Capítulo 9.
Lucas camina a la entrada siendo detenido por Antonio.
— ¿Volverá a la casa, señor? — Luca lo piensa y por un segundo imagina Amalia y sabe que no está bien, lo siente, pero no puede volver, eso empeoraría las cosas.
— No, puedes irte a descansar, hablaremos mañana.
— Como órdenes, señor.
Lucas entra a la casa y camina a la sala buscando a Leticia quien al escuchar la puerta aparece con una lencería sensual de tras de él.
— Te estaba esperando mi amor. — Lucas se da la vuelta y queda sin palabras al ver a la mujer en esa sexi lencería dispuesta a una noche de placer.
Leticia lo besa y Lucas le corresponde por unos segundos la recorre sosteniéndola en sus brazos, sin duda algo se activa en el cuándo la tiene cerca, es una sensación de deseo, pero no puede seguir con esto, no de esta manera.
— Tenemos que hablar. — Dice y Leticia retrocede al verlo tomar la carpeta que conoce muy bien.
— Por favor Lucas, ya te lo expliqué, pensé que creías en mí, mi amor, por favor, estoy arrepentida, te lo juro por Dios, créeme, me equivoqué, Lucas por una vez en tu vida cree en mí, te lo pido, ya pague por todo eso, pague por el daño que te hice mi amor yo te amo, Lucas debes creerme.
— Ven aquí. — Se destroza en segundos, ni siquiera lo deja hablar.
Lucas la abraza y la lleva al sofá donde ambos se sientan.
— No sé cómo sentirme con tu traición, es un golpe que no esperaba y aunque ya pagaste por esto para mí es como si esto estuviera pasando ahora, ¿Sabías que estaba casado y con hijos? — Leticia no agacha la cabeza mientras tiembla y asiente.
— Debes saber que tanto a ella como a mí nos prohibieron decirte.
— Eso es un gran error, me tratan como a un niño, incapaz de razonar por mi cuenta, a sido mucho todo esto, pero es obvio que ya debo enfrentar la realidad aunque no recupere nunca la memoria, Leticia, no podemos estar juntos, por lo menos no podemos vivir juntos, te quiero, sé que has pasado por mucho, pero ahora lo que más me importa son mis hijos, no es correcto que me vean contigo…— Leticia interrumpe.
— ¿Volverás con ella, a pesar de que no la recuerdes y no la ames?
— Tienes razón, no la amo, o no recuerdo tener ese sentimiento por ella, debes saber que aún la veo como a una gran amiga, pero la realidad es que ella es mi esposa, el hecho aquí es que no quiero lastimarla a ninguna de las dos, ella es mi esposa y tu bueno no puedo negar lo que siento por ti, así que te pido que comprendas lo que te digo, eres tan importante para mí como lo es ella quien es la madre de mis hijos, tenemos un lazo que no podemos romper jamás, no llores, Leticia lo hago por mis hijos, no estaré ni contigo ni con ella, por ahora quiero estar solo, pensar las cosas y ocuparme de mis hijos, Leticia, esos niños están sufriendo mucho, lo siento cariño, pero es lo mejor para todos, si lo hubiera sabido antes hubiera tomado la misma decisión y no te hubiera ilusionado con todo esto, te quiero, pero no quiero hacerte daño.
— Lucas mi amor, no me dejes, por favor, solo te tengo a ti, mi familia no me quiere por todo lo que hice y ahora que te recupere no quiero perderte, me amas y yo a ti, mi amor, por favor, dame una oportunidad te juro que no te vas a arrepentir, Lucas no interferiré entre los niños y tú, ni quiere estaré en medio de ustedes, pero no me dejes, por favor, Lucas. — Llora ante él, arrodillada, tan vulnerable.
— Perdóname, no quiero lastimarte, es mejor que vuelvas a tu casa, podemos salir y ser amigos, quizás con el tiempo las cosas mejoren o tome una decisión definitiva, pero por ahora lo mejor es que me enfoque en mis hijos, espero puedas entenderlo.
