Nicole al fin se había ido. Fue algo molesto tener que decirle que la llamaría de nuevo. Al menos pase una gran noche, los rasguños en mi espalda eran la prueba, ellas ardían por el sudor. Mi cama sigue revuelta y tengo un dolor de cabeza de mierda, pero todo valió la pena, como siempre.
Tomo una rápida ducha y voy por el desayuno.
la casa seguía llena de los restos de la fiesta de anoche. Camino hacia la cocina y la veo ahí, sola como de costumbre, a veces daba algo de lastima verla metida en aquella laptop evadiendo el mundo, casi patético.
-buenos días-digo, pero sé que soy ignorado.
¿qué le pasaba conmigo?
Encima de que me molestaba en darle el saludo tenía que aguantar su silencio.
Agarro una taza de café rápidamente me sirvo un emparedado, era fácil y tenía mucha hambre. Golpeo mi plato con fuerza en la mesa, este hace un sonido hondo, lo suficientemente fuerte para que ella me prestara atención.
-buenos días.
-si, buenos días-y seguía todavía sumida en su propio mundo.
-¿que estás haciendo?-pregunto teniendo un acercamiento no demasiado violento, me pongo a su espalda y recuesto mis brazos en la mesa viendo unos números extraños que solo me confundía ¿que de divertido eran los números?-eso se ve...difícil-
-no mucho, solo aplico unos algoritmos...-siguio hablando de algo que no entendía.
¿por qué mejor no nos besamos?-pensé ignorando su basura informática.
-y para qué es todo eso.
-para un video juego-resume al final.
-¿video juegos? Tu los haces? –le mire incrédulo.
- Me gustan muchos y los hago a mi gusto, resulta con son un buen negocio-dice suspirando.
-¿trabajas?-digo sorprendido, pensaba que sus padres hacían todo por ella.
-si trabajo para pagar el alquiler y la universidad-suelta tranquilamente mientras tecleaba con agresividad y viendo fijo la pantalla.
Intento olvidar a bea la rara por un momento hasta que el chirrido de la silla me alerta que ella se levanta atender su teléfono y se recuesta en la pared para no escuchar su conversación y por un momento miro aquellas largas y firmes piernas que tenían la forma perfecta seguidas por un trasero que deseaba tener en mis manos.
mi m*****o palpita agresivamente imaginando todo lo que le haría una vez caiga en mi juego.
La puerta suena toscamente. Los golpes son constantes, molesto. Siento como las vibraciones aturden mi cabeza. Intento tragar una maldición, bea no tiene ni la mínima intención de levantarse y yo tampoco.
Ambos intentamos ignorar el ruido hasta que un dante en calzoncillo arrastrar sus pies a la entrada.
Puedo escuchar un grito ahogado, bea reacciona al reconocer aquella voz y se levanta rápidamente, aparta como puede a dante y saluda algo torpe y nerviosa a la mujer que estaba afuera.
-ho..la mama-dijo tartamudeando a la vez que coloca una mano contra su suave pecho apretando su camisa con miedo.
- ¡entonces! Es aquí, donde vives-dijo la mujer alta y elegante entrando con la cabeza en alto-lo sabia, beatriz. Sabía que no llegarías muy lejos ¿esto es lo que quieres realmente? ¿quieres vivir en esta pocilga infectada de ratas y depravación? -miro una vez mas a dante-yo nunca te eduque para que estuvieras en este lugar tan deprimente y esa gente…-levanta su ceja muy en alto al verme comiendo en la mesa, agito mi mano con un gesto sarcástico y divertido pero soy ignorado.
Sacudió su cabeza delicadamente negándose al que veía-tu padre dará el grito al cielo cuando lo sepa.
-¿que...que quieres?-pregunta ella algo bajo.
Solo suelta un humpp-vengo hacerte entrar en razón-dice molesta-ya perdí una hija por culpa de tu ineptitud no perderé a otra por lo mismo. Quiero que vuelvas a casa y dejes todo esto. No voy a permitir que mi hija ande metida en un prostíbulo con gente vaga y drogadicta.
-mamá-dice triste y avergonzada por nuestra presencia-esto no es un prostíbulo y ellos no son drogadictos y vagos.
-no los defiendas. Mira como tienen esta casa, es un chiquero total-asomo su cabeza y solo miro la marea de vasos y botellas esparcidas por todos lados que cubrían el color del piso.
