15 Sydney despertó sorprendida por el sonido de la alarma. Extendió la mano y presionó el botón para cancelarla y se volteó hacia el otro lado. Colocando la almohada sobre su estómago, podía oler a Jax. Sus ojos se abrieron por el recuerdo de cuando hacía el amor el día anterior. ¡Vaya! ¿De verdad lo hicimos? Sonrió. Debía estar eufórica. Después de todo, era vigorizante, excitante… increíble. Pero tenía una incómoda sensación en lo profundo de sus entrañas. Sydney se levantó y fue a la ducha. La sensación lo la abandonaba ni siquiera después de secarse y vestirse. Fue a la cocina con sus pantuflas y presionó el botón de inicio en la cafetera. Algo está mal. Estas sensaciones no deben ser ignoradas. Las había tenido toda su vida. Dile psíquico, orgánico, como prefieras. S

