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La semana pasó volando. Sydney y Jessie visitaron varios ancianos que vivían en el campo rural para informarles sobre el incendio y agregar sus nombres a la lista de personas que necesitaban ayuda con sus animales y para dejar sus propiedades. Todos ellos se mostraron muy agradecidos de que hubiera personas en la comunidad que fueran en su ayuda. Los que habían vivido la mayor parte de sus vidas en sus parcelas estaban más preocupados por la pérdida de una forma de vida. Algunos cuyas hipotecas habían pagados hacía años, habían dejado vencer sus seguros. Esto era malo. La compañía local de seguros buscaba proporcionar pólizas esa semana para asegurar que las personas tuvieran cobertura. En caso de que el incendio cruzara la frontera hacia Canadá, las compañías de seguro sabían q