-solo fue una simple fiesta.
-me da igual lo que haya sido. Solo quiero que busques tus maletas y te regreses. Hable con un amigo mío y él te consiguió un lugar en la universidad de medicina.
-a mí no me gusta la medicina-replica-y no voy a ir a ningún lado. Ustedes me echaron de casa.
-tu padre te echo de casa-corrigió rápidamente.
-y tú no te opusiste ¿qué quieres que haga allá?
- ¿y qué harás aquí? ¿acaso crees que llegaras lejos con esos estúpidos juegos y aquella carrera patética?
-Sabre resolverlo por mi cuenta.
-silencio. No quiero escucharte. Será mejor que recojas tus maletas. Nos vamos-se paro derecha y la miro con la misma determinación pareciendo una guerra entre titanes que estaba a punto de salirse de control.
Por lo que a mi respectaba yo solo disfrutaba un poco el espectáculo.
-esto está muy intenso-dante me dice muy bajito pero atento a cada palabra que ellas decía. Claramente bea parecía asustada e indefensa ante aquella mujer imponente.
-tía abril-vivi baja y la saluda desde lejos. Enseguida se posa al lado de su prima de la misma forma sobreprotectora como ayer lo hizo conmigo- ¿qué te trae por aquí?pregunta metiéndose en el medio de las chica y su madre.
-no es de tu incumbencia.
-¿no pretenderás ordenarle a Bea irse contigo?
-yo no iré a ningún lado-Bea alza la voz-no lo haré.
-¿que diablos dices? No seas terca, niña estúpida.
-no voy a regresar a un lugar el cual no me quieren, no quiero estar con alguien que dijo que estaba muerta para el-su voz se quebraba a medida que hablaba pero no lloro a pesar de que tenía un brillo acuoso, era evidente que luchaba contra ese sentimiento frente a su madre.
-te vas arrepentir de todo esto beatriz-siseo la mujer como una serpiente-si esto es lo que quieres está bien. -pero tarde o temprano regresaras a casa, sólo espero que cuando llegue el momento no sea tarde-ella da media vuelta y se va a toda prisa pero no sin antes de dejarnos a todos un mal sabor de boca.
-¿estás bien cariño?-vivi colada una mano en su hombro de maneras conciliadora, espero unos segundos una respuesta de parte de ella e seguía fuerte por fuera.
-si, lo estoy-asiente menos tensa, toma un gran respiro y sube a su habitación dejándonos con un ambiente pesado.
-eso fue...-dante de mordió el labio y tomo asiento en la mesa de pino.-esa mujer es una maldita-deja salir-lo siento vivi.
-ni que lo digas, aquella familia es una completa pesadilla, si crees que abril es una maldita espera a ver al padre de bea, mi tío puede ser mucho peor que ella y desde que recuerdo han tratado a bea como una simple enfermera y donante de sangre para carrie-ella se apoya en el pecho de su novio buscando refugio.
-¿no deberías hablar con ella?-pregunta seriamente.
-lo haré pero le daré unos minutos para que se calme, seque esto no es nada fácil. Mi tío boto a bea de su casa y la amenazo con desheredarla si ella no hacia lo que el quería luego de la muerte de carrie.
...-..-.--.-
Las noches del sábado eran las mejores, la banda siempre tocaba en el bar de pablo sin falta, a las personas le gustaba nuestra música y eso a él le funcionaba pues black rock era la única banda fija en el lugar atestados de fanáticas de nuestra banda y chicos que deseaban coger con esas fanáticas.
Aquel lugar era nuestro reino lleno de humo, alcohol y música épica que se metía en tus venas. Las luces blancas y azules parpadean al ritmo de los instrumentos.
El escenario es amplio y solo enfoca nuestro brillo cuando salimos a tocar. Es en ese momento donde mis dedos se vuelven uno con la batería y siento que en vez de hacer música solo hago la gloria placentera que se escurre en mi cuerpo como lava caliente.
Puedo ver como siempre a las personas acumularse cerca de la pequeña tarima, las baquetas se sienten una extensión más de mis brazos. Ellas eran mi arma en este mundo así como lo eran mis puños, mi ego, mis ganas de seguir adelante.
