Mis ojos arden mientras observo por última vez aquella silueta de ese lugar a que nunca consideré un hogar. Las imponentes torres de esa mansión solo se burlan y el cielo se oscurece por completo como si fuese una señal de que debía marcharme y no dar marcha atrás.
Con un dolor en el pecho, una maleta llena de un par de recuerdos gratos intento dejar todo aquel dolor que es estaba consumiendo.
Me giro y observo esa enorme casa de muñecas que había pertenecido a mi hermana y siento como su fantasma me advierte de que esto no acaba aún.
Apenas esto está empezando...
-¡lárgate!-fueron las palabras de mi padre la noche anterior luego de que me expresara lo que tenía que hacer yo con mi vida.
Intenté no flaquear en ese momento y preferí dejarme llevar por mi orgullo y apartarme de ellos para siempre. Ya no me ataba nada a esa casa.
Que felicidad.
Nuestros lazos solo eran netamente sanguíneos y luego de la muerte de Carrie sentí que por primera vez podía ser libre de aquella cárcel.
Estaba mal decirlo, pero era un respiro que ella no estuviese más con nosotros. Aun enterrada siempre surgían aquellas odiosas comparaciones entre nosotras y su gran perfección opacando mi nula existencia.
Ahora sola, intentando ser independiente solo necesitaba un lugar donde vivir y ese sería en casa de Vivi. Ella era la única que me escuchaba y sabía todo lo que pasaba en nuestras vidas. Ambas compartíamos aquella maldición de ser una Newcastle. Ese apellido era plomo sobre nuestras espaldas, una maleficio que nos perseguirá por el resto de nuestras vidas.
Sin duda alguna, Vivi sabia por lo que estaba pasando y me ayudaría a superar el dolor de ser exiliada de la que era nuestra familia. Ambos ramos unas ovejas negras que ensuciaba la lana blanca de nuestros familiares y por ser indignas solo nos echaban como simples basuras. Ella solo por enamorarse de quien no debía y yo porque había asesinado a mi hermana.
Los flash back de aquel momento seguían vivos en mi piel, en mis ojos. Escuchaba los gritos de Carrie, mi llanto y el dolor de mi cuerpo en ese momento y después solo un silencio enloquecedor que me atrapo por lo que se sentía fueran años.
Me subo a un avión a lo que sería mi viaje de dos horas. Saco mi video juego que está guardado en mis bolsillos, conecto unos audífonos y solo me dejo llevar por los patrones para superar los niveles. Muchas veces aquello era mucho mas sencillo que tener que tratar de vivir en la vida real donde no había controles ni secuencias que me pudieran indicar que acción tomar dia tras días. A veces era mas fácil solo hundir mi mente en esa pantalla y dejar que todo a mi alredor se cayera.
Sin darme cuenta el tiempo pasa volando y ya estamos por aterrizar en otra ciudad. Mi corazón se encoje al imaginarme con o que me iba a encontrar justo ahora. Estaba completamente sola, sin nadie de quien apoyarme a excepción de mi. Ver el cielo azul y las nubes teñidas de naranja de pronto solo me hacen caer a mi nueva realidad. La humedad eriza mis cabellos y siento como mi cabeza hierve debajo de ese gorro de búho que me acompañaba.
Sigo a los pasajeros por un pasillo y salgo al aeropuerto. Las personas van y vienen. Me soprende la cantidad de ruido que hacen ellos con sus pasos y sus respiraciones. Por un momento mi mente e desconecta pero alguien me tropieza y reacciono.
Estas sola.
Caigo en cuenta de que es verdad. Estoy aquí y el miedo me invade hasta que veo deslumbrar un cartel rosa con letras purpuras que llevan mi nombre y tiernos gatitos que sostiene un chico alto y a su lado está la hermosa rubia que corre de forma frenética hacia mi.
-Bea-sus gritos son tan fuerte que varias personas se detienen a vernos. Sus brazos me asfixian al igual que su delicado perfume de vainilla y mandarina.
Al principio solo me quedo helada. No se como manejar este tipo de emociones. Pero siento como mis músculos se relajan un poco al ver su reacción de felicidad por tenerme aquí. Creo que era la primera vez que alguien estaba feliz de que estuviera con ellos.
-no lo puedo creer, por fin estaremos juntas-beso mi mejilla y me abrazo de nuevo.
-vayan a un hotel-grito un hombre con mirada morboso.
-y tu vete al infierno-resoplo ella lista para una pelea-idiota-dice entre dientes y me sonríe de nuevo-estoy feliz enserio.
-¿no tendrás problemas con Sam?-pregunto una vez mas dudando de que esto sea buena idea.
-no pasa nada. La casa de Sam es enorme. El alquila habitaciones a los idiotas de sus amigos. Creo que estará bien tener otra presencia femenina en casa. Ven, te presentare a Jake.
Ella toma mi mano y me arrastra hacia ese chico. Sus ojos parecen enrojecidos y tiene un ligero olor a hierba.
-Jake, ella es mi prima Bea.