— Lucas…— Lucas le da un último beso y se levanta para salir al encuentro con su mayordomo dejándola en un mar de lágrimas.
— Fenicio, encargaré de que la lleven a su casa, recoge todas sus cosas y envía a una de las chicas de servicio para que cuide de ella, yo me haré cargo de su bienestar hasta que ella esté estable.
— Como órdenes, señor, ¿Va a cenar?
— No, ya cené. — El hombre se marcha y Lucas entra en su despacho.
Le duele todo lo que está pasando, pero es lo mejor, cuidar de Leticia le ayudará a saber que acciones tomará y si a cambiado en realidad, es una decisión dura de tomar, siente cosas por ella Pero son muchas cosas, primero lo de sus padres, lo de su engañó, sus hijos, Amalia, todo es un caos, pero de lo que está seguro es que desea enfrentar la realidad y su única realidad ahora es sus hijos, por ellos tiene mucho por hacer, toma el celular y hace una llamada a Santiago.
— ¿Lucas?
— Buenas noches, Santiago, sé que es tarde, pero necesito varios favores de tu parte.
— Lo que necesites.
— Bien, primero necesito que envíes a alguien temprano mañana del servicio de remodelación allá casa de mis padres y prepares la sala de juntas, contrata a un nuevo m*****o de seguridad para la casa de mis padres por ahora es todo lo que te pido, necesito que nos reunamos después de la junta…— Santiago interrumpe al imaginarse que puede ser.
— ¿Hablaremos del divorcio y la custodia no es así?
— Si, lo hablaremos mañana.
— Bien, buenas noches, Lucas.
— Buenas noches.
Lucas tarda en salir del despacho esperando a que Leticia se haya ido, al salir ninguna de sus cosas están y es como si nunca hubiera estado en la casa, la oscuridad y la desolación se siente en el lugar, por ello desea hacer cambios, tanto en la casa como en su vida, tiene una nueva razón para vivir, sus hijos son todo lo que tiene y lo demás viene después, poco a poco. Toma una ducha y se sube a la cama, dormir empieza hacerse imposible para él, como si algo lo inquiera, pero no descifrar que lo incómoda.
*
Al despertar Lucas toma una ducha y se cambia, desayuna como de costumbre y recibe a los hombres que remodelaran la casa, Lucas les da un recorrido y pide que hagan un cambio en las dos habitaciones a su lado, quiere que sus hijos se queden con él como es de costumbre, quizás un fin de semana o una semana, para ello hace arreglos. Al estar listo sale al encuentro con Antonio quien da órdenes a los nuevos hombres de seguridad y sube al coche para ir a la consulta médica donde se verá solo con Amalia por ahora.
— Señor, llegue un poco tarde porque debo llevar a la señora a la escuela con los niños y a la oficina para luego llevarla a la consulta.
— ¿Se te dificulta trabajar para los dos?
— Para nada señor, aunque fuera mucho más fácil si los llevará a ambos a la vez.
— Entiendo, si es mucho trabajo házmelo saber, yo puedo buscar un nuevo chófer, no quiero que te colapses de trabajo, esto no funcionaría aunque quisiéramos.
— Lo entiendo señor, permita encargarme del asunto.
— Hazlo, quédate con Amalia, sé que ella te tiene mucha confianza.
— Como órdenes, señor.
Antonio lo deja en la entrada del edificio y llama a uno de sus colegas ve confianza para que tome el trabajo, sin duda abra lugares donde Lucas deba ir y Amalia deba ir a otros eso quiere decir que no podrá hacer ambos viajes a la vez, ya que es evidente que no estarán juntos. Lucas llega al consultorio donde la doctora habla con Amalia quien al ver a Lucas se coloca sus lentes de sol, paso la noche en vela llorando y ahora también lloraba al contarle las cosas a la doctora.
— Lucas, buen día, por favor entra y toma asiento. — Dice la doctora, pero la mirada de Lucas está sobre Amalia quien no lo mira, pero luce tan hermosa.