Paso de escuchar los gritos de las fanáticas a un profundo silencio que se extiende hasta que alex inicia con una nota suave con su guitarra. Nuestros cuerpos se sincronizan a medida que golpeo los platillos y los demás me siguen. Entonces el mundo se apaga y todos mis recuerdos son suplantados por música liquida y llena de colores oscuros que se mezclan con mis letras y la voz de sam solo para producir arte y música como si fuera un efecto secundario de consumir algo psicotrópico. Mi mente y mi alma se elevan hasta el cielo y solo cuando la música acaba la realidad nos golpea.
Estoy aquí. Los aplausos se vuelven reales, aditivos mientras estallan los gritos de nuestra fanaticada.
Después de tocar nos reunimos en una mesa. Sam estaba solo, pero dante y alex tenían de compañía a un par de gemelas rubias con vestidos súper apretados y cortos que se ceñían a sus cuerpos.
- ¿porque solo?-le pregunto a sam que tomaba una cerveza tranquilamente ignorando a cualquier chica que le diera una sonrisa descarada. Como odiaba en lo que se había convertido, sam era mucho más perro que yo, siempre solía armar orgias y tríos casi todos los días, pero aquella tonta la había castrado por completo.
-vivi trata de traer a su prima al bar, al parecer no se siente nada bien después de la llegada de su madre así que pensó que esto la ayudaría.
-sí, ni me lo recuerdes. Fue muy incómodo, aquella señora parecía ser verdaderamente un bruja.
-y lo es. Todos en su familia lo son. Gente rica y excéntrica, les importa sólo las apariencias.
-¿entonces que hace vivi contigo?-y lo miro seriamente.
Todos sabíamos que era una chica adinerada que se descarriló apenas conoció al chico malo del lugar y casi fue una estúpida historia de amor corta venas cuando ella decidió abandonar su fortuna por amor.
-ella es diferente y también bea-dice algo molesto por el comentario.
-no creo que vivi sea diferente y menos aquella chica rara de su prima-replico-se nota que vivi tiene tus bolas en la mano-bromeo un poco para alejar las tensiones entre ambos.
-no seas idiota-golpea mi brazo con suficiente fuerza-ella no me tiene agarrado de mis bolas o por lo menos no de esa forma en que piensas-insinúa y le da un sorbo a su cerveza.
un par de chica nos saluda, la morena alta solo tenía ojos para sam pero él ni lo nota por estar pensando en ella.
Mi amigo era toda una decepción.
-sabes, a veces creo que vivi cambio tu pene en v****a. Eras una leyenda antes vivir con ella, siempre tenia a las mejores chicas hasta de tres, pero ahora-niego con la cabeza decepcionada de su estilo de vida.
-ahora hay menos competencia para ustedes-bromea-deberías estar agradecido por eso. Guao-de pronto dice sin aliento y con la mandíbula caída.
giro automáticamente y me encuentro con vivi entrando al bar y a su lado una chica de piernas contorneadas y que traía un vestido n***o y casi pintado en su cuerpo se acercaban.
Era ella.
mi m*****o reacciona de inmediato. Intento solo pensar en otra cosa pero mi mente esta ocupada en ese maldito par de piernas sexys que se vienen arrastrando en largos tacones de aguja.
Mis ojos buscan reposar en su gran escote recto que mantenían erguidos y presionados aquellos pechos pálidos que estaba decorado con un colgante de búho dorado.
-hola cariño, no es hermosa bea esta noche-vivi se acerca y se sienta en las piernas de su novio.
Parpadeo un par de veces. Casi me descontrolo pero tomo el control de mi cuerpo.
-le dije a bea que un cambio la haría sentir mejor y creo que ya está mejor ¿o no?
-como sea-ella toma asiento en la silla de cuero rojo y enseguida saca aquel videojuego de sus senos para encenderlo.
-mierda. No hagas eso-le riñe su prima-bea, prometiste que te ibas a divertirte.
-y lo hago, esto es divertido. Además hice lo que querías y me puse este vestido los zapatos de puta-dice ella sin prestarle atención.
-eres tan imposible. Necesito una cerveza-toma la mano se du novio y se lo lleva dejándome un espacio libre junto a ella.
Alex y dante notaron que me había quedado a solas con ella y desde sus mesas me envían una sonrisa maliciosa y divertida, ellos sabían lo que iba a suceder asi que se levantan y se pierden con sus chicas para despejar el terreno.