Extiendo mi mano para saludarlo pero este solo me rodea con sus brazos de forma incomoda. Intento luchar pero el solo sonríe y besa mi frente.
-oye, idiota. No te pases con mi prima-Vivi le dio un puñetazo en el brazo y el me suelta.
-lo siento. Me emocionan este tipo de encuentros.
-Jake le encanta los abrazos-Vivi dijo disculpándose.
Intento que no se note que estoy temblando. No me gustaba ese tipo de afectos. Respiro profundo. Tomo mi maleta pero mi prima insiste que Jake la cargue por mi a medida que salimos al estacionamiento.
-veras que te gustará estar ahí. Sam esta feliz de que vengas con nosotros.
Mientras la sigo veo un tatuaje que sobresale en su cadera. Parece una rosa con asombrosas gotas de agua que parecían casi reales. En sus nudillos tiene tatuado el nombre de su novio y en el hombro hay un gran atrapa sueño con colores llamativos y buenos acabados.
Sin duda alguna ella había cambiado, incluso su manera de vestir que ahora era ms atrevida mostrando mas piel de lo debido. Su romántico cabello dorado ahora lucia salvaje y a sus hombros. Incluso me gustaba mucho como le hablaba a Jake, le daba ordenes sintiéndose segura de si misma. Sin duda su voz estaba llena de vida, como toda ella.
Me subo a una gran furgoneta hedionda a cigarrillos y cerveza. Jake coloca una banda que me gustaba escuchar, un clásico de los 70 y se concentra en manejar mientras viví me cuenta como todo estaba listo en casa.
-vivir con 5 hombres es un reto, pero tranquila yo los mantengo en raya.
-le decimos la generala-le interrumpe jake siendo gracioso
-cierra el pico y ojos al frente.
-como diga su majestad.
Ambos rieron en un gesto de complicidad que no podía comprender.
Vivi acomodo dulcemente mi cabello y sonríe-s raro que alguien como tu le guste esos gorros-soltó- ¿y cuál es tu plan, querida?
-no lo se-suspire-estudiar, vi unas carreras prometedoras en un par de universidades. Y bueno, con mi trabajo creo que podre subsistir.
-estarás bien-sonrió-ganas mas que yo en como recepcionista en un spa.
-¿Cuál es tu trabajo?-pregunto Jake-puede que a mi me interese.
-diseño videojuegos.
-¿Cómo los de computadora?-pregunto un tanto confundido-¿acaso eres una cerebrito?
-no se necesita ser cerebrito para crear un video juego. Es fácil.
-Eso es lo que dicen los nerd-se burlo.
-idiota-suelto.
-no te enojes. Solo bromeo-y me guiña el ojo.
-ignora a ese idiota. No sabe hacer nada bien-se quejo mi prima.
-soy el que te hace el desayuno todas las mañana, Reina y por cierto, Bea. Tengo unas donas de chocolate que dice Vivi son tus favoritas y las hice para ti.
-no son necesarias las molestias.
-vamos, es una bienvenida a la casa de los desadaptados.
Su tono es poético, puedo ver como sus ojos brillan, se parecen un poco los míos, llenos de dolor pero los de el son de un n***o profundo como si ocultaran tempestades.
De pronto se hizo un silencio prolongado hasta llegar a aquella enorme casa. Era un vieja pero la mas estrafalaria de todo el vecindario. Incluso sus colores brillantes de amarillos chillones y verdes manzanas envejecidos la hacían tener un estilo ortodoxo que rompía con sincronía blanca y azul de las demás casa.
Al frente había un par de motocicletas y un auto n***o aparcado con el capo abierto. En el una figura alta y ruda saca su cabeza cuidadosamente y sonríe. Puedo reconocer esa sonrisa estúpida y bondadosa donde sea. La masa de músculos sudoroso y tatuados camina hacia mi sin camiseta. Su peil brilla de forma aceitosa y sus brazos fuertes rodean a su hermosa muñeca que enseguida le planta un beso en sus labios que se prolonga por varios segundo hasta que Jake suelta una tos.
-Bea-grita de pronto el grandulón y se acerca abrazarme pero retrocedo hiriendo sus sentimientos-nos alegra de que estes con nosotros.
-Gracias, Sam. Disculpa las molestias.
-para nada.esta vieja casa la construyo mi abuelo hace muchos años y son muchas habitaciones y para i ingresos extras-su boca hace una línea ancha y perfecta que muestra lindos dientes. Aprecio su belleza y entiendo porque mi prima se jugo completamente su fortuna como hija única por el.
Sam me agradaba, era un tipo tranquilo, sincero. No le gustaba los problemas a pesar de que su porte lleno de rudeza decía lo contrario. El me hace una seña y los demás o seguimos al interior de la casa. Un enorme televisor esta aplastado en la sala donde un chico de cabello largo observa embelesado un partido de futbolista americano.
-idiota-grita y maldice sin percatarse de nuestra presencia-¿Dónde sacaste tu licencia , imbécil?
-Sam-grita mi prima y enseguida le arrebata el control para bajar el volumen del partido-te presento a mi prima, es Bea-ella dice señalándome.