— Buenos días.
— Buenos días Lucas. — Dice Amalia por fin enfocándose en él.
— Lucas, Amalia me a contado que ya te dijo todo sobre su matrimonio, su relación y los niños, ¿Cómo te sientes?
— Bueno, seré honesto con usted, me parece un gran error de su parte tomar la decisión de no decirme sobre esto antes, no pueden suponer que no tengo la capacidad de razonar sobre esto, no es su decisión, es mía, por ello quiero antes de cualquier cosa pedirte perdón Amalia, sé que has pasado por mucho y estás sufriendo con toda esta situación, pero debes saber que lo lamento más que nada, ahora he tomado una decisión, te quiero, quizás en su momento te llegue amar como lo haces tú, pero Amalia ahora no puedo verte más que como una amiga, una gran amiga y no quiero que las cosas se pongan incómodas para ambos, por ello no puedo estar contigo, no más que en una relación de amistad, por los niños, son los que más han sufrido con todo esto y a los que quiero mantener a mi lado a toda costa, por ello necesito que nuestra relación sea buena, no quiero que nada se torne incómodo, me haré cargo de los niños, quisiera acordar contigo horarios de visita, quiero que se queden conmigo algunos días y otros poder salir con ellos, quizás te incomode la situación con Leticia y quiero que sepas que ella no estará en la casa, solo serán los niños y yo, es todo lo que deseo por ahora, espero puedas entenderlo. — Amalia no dice nada por unos segundos se queda en silencio.
Amalia lo sospechaba, lo sentía y estaba consiente que quizás esto pasaría, la relación con Leticia no le queda muy claro a ella, quizás no estará en la casa, pero entiende que fuera se verán, está dicho, ella queda fuera de su vida, ¿Cómo mirarlo a los ojos y fingir ser su amiga cuando lo ama con locura? Cada caricia o roce se vuelve una gran conmoción en su cuerpo, ¿Qué hará ahora? Con gran dolor y conteniéndose las lágrimas mira a la doctora quien le habla.
— ¿Amalia? ¿Estás bien? Si tienes algo que decir es el momento de hacerlo. — Niega.
— Está bien, no tengo más nada que decir, Nora es la nana de los niños, ella se hará cargo de lo que necesites, te ayudará con todo y si deseas puedes disponer de ella, le informaré sobre esto, Santiago es nuestro abogado, sé que quizás hablaras con él sobre la custodia de los niños, decídelo, toma los días que desees tomando en cuenta que Estrella está pronto a comenzar la escuela y Dylan están en deporte y debe asistir a clases, no tengo problemas mientras ellos vivan conmigo divide sus tiempos como los decidas, es necesario que nos reunamos con ellos hoy si se te es posible y le expliquemos la situación y en cuento al divorcio…— Se muerde los labios para no llorar. — Hazlo, yo firmaré lo que decidas hacer, es todo lo que diré.
Esas palabras crean un extraño conflicto en Lucas, pudo asimilar todo menos la parte del divorcio y es donde por un momento la mira en silencio y la doctora interrumpe ese momento de reflexión.
— Es lo correcto para ambos, ya que enfrentan la situación con mucha madurez, es oficial, seguiré con las secciones por separado y tomaré dos secciones por semanas para los niños, son siempre los más afectados por una separación, lamento que todo esto se haya terminado, si desean decir algo más pueden hacerlo, Lucas, ¿Quizás te gustaría intentarlo? Digo, ir despacio.
— Perdóname, pero no puedo, tengo mis razones y la verdad es…— Amalia interrumpe.
— Qué no me amas y no quieres lastimarla ni lastimarme, lo entiendo, si no hay más nada que decir debo irme, esperaré a Santiago, buen día.
— ¿Amalia? Amalia espera…— La doctora sabe lo destrozada que está y ver a Lucas levantarse para salir tras ella le parece que hay algo en el que teme perderla y eso lo obliga a tomar esta decisión antes de que la pierda para siempre.