Mis ojos fueron a ver aquellos hombros delicados y brillantes que parecían a suave, desde esta distancia su aroma entraba por mi nariz, era una fragancia suave y muy sensual. Quería tomarla del pelo de pronto, deseaba arrancarle el vestido y ver que era lo que descubría.
-podrías dejar de acosarme-dice ella mirándome-eso es incómodo.
-¿acosarte yo? Nadie te está acosando, además deberías estar afortunada estoy aquí a tu lado y toda chica mataría por eso.
-o sea que yo solo me imagine que respirabas cerca de mi cabello-pregunta irónicamente.
-yo no respiraba cerca de tu cabello-dije mirando ahora como amenazaba con salirse un pecho del escota.
-ah, pero si miras muy entretenidos mis senos-y sube la tela bruscamente-eres un pervertido-afirma.
-no. Bueno si-confieso y doy un vistazo con descaro-no voy a mentirte. Tienes un sexy par de senos-guiño mi ojo y espero timidez o repulsión de u parte pero solo esa mirada fría y lejana de siempre-¿siempre eres así de amargada?
-¿desde cuando te importa?-pregunto esta vez viéndome a los ojos.
-puede ser. Solo no puedo pensar como una chica como tu guarde todo eso-acorto la distancia. Su perfume huele a flores, mandarina, a dulce néctar que no me molestaría seguir aspirando.
-guarda tu distancia por favor y déjame sola, no tengo deseos de hablar con nadie.
-¿algo anda mal?-finjo interés.
-no preguntes si no te interesa ¿no me digas que ahora quieres meterte entre mis bragas?
-Te mentiria si digo que no-susurro en su oreja. Me encantaba ver como se ponía dura y nerviosa cada vez que mi aliento le acariciaba el cuello.
-Eres un cerdo bastardo.
-nunca antes me habían llamado asi-suelto divertido
-y veo que no te importa en lo absoluto
-para nada.
-y tampoco te importa jugar con las mujeres y sus sentimientos.
-yo no juego con nadie. Son ellas las que se hacen faltas ilusiones. Y estoy abierto para el sexo sin compromiso y se los digo de una vez, no es mi culpa que todas sean tan sentimentales.
-¿bea?-un chico alto pregunta impresionado por el cambio-¿eres tu?-preguntó el niño rico de pelo engominado.
La cara de ella fue de incomodad, miedo. Ni cuando estaba con su madre parecía tan asustada como en este momento.
-estas...hermosa-y se queda sin aliento viendo lo mismo que yo-¿cómo has estado?
-no te importa-dice enseguida rebotándolo sin piedad.
-veo que aún no me has perdonado-baja su cabeza arrepentido de algo y capte que había mucha historia entre ese par ¿sería un antiguo novio o él es de su hermana? Sea lo que sea ella lucía nerviosa y mucho más molesta pero eso lo ignoraba el riquillo mientras sería hablándole.
- ¿cuando me darás na oportunidad para hablar?-su rostro se ensombreció, había culpa en cada silaba pronunciada y no deje de pensar si el era un recuerdo de su pasado. Bea apenas si podía mirarlo, sus pequeñas manos blancas formaron unos puños tensos.
-cuando las ranas tengan pelo-se levanta molesta olvidándose de mi lo cual me ofendía.
Ella trata de atravesar la el bar hacia la puerta pero ese chico la toma del brazo y la detiene.
Puedo ver que ella queda en blanco y sin saber que hacer , la presencia de el no solo le molestaba, tenía pánico de estar a su lado y una gran repulsión por haberla tocado.
-suéltame-lo empuja pero él insiste y la aprieta con más fuerza.
-oye, déjala en paz-digo enseguida metiéndome en el medio, después de todo no podía permitir que él le hiciera daño, podría ser un bastardo, pero odiaba la violencia y más si era encontrar de una chica.
-dijo que la soltaras-apreté mis dientes y lo desfile con mis ojos que parecían dagas filosas a puntos de perforarlo.
- ¿y quién eres tú? -logro decir luego de varios segundos en los que decidía si huir o enfrentarme y esto último era un gran error.
-no te metas en esto pobre imbécil-levanta su cara como señal de que me buscaba pelea.