-¿esta buena?-pregunta dándose la vuelta para observarme-¿Qué es eso?-pregunta claramente decepcionado observando mi ropa ancha y nada glamorosa.
-¿mi gorro?-pregunto tocándolo suavidad-es un búho-respondo conteniendo todo lo que puedo par no ser grosera con el.
-es rara-suelta sin filtros-pensé que tu prima estaba buena pero trajiste a una friki. Que decepción-solto levantándose para ir a la cocina.
-tu eres un idiota, Dante. Mi prima es mucho para alguien como tu-grita intentando comenzar una pelea.
Sujeto su mano, ella entiende que no quiero problemas y se calma.
-habla con tu amiguito y también con Alex y Neil. No quiero que se metan con Bea.
-¿y que hice?-pregunto otro chico bajando las escaleras. Este era delgado y tenia en sus manos una guitarra eléctrica de un azul precioso.
-solo advierto que no quiero que se metan con mi prima.
-¿con esa ternurita?-pregunto caminado hacia mi-que lindura-acaricio mi gorro-¿no sabia que tu y Sam tenían una hija? ¿Qué mas me perdí?-pregunto tambaleando su cuerpo y fue ahí cuando entendí que el estaba como su amigo Jake.
Siento como un susto recorre mi estomago. Miles de dudas asaltan en mi cabeza. No sabia si había hecho lo correcto. Quizás esta sea una mala idea pero no tenia a quien mas recurrir. Vivi era la única familia que me quedaba y no podía solo quedarme sola de nuevo.
-Bebé-el sonido infantil e mi prima le reclama a Sam.
el chico suelta un suspiro haciéndome pensar que esto sucedía a menudo.
Nunca ates había estado cerca de las drogas y el alcohol y por lo que veo en esta casa abundaban. Incluso me pregunte si mi prima estaba metida en este tipos de cosas. Seria normal que lo estuviese si tenia casi tres años viviendo con todas estas personas.
-por favor les agradezco tratar con respeto a Bea. Ella no es como ninguna de sus zorras así que está prohibida ¿lo tienen claro?-ella alzo sus voz de nuevo era extraño y agradable ver a una Vivi poderosa y con carácter.
Todos asintieron mas por fastidio que por miedo a su advertencia y lentamente empezaron a dispersarse hasta que de pronto se escucho unos gritos en la parte de atrás.
Todos salimos corriendo a ver de que era el alboroto.
Escucho una señora luchando y en el suelo un chico con la cabeza sangrando tiene una escoba entre sus manos. También esta una chica llorando mientras intenta acercarse al muchacho pero su madre intenta impedírselo.
-ni se te ocurra acercarte a mi muchacha o veras de lo que soy capaz. Le cotare todo a Michael y el si no va a tener piedad de ti.
-esta loca, vieja. Yo no le hecho nada a su hija.
-claro que si- corromper su inocente mente. Mi hija es una muchacha decente y no puede estar con ningún perdedor como todos ustedes.
-una muchacha decente jamas daría mamadas como las da su hija, señora.
Mis ojos se abrieron en aquel momento. Alex y Dante chocaron sus manos en gesto de apoyos y la señora monto en cólera de pronto. Su cara se deformo de la rabia mientras intentaba de nuevo saltarse la cerca pero afortunadamente Sam intervino antes de que fuera tarde y logro que la mujer se fuera con su hija.
-eso estuvo mal, Neil-Vivi salio en la defensa de la chica-no tenias porque decir eso a su madre.
-y ella no tenia porque romperme la cabeza. Esta loca esa señora. No es mi culpa que su hija quiera escabullirse todas las noches a esta casa. Ella era la que se metía en mi habitación y decía que me amaba. Yo nunca le prometí nada y odio que me reclamen por estupideces.
-eres un cretino Neil Cooper. Ojalá que llegue el día en que una mujer haga que te arrastres a sus pies.
-eso no pasara-soltó el con soberbia-hay muchos culos que tengo que coger en esta vida-sonrio hasta que e observo-¿Quién es esta?-pregunto con desdén.
Una energía eléctrica recorrió mi cuerpo. Había escuchado hablar de el. Vivi no podía pronunciar su nombre sin destilar veneno. De pronto tenia esa necesidad de patearlo en las bolas.
-es mi prima-chillo Vivi-Sam. Habla con este imbécil-ella le ordeno mientras tomaba mi mano y me dirigía hacia la primera planta. Camine con ella hasta el fondo. Mi prima no dejaba de hablar de los amigos de sus novios. Ella no toleraba muy bien Neil y la entendía era un idiota que solo le gustaba alardear que se acostaba con muchas mujeres.
-no le vayas hacer caso a ninguno. Todos ellos se creen los inalcanzables y esas estupideces.
-esta bien, no te preocupes por eso-me encogí de hombros-no pasara nada. Jure para las dos. Sabia que eso seria así, después de todo tenia un corazón roto y muchas marcas que me impedían tan solo pensar en acercarme a un hombre.