NO. Decime que no volviste. - Se acerca y me abraza. - — Lo siento Nora. Pero me vas a tener que soportar un tiempo mas. - Ella acaricia mi rostro de forma maternal. - — No me lamento por tener que cuidarte cariño Me lamento por el dolor que llevas dentro. - Y se a que se refiere con eso. Un nudo se forma en mi garganta la cual trago con dificultad. - Siento tanto lo de tu esposa. — Gracias Nora. Perderla es una de las causas por la que estoy de vuelta en el ruedo. - Ella limpia una lagrima que no sentí caer. - — Disculpa tesoro. ¿ Quien sos ?. - Ella mira a Emily. Quien le sonrie. - — Soy su... — Amiga. Nora ella es mi mejor amiga. La conocí en la universidad. — Exacto su amiga. - Dice Emily, pero veo como su rostro se trasforma. - —Bueno señor Ball, ya sabe el protocolo. Mirian te hará llenar el registro. Ella es nueva acá, pero sabe bien cual es su trabajo. — Gracias Nora. - Caminamos hasta donde esta Mirian, veo que Nora se retira e ingresa a dirección. - — ¿ Quien es ella ? — Es una de las enfermeras que esta en la sección de adicciones. Como ves el edificio se divide en varios pisos. El ultimo es adicciones. El segundo psiquiatría y este es todo lo que es enfermería, sala de reuniones y dirección. — Vaya. Si que lo tenes memorizado. - Nos acercamos a la chica que esta en la mesa de entradas. - — Hola un gusto. Bienvenidos a Fundación manantiales. Mi nombre es Mirian y te ayudaré a llenar tu planilla. ¿ Primera vez que vienen ? — No. Ya estuve internado en mi adolescencia. — Bien. Entonces sabes los protocolos. De todas formas la directora te vera en un rato. — Gracias. - Comienzo a llenar los formularios. De vez en cuando miro a la entrada para ver si llegan pero nada. Solo gente que supongo viene de visita y otros a internarse. Pero ella nada y me duele que no me respondiera los mensajes. Leo que piden numero de emergencia, en mi primer internación coloque el de Alaia, pero ahora ella no esta. Así que me arriesgo y coloco el de Arisha. Dejo la lapicera cuando termino de llenar y firmar los documentos. - Ya esta. — Muy bien. - La joven ve mi nombre y se le abren los ojos. No puede creer que una persona importante como yo este por ingresar a un fundación de rehabilitación. Si a veces los empresarios tenemos problemas que nos llevan a esta situación. - Señor Ball, cuando ingrese por esa puerta, ya no podrá salir por el tiempo estipulado. Del otro lado lo vera la directora. — Gracias. - Me giro para ver a Emy. - Acá nos separamos. — Tranquilo, te estaré esperando. Emily me abraza, quisiera tener el abrazo de despedida con Arisha y Haniel pero no se podrá. Me giro y camino sin mirar atrás. Llego a la puerta que divide la sala de entrada con la fundación en si. Esta puerta permanece cerrada, nadie sale hasta no tener el alta. Trago el nudo de mi garganta que no puedo pasar por mas que trate. Mi pecho se aprieta por la sensación de tristeza que me invade. — Pampon. - Escucho su voz, creo que es imaginación por el deseo que tengo de verlos. Sacudo mi cabeza y vuelvo a retomar mi camino - ¡¡ PAMPON !!. Esta vez su voz se siente real, giro para ver y ahí esta ella, sin saber si avanzar o no, soy el primero en moverme. Camino hasta la mitad de la sala, Haniel corre a mi encuentro, me arrodillo para quedar a su altura. No puedo evitar llorar, los necesitaba a mi lado para dar este paso. Lo abrazo con cuidado de no lastimarlo. Lo pego a mi, respiro su perfumito que tanto ama. — Te quelo. — Yo te quiero mas campeón. Gracias por venir a decirme chau. — Cati no tegamos. — Pero lo hicieron. - Me pongo de pie cuando la veo acercarse, mi corazon late desenfrenado. Se ve tan hermosa con ese traje de tres piezas color rosa viejo, su pelo lacio. Sus esmeraldas brillan debido a las lagrimas que retiene. Se acerca, levanta su mano y seca unas lagrimas que caen por mi mejilla. - Gracias por venir. - Le susurro. Ella se acerca, me rodea con sus brazos, me besa, sus labios están mojados debido alas lagrimas que derrama. - — Perdón. Perdón por esa discusión absurda que tuvimos. — No hay nada que perdonar. Estabas asustada por Haniel y lo entiendo. Con un brazo sostengo al pequeño ángel con la otra tomo su cintura y la acerco mas a mi. Junto nuestros labios nuevamente y no me quiero separar jamás de ella. Escuchamos que Haniel ríe por vernos besar y nos causa gracia aun seguimos besándonos. Un carraspeo nos hace separar. — Perdón la interrupción