-yo soy....-trato de intervenir pero ella solo corta con la pequeña disputa.
-no importa quién diablos sea. Ya te dije que te alejaras ¿lo entiendes? -bea la que tiene la última palabra saliendo hechas una fiera endemoniada si saber a dónde iba.
Aquellos grandes tacones le impedían caminar muy rápido así que la alcance en cuanto pude. No me interesaba sus problemas, pero no podía dejarla sola media noche por estas calles así que me dedique en acompañarla calladamente.
-no es necesario que te quedes conmigo-dice siguiendo la dirección de casa.
-oye, tranquila. Estoy de tu lado, además no puedo dejar que salgas sola a esta hora, si sam y vivi se enteran me matan.
-no te preocupes por eso. No tienen por qué enterarse, ahora necesito estar sola. Siento que voy a reventar- sus pasos hacen un sonido extraño y divertido. Ella patea con fuerza un bote de basura que cae al suelo desparramando los desperdicios-ese hijo de puta ¿cómo se atreve a dirigirme la palabra?
-es perturbador-comento sorprendido- no tienes por qué alterarte, ven-le tomo la mano delicadamente y me sorprende lo suave que era- mejor vamos a casa, tengo algo que te va ayudar a sacar toda esa rabia que tiene dentro- le agito las llaves de ni auto que hacen un sonido travieso que a muchas les encantaba aunque en bea no hacia ese tipo de efecto. Ella se queda en un silencio embarazoso y sacude mi agarre.
-voy contigo. Pero mantener alejado de mi-se da media vuelta para adelantarse a mi auto.
¡era un hueso duro de roer!
Pero al final sé que lo voy a conseguirlo. Su rechazo y esa actitud de odio a los hombres me excita mucho mas de lo que pensaba.
Ambos subimos mal auto y solo marcho en silencio. En menos de doce minutos ya estábamos en la sala.
saque del estante una botella de whiskey que había escondido de los chicos y la coloque junto a dos vasos, le serví uno a ella mientras miraba perdida al horizonte viéndose fragil e indefensa. Enciendo el equipo y coloco algo de música.
¡oh dios!-exclama algo enfadad-por favor solo coloca algo más caótico.
-no creo que sea buena idea-advierto sin voltear a verla.
-¡vamos! ¿no tienes algo mejor, quizás agresivo.
-bien, tu mandas-coloco algo infernal lleno de solos de guitarras, baterías, gritos estridentes. Mientras ella se encuentra mirando a un punto fijo de la habitación y aprovecho mi nueva estrategia. Solo hablare. Solo beberé porque sé que ella caerá sola, es sencillo.
-toma, calma tus nervios cariño. Aquél tipo te puso muy tensa-digo desparramándome en el sofa. En seguida me deshago de mis zapatos dejando que busquen caminos por distintos lados-¿un novio del pasado?-pregunto curioso
-no, nunca lo fue. Solo es otro cerdo bastardo-y traga sin respirar el líquido a toda prisa.
-ok, ahora si me ofendiste, no me compares con ese niño de mama-
-no te creas el único cerdo bastardo en la vida, todos los hombres son iguales. Unos bastardos que solo usan a las mujeres ¿qué pasa si una mujer los usa a ustedes?-me pregunto seriamente.
-cariño, no hay ninguna mujer que pueda usar a neil cooper-aseguro sin inmutarme
-pero podría haber una-me advierte sirviéndose otro trago.
-no, no ha nacido esa chica-le aseguro repitiendo lo mismo. Alejo de nosotros la botella solo porque no deseo que ella se embriague esta noche, si estaría con bea seria con todos sus sentidos íntegros para que así vea que en realidad nadie puede evitar decirme que no.
-cada vez que hablas de aquella manera segura, como si todas estuvieran a tus pies es solo evidencia de aquello. Ustedes se fijan en lo que ven y las mujeres en los escuchan.
-¿no te consideras mujer?-pregunto sintiendo una punzada ardiente en mi estómago.
No pude evitar tener una erección automática al imaginarme estar con una lesbiana, aquello será una de mis cosas que estaban en mi lista.
