Habían sido unos días bastante relajantes, pero debíamos regresar a nuestra rutina.
Al aterrizar en el aeropuerto y enciendo mi móvil, me encuentro con muchos mensajes del gerente del edificio el cuál me avisa que en mi apartamento y en otros dos han habido daños y mientras se resuelva no nos podemos quedar en el.
—Maldita sea —Musito —. Alex, hay un problema.
—¿Qué pasa?
—Mira.
Le enseño el mensaje, suspira y sujeta el puente de su nariz negando.
—Dormiremos hoy en un hotel, el penthouse esta en remodelación desde que nos fuimos y no estará listo al menos dentro de unas semanas.
—¿Dormir en un hotel? —Musita su madre —. Por supuesto que no, pueden quedarse en la casa el tiempo que sea necesario, esa es su casa también.
Observo a Alex, asiente y suspira sujetándome de la cintur