pero te están esperando. - Los ojos de Emily están que estallan de furia. Miro a la directora que esta a la entrada de la puerta, solo levanta su mano en saludo. Me esta dando tiempo de que me despida. - — ¿ Me esperaras ? - Digo mirando sus labios carnosos que me tientan a mandar todo a la basura y llevármela a casa. - — Pero que pregunta es esa. Claro que te esperaremos, quiero saber cuales son los días de visitas. — Mirian puede darte esos datos. Antes de irte pasa por la mesa. — Claro. Hablamos con dificultad debido a las ganas de seguir besándonos. Me apodero nuevamente de sus labios, no me quiero separar jamás. Haniel esconde su rostro en mi cuello y ríe muy tierno. — Elek. - La irritante voz de Emily me obliga a separar. - — Debo ingresar hermosa. - Digo observando sus preciosos labios. Acaricio su rostro, se ve tan pequeño ante mi gran mano. Sus precisos ojos me dicen tantas cosas, me observa con tanto cariño. Deseo que pase rápido el tiempo a si vuelvo a tenerla en mis brazos. - — Anda. - Ella toma a Haniel entre sus brazos. Los vuelvo abrazar y me alejo. Por respeto vuelvo abrazar a Emy. - Te estaremos esperando. Escucho que dice Arisha. Miro por ultima vez a Emily y le articulo la palabra gracias. Camino hasta la directora quien me espera con una sonrisa amable. — Hola Elek. — Hola Angela. — Que lida esa parejita. ¿ Quienes son ? - Dice observando a mi campeón y mi ángel. Ellos se despiden con las manos. - — Ella es Arisha y el hombrecito guapo es Haniel. Por ellos es que volví, para poder estar juntos. — Y eso es genial Elek. ¿ Preparado. ? — Ahora si. — Bien. - Ella se aleja de la puerta. - Adelante. Miro por ultima vez a las tres personas que me despiden e ingreso. La puerta se cierra y los pierdo de vista, ya los extraño. Respiro profundo, camino con la directora hasta la puerta de su oficina. Ella me deja entrar, no a cambiado nada. Todo sigue tal cual. Su escritorio lleno de carpetas, la ventana con rejas que impide que cualquiera quiera escapar. El gran aparador con puertas y llaves donde guardan nuestras pertenencias. — Ok. Elek ya conoces el protocolo. - Coloca una caja con mi nombre en ella. - Todo lo que te puede poner en peligro va a ca adentro y lo guardaremos como tesoro. Se te será devuelto cuando cumplas el periodo de superación. — Entiendo directora. Comienzo a sacar mis cosas personales. Celular, billetera, llaves de la casa. — Lamento pedirlo pero eso también debes guardarlo. Sigo lo que señala su dedo y veo la pulsera que Haniel y Arisha me regalaron. — ¿ Sin excepciones ? - Pregunto, en una de esas me dejan tenerla. - — Lo siento Elek. Eso también. - Toco mi oreja, había olvidado que tenia un piercing en una de mis orejas. Me lo coloque en una de mis épocas rebeldes y nunca me lo saque. - Ok. ahora déjame darte mis condolencias por la perdida de Alaia. - Angela se acerca y me abraza. - fui a su velorio. Ella era muy especial para mi. No tan solo en lo profesional. Si no en lo personal me ayudo con sus consejos. — Gracias Angela. - Respiro profundo porque recordarla me afecta mucho. - — ¿ Agua ? — Por favor. Ella va a el dispenser de agua y me lo alcanza. Lo tomo y vuelvo a respirar. — La perdida de Alaia termino conmigo. Si no fuera por Arisha y Haniel estaría muerto. Y créeme cuando te digo que quería morir. Hice hasta lo impensado para terminar con mi vida. — Y la otra mujer. — Ella es una buena amiga. La conocí en la universidad. — No soy experta en relaciones. Pero por su mirada no le gusta nada que Arisha se te acerca. — Si supieras. Aclare varias veces con ella que lo nuestro es solo amistad. Espero que no discuta con Arisha por que cuando se lo propone es una bruja. Lo digo por que la conozco. — Bueno. No perdamos tiempo y ve a instalarte. Mañana tendrás tu primer cita con el psicólogo. Me despido de Angela sigo a un enfermero. Subimos al elevador que nos lleva a la planta de adicciones. Salimos cuando las puertas metálicas se abren, en el camino a la habitación veo de todo, al llegar prende la luz, me da el paso para que ingrese, me encuentro con el típico cuarto blanco. Una cama pequeña, la ventana con rejas que a penas deja entrar luz natural del sol. El enfermero me da los horarios de desayuno, almuerzo, merienda y cena. Días libres y horarios de cita con la psicóloga y psiquiatra. Este será mi refugio los días de rehabilitación.
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