-si ¿en qué estás pensando?-y baja la vista a mi pantalón-hasta el aire te excita-gruñe molesta-deja de pensar que soy lesbiana que no viene al caso y si lo fuera no te importaría y eso no hace que deje de ser mujer. Y me refiero a que no me dejaría llevar por las palabras, ella son más que eso, palabras que quedan en el aire y ya y ellas deberían comprenderlo que solo porque se revuelquen no quiere decir que tienen que creer que estás enamorado.
-si que eres inteligente.
-y realista, debemos ser realista. El amor no existe. Eso son solo pendejadas creadas por disney. Todo se resume al sexo. El sexo es lo único que impulsa al mundo, además del dinero-y se queda en silencio por un largo rato.
aquello de pronto se volvió incomodo, creo que pasaron cinco minutos sin que ninguno dijera alguna palabra o algo así, su respiración profunda e intensa me invito acercarme más a ella.
El día de hoy sin duda había sido agitado para ella. Esperé a una frágil chica esperando a ser consolada en mis brazos y en lugar de eso me topé con un muro difícil de escalar.
Ella parecía carecer de emociones.
Me fijé en la piel desnuda de sus hombros, eran satinados y tan suaves que no pude evitar colocar mis dedos sobre ellos. Bea parecía no notarlo. Estaba tan perdida en su mundo que no sintió que me acerque y aspire aquel suave aroma de su fragancia.
Observe una vez más a esa chica. Se había esfumado la chica rara de ropas anchas y solo quedaba aquella mujer malditamente sexy que seguía tomando en un incómodo silencio.
Me enfoque en su boca, era pequeña y carnosa. Casi todo el labial rojo se había ido pero quedaban pequeños bordes que deseaba quitar con los míos. Me incliné, era ahora o nunca pero ella hizo algo que solo helo mi sangre.
Me besó.
Su boca golpeo la mía con furia, fue tanta la intensidad que me costó por un momento reaccionar hasta que note como su lengua se introducía lentamente. Su sabor era delicado, húmedo y lleno de un maldito éxtasis que despertó todos mis sentidos. Bea empezó jadear entre mi boca a medida que se lengua actuaba como un remolino.
nunca imagine que supiera hacer eso con la boca y su lengua. Sin duda estaba resultando todo mejor de lo que pensé y solo me acerqué más. La apreté contra mi cuerpo, su muslo rozo mi erección y eso parece encenderla.
Por un segundo nos detenemos. Sus pechos suben y bajan mientras que el escote de su vestido muestra. En el lugar surge una tensión que aprieta mis músculos. Aun intento entrar en razón de que esto no era solo un mal sueño producto de la bebida. Pero ahí estaba, sudoroso y con la boca hinchada mientras observaba a una bea completamente diferente.
¿qué le había pasado a la ba rara e inexpresiva? ¡pues! A nadie le importa justo ahora.
-¿pudo saber el cambio de opinión?- le pregunte una vez separándome para tomar un respiro, muerdo su hombro y ella suelta un gemido suave.
¿estaba soñando o ella quería abusar de mí?
- ¿que? ¿tienes miedo? -pregunta de manera altanera, el brillo de su mirada era algo retadora. Me regala una sonrisa realmente maliciosa que borro con otro beso más potente.
Maldita bruja, me esta retando.
Me acomodo mejor para bajarla parte delantera de ese vestido n***o que cubría aquellos pechos blancos que lucían fantásticos.
Mi lengua acaricio en círculos entre su pezón rosado para torturarla. Escucho un suave gemido que se escapa de sus labios. Intento aumentar la presión apretando suavemente con mis dientes.
Estoy a la altura de su entre pierna y sentía aquella v****a tan humedad e hinchada apretarse en mis dedos. Lentamente cerro sus ojos y se mordió el labio de forma sensual y atrevida y de nuevo siguió comiéndome labio.
-te gusta esto bea?-introduzco mis dedos en su interior y palpo su centro
No te detengas-me ordeno débilmente, clavando sus uñas en mi espalda.
Cerro sus ojos y hecho su cabeza hacia atrás a medida que se restregaba en mi entre pierna.
El bulto de mi entrepierna se endurece completamente. Siento la necesidad de tenerla dentro pero también me urge descubrir hasta que punto ella dejaría tocarse.
Rapidamente la puse de espalda y deslicé el cierre de aquel vestir n***o. La quería ver completamente desnuda y casi me vengo con aquella braga de encaje n***o con un panda que simplemente lucía candente por su sorpresa. La tela era tan suave cuando la toque ahí, toda ella lo era, suave y mojada
Esta chica esta loca.
Sus manos se apoderan de mi cuello y yo rozo mi pene entre sus muslos. Me gustaba la sensación de frotarme contra la tersa piel pálida y desnuda. Sus dientes aprietan mi labio, siento algo de dolor justo donde tengo la perforación haciendo que la sangre golpeara mas mi m*****o para tenerme listo hasta que decidí que no podía mas y me quite deprisa mi ropa, me abalanzo en el sofá, ella estaba abajo determinada a seguir con esto, no vi duda ni miedo solo deseo y eso me gustaba, quería cogerla, quería que gritara mi nombre hasta que quedara ronca a la vez que jugaba con mis dedos y su interior presionando y deteniéndome para aumentar su agonía.
-por favor, neil-me suplico casi sollozando.
Maldición, me gustaba que me suplicara.
-¿esto es lo que quieres, bea?- el pronunciar su nombre le era totalmente placentero, sus caderas se agitaban a un ritmo a medida que seguía mordiéndola en cada parte marcándola con un pequeño recuerdo.
Mordí el lóbulo de su oreja con presión y grito tensa, arque su espalda a medida que trataba de buscar en placer ente mis brazos.
Mis dedos suben hasta sus labios y dejó que los folle sin piedad.
bea me miraba a la cara, ella también sentía esto, ella quería follarme sin contemplaciones y le daría el gusto.
Saco un condón en de los pantalones que estaba cerca de mi alcanza y lo envuelvo en mi pene erecto la penetro rápidamente. Me deslice en su humedad y escucho que grita de nuevo de placer, sus piernas se entrelazaron a mi alrededor y ambos sentados uno encima del otro para embestirla con mucha rudeza sintiendo el vapor y efervescencia de ambos.
Su sudor era dulce a medida que mordía y la mía su pecho y hacia que mis empujes fueran rápido y agresivos hasta hacerla gritar del dolor a la vez que ambos explotábamos en un orgasmo que silencio de nuevo la sala y nos dejó inertes un encima del otro.
Ella abrazaba a mi pecho sintiendo su ritmo cardíaco que bajaba a medida que sus jadeos se suavizaban dejándome asombrado por aquel desempeño.
Bea newcastle era una cajitas de sorpresa después de todo.
Lentamente se separa de nuestra unión recoge su ropa para vestirse con rapidez para huir de mí. Pero no la dejo, necesitaba una explicación de lo que había pasado. La tomo de la muñeca y la siento en el sofá. Sus cejas se unen frente a su rostro y puedo jurar que es casi lindo.
-vamos, neil. No me decepciones-ella soltó de pronto-no quiero que te pongas como una nena a decirme lo mucho que me quieres, porque no me interesa. Solo follamos y punto. Olvídalo, nada de esto ha sucedido.
-¿quieres que olvide esto?-el asombro me golpeo de frente.
era la primera chica que me decía eso.
-si ¿qué parte no entendiste? -me torció sus ojos-solo te pido que no le digas a nadie.
-¿cómo un secreto?-y la traigo conmigo-¿puedo saber porque el cambio? Pensé que no era lo suficientemente bueno para ti ya que todos somos unos cerdos bastardos.
-y lo son-muerde su labio levemente. Solo, no entenderías porque lo hice-su respiración se regularizo, pero aun así se veía nerviosa-necesitaba desahogarme.
-¿me usaste?-mis ojos se disparan asombrados pero divertidos.
-si, algo por estilo. No me interesa si luego finges que nada paso, me da igual.
-sexo sin compromisos, eso me gusta-y atraigo sus rosados labios para mi-¿te gustaría seguir la fiesta en mi habitación? Sin compromisos, claro esta-y acaricio su trasero suavemente.
-no-alza la voz gravemente- esto no se repetirá mas ¿lo entiendes?-se coloca su vestido y suba rápidamente dejándome desnudo, solo y con sus bragas en mi mano llena de su esencia.
¡maldita chica!
Todavía siento su aroma en mi cuerpo, mi sangre hierve mientras recuerdo el recorrido de mis manos en su cuerpo otra vez.
Había ganado. Eso estaba seguro. La prueba de sus bragas húmedas en mis manos eran un recordatorio que no lo había soñado.